El subestimado George Seaton produjo y dirigió este thriller que adaptaba una novela de Alexander Klein.

Se trata de una extensa y absorbente épica de espionaje con el protagonismo principal de William Holden, con el que compartiremos sus acciones y pensamientos en Suecia, Alemania y Dinamarca, conociendo sus diferentes contactos y siendo testigos de sus avatares personales y "profesionales".

Nuestro hombre tendrá que fingir posturas pro-nazis (lo que provocará el alejamiento de sus amistades), moviéndose con inteligencia en ambientes de creciente sospecha y amenaza.

Los personajes poseen la suficiente significación, las interpretaciones son de primer nivel, la trama eleva el interés a menudo gracias a varios giros que dificultan la situación del protagonista, y las localizaciones aportan realismo a esta notable historia que cuenta con la participación secundaria de Klaus Kinski en el tramo final.

Sí, el título en español parece el de una comedia o peliculita menor pero es un señor film. Como película de espionaje es perfecta en su desarrollo y tensión pero además al estar realizada años después de la II G.M se aleja de la propaganda y nos hace ver y oír cosas de los actores que no se podía hacer en una película rodada en el transcurso de la guerra o en los inmediatos años siguientes. Así, además de la barbarie nazi también vemos que los bombardeos aliados irremediablemente causan muertes de civiles e inocentes y que los servicios secretos trabajan sucio.
Y a menudo se olvida el nombre de Holden en el listado de los grandes ,pero ha sido protagonista de dos de mis películas favoritas de la historia: Picnic y el Crepúsculo de los Dioses. Y el director era totalmente desconocido para mi hasta que vi hace poco 36 horas, otra muy buena película de espionaje en la II G.M.