Chantaje contra una mujer
6.8
1,809
Cine negro. Thriller
Cuando Kelly Sherwood, una joven empleada de banca, regresa a su domicilio en un barrio de San Francisco, es atacada por un desconocido que le exige que robe cien mil dólares del banco donde trabaja; si no cumple sus órdenes, asesinará a su hermana Toby. Aterrorizada, la joven se pone en contacto con el FBI, pero las pistas que aporta son muy escasas. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2008
27 de marzo de 2008
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un desaprensivo asmático (Poole) intenta chantajear aterrorizándola a una empleada bancaria (Remick), quien pondrá el caso en manos de la policía. Un magnífico policiaco, muestra inequívoca del ubicuo talento de Edwards.
Muy bien ambientada, fotografiada, dirigida y escrita, resulta intensa y apasionante, un suspense sobrio y notable, dónde hay una perfecta elección de los actores. Películas como esta da gusto verlas.
Muy bien ambientada, fotografiada, dirigida y escrita, resulta intensa y apasionante, un suspense sobrio y notable, dónde hay una perfecta elección de los actores. Películas como esta da gusto verlas.
9 de agosto de 2008
9 de agosto de 2008
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película negra que nos ilustra sobre lo polifacético que podía ser Blake Edwards. Se deja ver con agrado porque hay momentos tensos muy bien llevados, si bien inevitablemente los medios policiales quedan desfasados y cierta actitud de algunos personajes ahora nos parece un poco cándida e incluso demasiado idealista, es este aspecto el que la aleja de ser una obra maestra de cine negro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muy buena la escena del primer contacto con el chantajista o la del crimen de la fabricante de maniquíes.
1 de abril de 2010
1 de abril de 2010
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuántos cabos quedan sueltos y que atado está todo en esta sobresaliente película del maestro Edwards.
Tras el logradísimo inicio en el garaje, la conversación telefónica de la víctima con Rippley ya nos hace advertir que no estamos ante una película de tópicos, y sin embargo, cuántos homenajes se gasta el bueno de Blake, cuántas veces se copió a sí mismo, después de esta cinta, y cuántas veces quedó este film en la memoria de otros directores.
Sobresaliente partitura, buen guión adaptado, diálogos cortos y medidos, excelentes interpretaciones, acertadísimo casting, fotografía magistral... ¿qué falta? La mano de quien aún haría "Días de Vino y Rosas" es firme, y muestra sin complejos que ha bebido en Wells, Hitchcock, Kurosawa, Reed... y que es un discípulo agradecido. La rueda en escogidísimos escenarios naturales de San Francisco y alrededores. Hasta el vestuario aparece especialmente cuidado para ser una película de género policíaco y en blanco y negro. Sobresaliente ambientación en el club de jazz, en el zulo lleno de perchas polvorientas, en la fábrica de maniquíes, en el estadio de los Gigantes...
Rippley llega tarde a la fábrica de maniquíes... Qué lástima, ahí había otra película que podía ser tan buena como esta.
Tras el logradísimo inicio en el garaje, la conversación telefónica de la víctima con Rippley ya nos hace advertir que no estamos ante una película de tópicos, y sin embargo, cuántos homenajes se gasta el bueno de Blake, cuántas veces se copió a sí mismo, después de esta cinta, y cuántas veces quedó este film en la memoria de otros directores.
Sobresaliente partitura, buen guión adaptado, diálogos cortos y medidos, excelentes interpretaciones, acertadísimo casting, fotografía magistral... ¿qué falta? La mano de quien aún haría "Días de Vino y Rosas" es firme, y muestra sin complejos que ha bebido en Wells, Hitchcock, Kurosawa, Reed... y que es un discípulo agradecido. La rueda en escogidísimos escenarios naturales de San Francisco y alrededores. Hasta el vestuario aparece especialmente cuidado para ser una película de género policíaco y en blanco y negro. Sobresaliente ambientación en el club de jazz, en el zulo lleno de perchas polvorientas, en la fábrica de maniquíes, en el estadio de los Gigantes...
Rippley llega tarde a la fábrica de maniquíes... Qué lástima, ahí había otra película que podía ser tan buena como esta.
23 de agosto de 2013
23 de agosto de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blake Edwards era grande, muy grande. En argumento pero también en la dirección, y para muestra esta película, con soberbios movimientos de cámara y usos magníficos de las elipsis enfrentados a un argumento que no hay por dónde cogerlo. Un asesino del que no se sabe nada pero que hace lo que quiere frente a una policía que nunca está vigilando donde debe estar (la cafetería, la gasolinera, el pub, etc, etc) y que descubre cosas por ósmosis.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Toda la escena con la hermana pequeña y el jersey es el colmo de lo increíble.... desde la subida de ella al coche del malo ¿?¿? hasta la entrada en el sótano.
Óscar
Óscar
25 de agosto de 2020
25 de agosto de 2020
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al que le gusten las comedias del director que firma "Chantaje contra una mujer", lo quiera o no, está condicionado. Llega aquí, firmando un thriller, una de tantas historias de policía buscando a un criminal, y todo estará correcto. Y al revés, los que no encontramos ninguna gracia a aquel guateque y mucho menos a las películas de la pantera rosa (y otras, y otras...) llegamos escépticos aquí y no queda otra que ir a contracorriente.
No me olvido de "Días de vino y rosa", ahí queda, tal vez tocado por la barita, como sea, una película excepcional.
Pero lo de esta historia entre Glenn Ford y Lee Remick con un criminal, del que acabaremos sabiendo poco más de lo que sabemos al principio, no da para mucho más que el susto del principio. Luego todo se alarga inexplicablemente, se da poca información de ese peligroso hombre asmático y sobre todo, a partir de unas suposiciones que el espectador tiene que tragarse y pasar por alto, la película avanza a trompicones y no de la mejor manera. Una buena tijera de media hora tal vez, esos callejones sin salida que no aportan nada, qué se yo, con una historia más compacta a mí me habría convencido. Tal vez sean las maneras propias del director, al que le solían aplaudir todo lo que firmaba.
Tal vez sea yo, eso seguro. Soy capaz de afirmar que la presentación es de obra maestra, esas primeras escenas, diez, tal vez quince minutos excepcionales. Luego el globo se desinfla y al final todo es indiferencia.
No me olvido de "Días de vino y rosa", ahí queda, tal vez tocado por la barita, como sea, una película excepcional.
Pero lo de esta historia entre Glenn Ford y Lee Remick con un criminal, del que acabaremos sabiendo poco más de lo que sabemos al principio, no da para mucho más que el susto del principio. Luego todo se alarga inexplicablemente, se da poca información de ese peligroso hombre asmático y sobre todo, a partir de unas suposiciones que el espectador tiene que tragarse y pasar por alto, la película avanza a trompicones y no de la mejor manera. Una buena tijera de media hora tal vez, esos callejones sin salida que no aportan nada, qué se yo, con una historia más compacta a mí me habría convencido. Tal vez sean las maneras propias del director, al que le solían aplaudir todo lo que firmaba.
Tal vez sea yo, eso seguro. Soy capaz de afirmar que la presentación es de obra maestra, esas primeras escenas, diez, tal vez quince minutos excepcionales. Luego el globo se desinfla y al final todo es indiferencia.
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