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Spider-Man: El hombre arañaTV

Fantástico. Acción Episodio piloto de la serie de TV estrenada al año siguiente y terminada en 1979, con los mismo protagonistas. En la cinta se narra la historia de Peter Parker como la ideó Ditko para la Marvel. Un misterioso personaje está controlando las mentes de algunos de los más insignes habitantes de la ciudad, por lo que Spiderman (Peter Parker) deberá desbaratar sus planes gracias a sus impresionantes poderes recién descubiertos tras la ... [+]
Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
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7
13 de agosto de 2008
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película se estrenó un viernes 14 de septiembre de 1977 en las salas de cine en Estados Unidos, dirigida por E.W. Swackhamer.

Las películas de mi infancia. Antes de que el Duende Verde me horrorizara, antes de que el Doctor Octopus me asombrara con sus cuatro brazos mecánicos, antes de sentir asco por la idealización del mejor villano de los cómics del arácnido, convertido en una mierda (Venom), al igual que el otro par de villanos que vimos el año pasado en El Hombre Araña 3; antes de eso, mi infancia estuvo marcada por dos películas (de una trilogía) que yo rentaba cuando apenas era un chaval, contaba con unos cinco años de edad.

Había dos películas en VHS en la tienda de renta Blockbuster (bien promoción) a las cuales yo identificaba con dos títulos: La del Hombre Araña con ojos blancos (ésta) y la del Hombre Araña con ojos negros (que es la última de la trilogía). Las llamaba así porque en esta película, el maldito traje convertido en pijama setentera contaba con los ojos blancos, como lo concebía el cómic, pero el otro maldito traje, contaba con uno googles (como de esos para poder ver debajo del agua) ¡negros! Aún así, esta última era mi primera opción, la cual comentaré más tarde, esta crítica es dedicada a esta película.

Ésta fue la única película de la trilogía que fue lanzada a los cines, mientras las otras fueron transmitidas por televisión junto con la misma serie de los años 70’s con los mismos actores. La película es un total fiasco, con sonidos de golpes grabados (no me sorprendería que le hubieran puesto también risas grabadas), escenas de acción totalmente ensayadas y lentas, sonido y música de los años setenta, efectos… bueno, ni siquiera tiene efectos especiales, etcétera. No cuenta con villanos clásicos del cómic, como dije, la película no tiene efectos especiales.

El villano, es el clásico malo de películas de superhéroes de época, un villano que controla mentes y deja hechas zombis a las personas. Sin embargo, como le he dicho, fueron películas que marcaron mi infancia, y un inicio fílmico del arácnido. Lo único que puedo recordar del filme es ver a un Peter Parker diferente al enclenque de cuando nada le salía bien, no aparece Mary Jane, pero si J. Jameson. Recuerdo que le puso una chinga a un bato expulsando una telaraña hacia una antena parabólica, que después le cae en la cabeza (al malo).

A los que no les gustó la última película del Hombre Araña, créanme, después de ver esta trilogía, verán como obras maestras a las otras. Como dicen todos los comentarios respecto a esta película, se ha convertido en todo un mito, todos la conocen, pero nadie la ha visto. Me considero afortunado de haberlas visto (aunque parezca broma).

Línea de póster:

“Por primera vez en la pantalla... el super-héroe favorito del mundo vive fabulosas aventuras” – The Amazing Spider-Man
4
6 de septiembre de 2014 Sé el primero en valorar esta crítica
Antes de nada, y sin haber leído nunca un cómic de Spiderman, aclarar lo del traje, en plan friki. Si el colega no tiene ni para pagarle al mensajero… ¿como cojones va a conseguir un pedazo de traje a lo Ironman? Se coge despojos de chándal de diferentes etapas de su vida y se hace un disfraz de truño andante y a correr. Lo mismo pasa con el apaleado Punisher de Lundgren, va a ir a la tienda y decir: “¿Me pueden estampar una calavera en la camiseta? Es para patearle el culo a los malotes. ¿La tendrán para el jueves?”. Y el dependiente: “Muy bien señor. ¿Me deja un teléfono de contacto?”

Pues va a ser que lo peor que tiene es volver a empezar la historia mil veces vista de cómo el “gilí” de Peter Parker se convierte en Spiderman, aunque es de agradecer que al menos nos ahorramos lo del tío. Y no es mala por trepar por un croma en el suelo, buscando vete a saber qué, mientras suena musiquilla de porno vintage. Ni es mala porque esa misma secuencia se repite hasta la náusea. Ni es mala porque el villano es ridículo y aburrido. Ni es mala porque hay una única pelea en toda la jodida película. Ni es mala porque nuestro héroe salve el pellejo de la forma más estúpida imaginable. Ni es mala porque en un momento dado el idolatrado arácnido decide atajar por la vía diplomática y evita pelearse, haciéndose colega de los malos. Ni es mala porque cuando lanza la telaraña repiten la misma secuencia, que se nota que está rebobinada hacia atrás.

Es mala porque es mala y ya está. Pero mola.
6
12 de abril de 2018 Sé el primero en valorar esta crítica
Imagínate un niño del 77 que ve a su héroe favorito en pantalla grande.
Las mallas son ridículas como poco, los villanos quedan lejos de los coloridos chalados comiqueros, las telarañas son cuerdas malamente atadas al cambio de plano…
¡Pero allí está, es Spider-Man, balanceándose por los cielos de la ciudad!

Realmente, en ‘Spider-Man: El Hombre Araña’ existe bien poco que salvar.
Por si los efectos cutres y la deriva culebronesca del argumento no es suficiente, bastará con los cuellos imposibles asomando de los terribles jerseis de Peter Parker para convencerte de que algunas cosas no deberían salir de las viñetas.
Pero el paso del tiempo la beneficia: actualmente, donde superhéroes cruzan el cielo día sí día también, hacía falta un buen puñado de locura para llevar uno a la pantalla, algo que a ninguno de los responsables les faltó tener.

Sí, no está escalando una casa, sino una pantalla terriblemente recortada.
Es cierto, cada vez que se calza el traje parece un estrafalario jorobado, en vez de un imponente acróbata.
En cada balanceo el director está rezando porque, por favor, la cuerda aguante y no se pegue una hostia.
Pero todo eso palidece ante unos actores que saborean sus frases estúpidas con una ingenuidad digna de elogio, creyéndose al milímetro la rancia trama de controles mentales: no deja de ser la misma ingenuidad que tenían aquellos niños del 77, asombrándose de que su superhéroe favorito diera dos puñetazos contados a tres mataos asiáticos y trepara por las paredes, aunque el obvio arnés no le permitiera ni pegar las rodillas.

Incluso, ¿quién dice que el realismo está ausente?
Siempre me pregunté cómo Spider-Man combatía el frío pese a pasearse en pijama por las azoteas: aquí está la respuesta, estornuda en la máscara como todo hijo de vecino, una estampa tan dantesca que merecería su hueco en el imaginario del personaje.

Realmente, todo se resume en la respuesta a (un demasiado amable) Jonah Jameson, por parte de un Peter que finalmente le entrega las codiciadas fotos del aventurero enmascarado, posando como si estuviera de fiesta con los colegas japoneses que anteriormente le querían curtir el lomo:

“Las he conseguido porque tenía fe. ¿Tiene usted fe?”

Efectivamente, esas fotos, y toda la película/serie, se realizaron porque esta gente tuvo fe por la fiebre de superhéroes allá en el lejano 1977.
Si careces de ella, difícilmente podrás ver el encanto de todo esto.
2
15 de agosto de 2006
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como todo superhéroe que se precie, Spiderman también debutó en el cine. Y lo hizo de una manera acorde con la época, con mayas ajustadas. Recuerdo haber visto esta película-piloto siendo jovencito pero ya entonces me resultó poco atractiva. No recuerdo gran cosa sobre las actuaciones o la trama (y viendo la trascendencia del pastiche, tampoco serían muy dignas de recordar), pero sí recuerdo detalles sobre el vestuario y los efectos especiales que sí son dignos de recordar. Véase, por ejemplo, la sobaquera con redecilla, los ojos saltones de fieltro, las cuerdas que llevan a Spiderman de un lado a otro, y la peculiar forma de subir paredes (¿habéis visto alguna vez a un perro nadar??).
Como bien decía el compañero en la crítica anterior, hoy en día contamos con unas más que buenas adaptaciones al cine del gran Spiderman, razón por la que tampoco está de más el poder echar un vistazo atrás y recordar los humildes orígenes cinematográficos del héroe con pijama del barça.
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