La ópera prima de Neús Vallús es esta sencilla película que retrata la vida de unos personajes con una sencillez pasmosa. La película tiene ritmo, un buen planteamiento y unos actores completamente naturales. Alguno parece que haya estado delante de la cámara toda la vida. Usando la cámara como testigo de sus vidas. No parece un documental al uso es una película de la vida.(Si no te lo dicen no crees que es un documental). Una mirada limpia y pura. Vallús usa el montaje como plataforma a su mirada y eso trasciende al espectador que mira y observa como pasa toda. Una bonita película que vale la pena ver. Esperamos grandes cosas de esta directora.

Pequeñas historias (cachitos) de personajes reales anónimos que habitan a nuestro alrededor. Con una María muy tierna.
Multilingüe, moldavo, filipino, catalán, son lenguas que se hablan y se oyen a nuestro alrededor.
No deja indiferente.
Muy recomendable.

La mirada es delicada y tierna, sobre todo el enfoque de la anciana y la cuidadora Filipina, pero le falta ritmo, además no bucea en las circunstancias del Moldavo, la Filipina ni siquiera del payes y la prostituta sabemos algo por el diálogo que mantiene pero creo que podía haber mostrado mediante diálogos algo más de información de unos personajes que sabemos su presente y suponemos cosas de su pasado pero la empatía y carga emocional hubiera sido mayor, creo.
Además la indefinición entre documental y ficción en que se mueve la hace perder significado en algunos tramos.
Con todo es un hermoso y triste documento de realidades que no suelen reflejarse.
Hay momentos de gran ternura y todas las partes del geriátrico están muy bien filmadas aunque titubea a la hora de meter la tijera en algunas escenas excesivamente largas, a mi modo de ver.
Lo dicho, humanidad a torrentes que es de lo que más careceremos, en un mundo cada vez más robotizado y falto de cariño.

Escrito a los productores, creadores y distribuidores de 'La Plaga', aclamada película en muchos puntos que no ha terminado de encajar en muchos otros:

El Abycine ha sido una oportunidad fantástica para mí, un maratón cinéfilo de lo más divertido hasta el pasado martes. Fue un día largo de universidad, trabajos y preocupaciones, pero lo acabaría con mis posaderas apoyadas en una butaca del cine. Momento de desconexión, relax, evasión. La proyección se titulaba 'La Plaga' y no sabía demasiado de ella, ni me importaba. No al menos hasta que esta empezó con algunos subtítulos en inglés. Vale, lo acepto, no es la primera vez que veo algo así, podré soportarlo. O eso es lo que creía. Una vez leí una frase que dictaba 'Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros', no fue así en esta ocasión, los problemas se convirtieron en propios y la batalla encarnizada por sobrevivir al sueño que me producía la película parecía derrotar al interés en decadencia que esta me provocaba. Es una película casi documental de historias reales, crueles y dramáticas provocaron mi total desconexión, solo que no del mundo como yo pretendía, si no con la propia película.

La sensación de quietud, serenidad y obviedad en una película que no parece contar nada mató mi inquietud por descubrir algo en ella, algo que rompió mis esquemas siendo que sus personajes tienen historias altamente cargadas de coraje y valor. Puede que gran parte de la culpa la tuvieran los subtítulos de los que hablaba antes. Tengo la suerte de saber algo de inglés y puedo entender los diálogos, pero ¿y si no fuera así? El descuido y despreocupación por parte de la distribución del film me sentó realmente mal. No sólo a mí, si no también a aquellos que se levantaron a mitad de la proyección para abandonar la sala.

El pesimismo chocó contra mis pensamientos en cuanto a 'La Plaga' y no pude alejarlo de mi cabeza, ni si quiera si carga emotiva lo consiguió. Esta vez me fui cansado y taciturno a casa.

No entiendo por qué se llama la plaga, más bien la llamaría El buen samaritano. Esta película se basa en calamidades peores que en el Vietnam, ni Pantoja hubiera sobrevivido. Pero Raúl sí lo hizo, y gracias al luchador en paro pasó un verano maravilloso, en compañía de Patricia Hernando, o no sé cómo se llamaba la filipina. El drama de la película surge cuando a la cnaiana María se la llevan unos enfermeros a la residencia de ancianos, que más parece un psiquíatrico. La escena que más me impactó fue cuando un enfermero en silla de ruedas, aunque la manejaba a las mil maravillas,, que en en la etiqueta del pecho ponía Homenangel, va y le limpia sin darles asco ni nada.