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2009 

7.9
9,497
Documental
En sus 200.000 años de existencia, el hombre ha roto el equilibrio de casi 4.000 millones de años de evolución de la Tierra. El precio a pagar es considerable, pero es demasiado tarde para ser pesimistas. A la humanidad le quedan diez años escasos para invertir la tendencia, concienciarse de la explotación desmesurada de las riquezas de la Tierra y cambiar el modo de consumo. Yann Arthus-Bertrand, con sus imágenes inéditas de más de 50 ... [+]
2 de julio de 2009
2 de julio de 2009
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
De los muchos documentales que he visto en torno al problema del medio ambiente, este es con mucho el mejor logrado. La compaginación entre discurso, imagen y música es maravillosa. El documental está bien informado y su postura es de lo más sensata y respetuosa, sin caer en la ingenuidad o el alarmismo. Creo que el documental busca involucrarnos y cautivarnos, incluso enamorarnos de nuestro hogar y responsabilizarnos del mismo. Empieza exponiéndonos los orígenes de la vida y el modo en que la vida y el planeta están interconectados (hace muchas referencias a los puntos defendidos por la teoría Gaia). Después nos cuenta una breve historia de la humanidad para llegar a nuestros días. Hoy, la realidad es tristemente gobernada por la rapacidad, la explotación, el egoísmo y la ceguera. El 80% de los recursos naturales es consumido por el 20% de la población; las repercusiones de los desechos de una industria asentada principalmente en los países del primer mundo golpean e intoxican la vida en todo el planeta, pues este no entiende de fronteras. La miseria extrema aumenta en la medida en que la distancia entre ricos y pobres se agranda; y parte fundamental de ese fenómeno está directamente vinculado al modo en que explotamos y repartimos los recursos naturales del planeta. A final de cuentas, todos pagamos y pagaremos las consecuencias. El problema ambiental, es un problema complejo, no sólo tiene que ver con la naturaleza y los gases de efecto invernadero, los ríos contaminados o los bosques, sino principalmente con la sociedad, sus valores, sus saberes, y sus prácticas... Esto es lo que no entendió Al Gore, para él, la cosa sigue siendo modificar el sueño americano, hacerlo más compatible con la sustentabilidad, pero ese sueño trae en si misma la semilla de la autodestrucción, es una pistola apuntada a nuestro corazón. La propuesta en este documental es más realista y comprometida, se trata de lograr cambiar la inercia del consumismo y el capitalismo salvaje, y reorientarnos a una nueva forma de estar en el mundo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La metáfora de los Rapa Nui es muy elocuente, la tierra es nuestra isla, y o logramos hacer algo al respecto para no acabar con las condiciones mínimas para nuestra subsistencia en ella, o nos vamos despidiendo de la existencia como especie... aunque creo que la tierra y la vida en ella continuará sin nosotros, incluso tal vez de mejor manera...
27 de junio de 2009
27 de junio de 2009
16 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de esta opinión recoge literalmente lo que en el documental se afirma sobre la civilización de la isla de Pascua. Sin comentarios. Hasta ese momento, las impresionantes imágenes y el discurso conservacionista moderado me habían convencido. Pero a partir de ahí me dí cuenta de que estaba ante una variante de “Una verdad incómoda”. La oronda figura de Gore es sustituida por la anodina voz en off de Salma Hayek (en un castellano horrible), y nos ahorramos el rollo victimista-teofánico del estadounidense, cuyo documental parece una recreación biográfica; biogeohagioclimática, quiero decir. La música, mucho más bonita, dónde va a parar. Pero el discurso catastrofista, trufado de medias verdades y de algunas flagrantes mentiras que se alternan con datos completamente veraces, no alejan demasiado a “Home” del documental perpetrado por el de los 200.000 dólares por conferencia.
Está claro que el planeta sufre como consecuencia de la actividad humana, y es evidente que la conciencia ecológica es absolutamente necesaria. Pero asustar a la gente con datos a menudo discutibles y hacer una defensa de Alicia en el país de las maravillas de todo tipo de energía renovable, como la solar, que es carísima e híper contaminante, pues como que no cuela. Al que le sorprenda lo que acaba de leer, que se documente acerca de cómo se obtienen los paneles solares y la ingente cantidad de energía que se precisa para su elaboración. Claro, luego ya no contaminan.
Cuidemos la naturaleza, luchemos en la medida de nuestras posibilidades para lograr que las desigualdades en el mundo sean cada vez menores. Pero no nos cuenten milongas. La Tierra y el clima están vinculados con el Sol, su fuente de energía; así lo reconoce incluso el propio documental. Esa es la clave del clima, y no el coñazo del CO2, como un montón de científicos políticamente incorrectos afirman y el sentido común nos dicta.
Estética 10, rigor 0. Total: 5
Está claro que el planeta sufre como consecuencia de la actividad humana, y es evidente que la conciencia ecológica es absolutamente necesaria. Pero asustar a la gente con datos a menudo discutibles y hacer una defensa de Alicia en el país de las maravillas de todo tipo de energía renovable, como la solar, que es carísima e híper contaminante, pues como que no cuela. Al que le sorprenda lo que acaba de leer, que se documente acerca de cómo se obtienen los paneles solares y la ingente cantidad de energía que se precisa para su elaboración. Claro, luego ya no contaminan.
Cuidemos la naturaleza, luchemos en la medida de nuestras posibilidades para lograr que las desigualdades en el mundo sean cada vez menores. Pero no nos cuenten milongas. La Tierra y el clima están vinculados con el Sol, su fuente de energía; así lo reconoce incluso el propio documental. Esa es la clave del clima, y no el coñazo del CO2, como un montón de científicos políticamente incorrectos afirman y el sentido común nos dicta.
Estética 10, rigor 0. Total: 5
29 de abril de 2010
29 de abril de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las primeras palabras que me nacen tienen que ver con lo moral... después analizo la cinta en sí.
Como primer pregunta me surge... Por que aparecen logos de empresas al principio si después no nombra ni una sola en el despojo planetario? Curiosamente en esa lista visual de logos no aparecen Coca, Mercedes Benz, Nike, Pepsi, Nestle, Monsanto, Cargill, Bayer y miles de empresas mas que destruyen el planeta en nuestro nombre y estilo de vida enfermos.
La segunda intriga, después resuelta, surge en el tramo final cuando se supone que el autor nombra proyectos ejemplares de desarrollo sostenible, cuando cualquiera que esté en el tema sabe que las mismas grandes empresas y gobiernos, que destrozan el mundo, intentan limpiar su imagen con este fabuloso título marketinero, pero toda duda se disipa al ver el logo de la UNEP (en los títulos finales), dependiente de la nefasta y esquizoide Naciones Unidas que, por un lado avala los planes imperiales de extracción industrial de la tierra (FAO, Cascos Azules, etc) y por otro, tapa la luz del sol con la mano. Además, casi al final, aparece, oh sorpresa, el sitio de reducción de Carbono, tema casi esencial en la última y fantoche Cumbre de Copenaghen.
Como primer pregunta me surge... Por que aparecen logos de empresas al principio si después no nombra ni una sola en el despojo planetario? Curiosamente en esa lista visual de logos no aparecen Coca, Mercedes Benz, Nike, Pepsi, Nestle, Monsanto, Cargill, Bayer y miles de empresas mas que destruyen el planeta en nuestro nombre y estilo de vida enfermos.
La segunda intriga, después resuelta, surge en el tramo final cuando se supone que el autor nombra proyectos ejemplares de desarrollo sostenible, cuando cualquiera que esté en el tema sabe que las mismas grandes empresas y gobiernos, que destrozan el mundo, intentan limpiar su imagen con este fabuloso título marketinero, pero toda duda se disipa al ver el logo de la UNEP (en los títulos finales), dependiente de la nefasta y esquizoide Naciones Unidas que, por un lado avala los planes imperiales de extracción industrial de la tierra (FAO, Cascos Azules, etc) y por otro, tapa la luz del sol con la mano. Además, casi al final, aparece, oh sorpresa, el sitio de reducción de Carbono, tema casi esencial en la última y fantoche Cumbre de Copenaghen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las imágenes son casi un calco de enormes documentales 'sin argumento' de Godfrey Reggio, la trilogía Qatsi. La música es similar que en dicha saga documental al igual que en Baraka y Chronos.
Lo que éstas películas tienen es su 'no interferencia' en el argumento como sí la tiene Hogar. La parte final del mismo desbarata todo lo antesdicho, proponiendo el farsante y destructivo desarrollo sostenible, que como sabemos algunos, está auspiciada por buena parte de la gerencia empresario-estatal de la humanidad que está destruyendo el planeta. Así y todo, sirve para observar hermosos y tenebrosos paisajes y constatar (una vez mas) que la humanidad tiene mas de plaga que de especie interactuante.
Lo que éstas películas tienen es su 'no interferencia' en el argumento como sí la tiene Hogar. La parte final del mismo desbarata todo lo antesdicho, proponiendo el farsante y destructivo desarrollo sostenible, que como sabemos algunos, está auspiciada por buena parte de la gerencia empresario-estatal de la humanidad que está destruyendo el planeta. Así y todo, sirve para observar hermosos y tenebrosos paisajes y constatar (una vez mas) que la humanidad tiene mas de plaga que de especie interactuante.
5 de junio de 2009
5 de junio de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantásticas imágenes aéreas, se nota la vena fotográfica de Yann Arthus-Bertrand. La música es preciosa y emocionante, aunque no es muy original. El tempo del montaje, pausado y equilibrado, la haría un poco lentorra si no fuese por lo impactante de las imágenes.
Sobre el guión, podríamos decir que es como una regañina cariñosa, con mensaje final optimista, o más bien, de ánimo. Para mi gusto se queda flojo, pero entiendo que este es un film dirigido a un gran público, y ante un target extremadamente heterogéneo, lo que más funciona es suavizar los reproches y exponer de forma ordenada y clara los datos. Supongo que por eso no hay tampoco un lenguaje excesivamente científico y se han resumido y redondeado las cifras para no causar un efecto contrario al deseado, como sucede a menudo cuando se apabulla o satura al público con porcentajes y datos demasiado técnicos. Así, cuando hoy he ido a comprarme el Blu-Ray, en el foro de la FNAC había desde niños bien pequeños a mayores viéndola con gran atención y sepulcral silencio. En ese sentido, la estrategia es efectiva.
La importancia de esta película (y que comparte con otros títulos recientes, como 'El pan nuestro de cada día' o 'La hora 11'), no está en su posible valor cinematográfico, está en la difusión del importantísimo aviso que es fundamental hacer llegar al público, sobre la desnaturalización de las sociedades humanas, la gravedad del impacto tan profundo, irreparable y sangrante que hemos causado en un tiempo tan corto y la necesidad imperiosa de frenar esta vorágine. Por los animales, por la Tierra, por los demás seres humanos, por nosotros mismo y nuestros hijos... motivos hay de sobra para elegir.
Quien a día de hoy se crea la contrainformación llegada de altas esferas que intenta disipar la preocupación sobre TAN importante cuestión, quien insinúe siquiera que el cambio climático es una mera teoría es que no está muy al día de lo que sucede en el mundo ni de ciencia o prefiere no ver o no se entera de nada, porque no hay mayor ciego...
Una imagen del docu: si a alguien le parece natural (con lo que le gusta lo 'natural' a algunos sectores de opinión, ja!) ver a unos hombres trabajando en cultivos destinados a consumo humano, vestidos como si estuvieran manipulando residuos radiactivos... apaga y vámonos.
Si tenéis oportunidad, vedla en alta definición.
Deberían ponerla en las escuelas de todos los países 'desarrollados'.
Sobre el guión, podríamos decir que es como una regañina cariñosa, con mensaje final optimista, o más bien, de ánimo. Para mi gusto se queda flojo, pero entiendo que este es un film dirigido a un gran público, y ante un target extremadamente heterogéneo, lo que más funciona es suavizar los reproches y exponer de forma ordenada y clara los datos. Supongo que por eso no hay tampoco un lenguaje excesivamente científico y se han resumido y redondeado las cifras para no causar un efecto contrario al deseado, como sucede a menudo cuando se apabulla o satura al público con porcentajes y datos demasiado técnicos. Así, cuando hoy he ido a comprarme el Blu-Ray, en el foro de la FNAC había desde niños bien pequeños a mayores viéndola con gran atención y sepulcral silencio. En ese sentido, la estrategia es efectiva.
La importancia de esta película (y que comparte con otros títulos recientes, como 'El pan nuestro de cada día' o 'La hora 11'), no está en su posible valor cinematográfico, está en la difusión del importantísimo aviso que es fundamental hacer llegar al público, sobre la desnaturalización de las sociedades humanas, la gravedad del impacto tan profundo, irreparable y sangrante que hemos causado en un tiempo tan corto y la necesidad imperiosa de frenar esta vorágine. Por los animales, por la Tierra, por los demás seres humanos, por nosotros mismo y nuestros hijos... motivos hay de sobra para elegir.
Quien a día de hoy se crea la contrainformación llegada de altas esferas que intenta disipar la preocupación sobre TAN importante cuestión, quien insinúe siquiera que el cambio climático es una mera teoría es que no está muy al día de lo que sucede en el mundo ni de ciencia o prefiere no ver o no se entera de nada, porque no hay mayor ciego...
Una imagen del docu: si a alguien le parece natural (con lo que le gusta lo 'natural' a algunos sectores de opinión, ja!) ver a unos hombres trabajando en cultivos destinados a consumo humano, vestidos como si estuvieran manipulando residuos radiactivos... apaga y vámonos.
Si tenéis oportunidad, vedla en alta definición.
Deberían ponerla en las escuelas de todos los países 'desarrollados'.
5 de agosto de 2009
5 de agosto de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las primeras imágenes de la sucesión interminable de preciosas imágenes en desplazamiento suave que forman el documental, aparecen los nombres de ciertas firmas comerciales.
La verdad es que no recuerdo que, precisamente esas comañías, hagan muchos esfuerzos por salvar el planeta.
Por ejemplo, se empeñan en que los ciudadanos separemos las basuras en tres tipos, pero ¿y las empresas?
¿Cuánto combustible fósil gastan en el traslado de sus mercancias? ¿Cuánto material para embalar y luego desechar utilizan? ¿Cuántas bolsas de plástico siguen dando?.....
En fin, el discurso de moda hace 20 años era la pobreza en África, ahora es el "cambio climático", pero las acciones son las mismas.
La verdad es que no recuerdo que, precisamente esas comañías, hagan muchos esfuerzos por salvar el planeta.
Por ejemplo, se empeñan en que los ciudadanos separemos las basuras en tres tipos, pero ¿y las empresas?
¿Cuánto combustible fósil gastan en el traslado de sus mercancias? ¿Cuánto material para embalar y luego desechar utilizan? ¿Cuántas bolsas de plástico siguen dando?.....
En fin, el discurso de moda hace 20 años era la pobreza en África, ahora es el "cambio climático", pero las acciones son las mismas.
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