Lázaro de Tormes
Comedia
Traslación a la gran pantalla del monólogo teatral que escribió Fernando Fernán Gómez inspirándose en la novela picaresca el "Lazarillo de Tormes" (1554). Un maduro Lázaro de Tormes (Rafael Álvarez "el Brujo) se ve obligado a demostrar ante la Justicia que su forma de vida, a lo largo de treinta años, se debió más a la necesidad de escapar del hambre que a su deseo de cometer delitos. A lo largo de su encendida declaración mezcla ... [+]
23 de febrero de 2021
23 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se trata de una adaptación fiel, sino más bien un film inspirado muy libremente en el clásico. Aunque está interpretado por gran parte de las glorias de todas las edades pertenecientes a la cinematografía española (con Rabal a la cabeza), a mí las interpretaciones no me terminan de convencer, El Brujo, muy familiarizado con el personaje (lo ha interpretado en el teatro en varias ocasiones) aquí intenta ser convincente y gracioso, pero como que no termina de cuajarlo, y además ya es muy mayor para el papel; el resto del elenco se limita a cumplir sin sobresalir demasiado (destaco que Agustín González sigue en su papel de Don Latino de "Luces de Bohemia", siempre interpreta de la misma forma a un borracho); la ambientación correcta, quizá demasiado preciosista, un error que muchas películas históricas españolas siguen cometiendo (las ciudades españolas de las épocas "medieval" y "renacentista" estaban mucho más sucias, y la gente, salvo la nobleza, iba vestida con ropas viejas, harapos y tampoco se lavaba mucho, la verdad).
En fin para mí una adaptación fallida, salvando la música y parte de la ambientación.
En fin para mí una adaptación fallida, salvando la música y parte de la ambientación.
4 de noviembre de 2010
4 de noviembre de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvando el tema literario y el guión, para mi el Brujo está genial. Yo me he divertido muchísimo, sobre todo con la historia del clérigo y los panes. Merece la pena ver también a muchos actores ya desaparecidos: Paco Rabal, Manuel Alexandre, o el gran Agustín González que está también genial.
25 de febrero de 2022
25 de febrero de 2022
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Película discreta que se deja ver... Y querer. Tal vez por la actuación del protagonista, un cómico Lázaro que va narrando a modo de flashback las peripecias de una vida ya conocidas en prosa por muchos y que no obstante, siguen entreteniendo.
La picaresca como forma de vida, tópico español extendido hasta nuestros días, no es más que la superficie de un profundo instinto de supervivencia en un Siglo de Oro donde no era oro todo lo que relucía. El maestro Fernán Gómez sabe compaginar como pocos el realismo histórico de la miseria de la época con un tono jocoso sostenido a lo largo del metraje que consigue sacarnos repetidas sonrisas. Fidedigna representación empero, como no podía ser de otro modo, predecibles argumento y trama para quienes sepan algo del clásico literario.
Recomendable para llenar los vacíos de esas tardes de fin de semana en casa o las rutinarias noches entre semana en las que el sofá es el sosiego último antes de abrazar a Morfeo.
La picaresca como forma de vida, tópico español extendido hasta nuestros días, no es más que la superficie de un profundo instinto de supervivencia en un Siglo de Oro donde no era oro todo lo que relucía. El maestro Fernán Gómez sabe compaginar como pocos el realismo histórico de la miseria de la época con un tono jocoso sostenido a lo largo del metraje que consigue sacarnos repetidas sonrisas. Fidedigna representación empero, como no podía ser de otro modo, predecibles argumento y trama para quienes sepan algo del clásico literario.
Recomendable para llenar los vacíos de esas tardes de fin de semana en casa o las rutinarias noches entre semana en las que el sofá es el sosiego último antes de abrazar a Morfeo.
15 de junio de 2022
15 de junio de 2022
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De las adaptaciones teatrales y literarias con un sesgo proliferante en la picaresca de tradición ibérica pobló sus primeros pasos dirigiendo, y mismamente así toca a su fin. Y como es identitario en el grueso de su obra -y en concreto del monólogo propio que adapta, basado en 'Lazarillo de Tormes'-, Fernán Gómez recurre por última vez, como en innumerables trabajos precedentes de su carrera, a la muleta narrativa del protagonista -Rafael Álvarez 'el Brujo', abordando a un personaje que se conoce al dedillo- exponiendo los hechos que en el transcurso de su azarosa vida le han empujado a comparecer en un tribunal ante el que intenta plasmar las vivencias que, desde su niñez, lo convirtieron en un buscavidas.
Fernán-Gómez congrega a un apelotonamiento de lo más granado del cine, teatro y la televisión española -y de sus propias películas, por descontado- para colocarle el broche de oro a una despedida que firma al alimón -al igual que en su ópera prima con Luis María Delgado, aunque en esta ocasión se debió a razones de salud- suponiéndole un soporte tan afín a él por coetáneo como por serle parejo en planteamientos estilísticos y temáticos (incluso en algunas décadas de la carrera de ambos) como José Luís García Sánchez.
Ahora sí, por cierto, y sin que me importe el tiempo que pudiesen llegar a trabajar juntos en esta película, sí que estamos ante un pretexto apropiado para meter -aunque fuese de forma tan puntual como Nuria Gallardo- a Beatriz Rico en el mismo saco de musas (la que podría haber seguido siendo) que trabajaron para Fernán-Gómez, con un papel a la misma altura que los que Analia Gadé, Lina Canalejas o Emma Cohen desempeñaron antes.
No sería ésta la última película en la que actuase Francisco Rabal, aunque afortunadamente tampoco iba a serlo 'Dagon: La secta del mar' (2001, Stuart Gordon).
Un cierre perfecto, idóneo y digno para la más que reivindicable trayectoria de Fernán-Gómez dirigiendo desde 1954 con un paréntesis cualitativo (en cine) de los años 90.
Fernán-Gómez congrega a un apelotonamiento de lo más granado del cine, teatro y la televisión española -y de sus propias películas, por descontado- para colocarle el broche de oro a una despedida que firma al alimón -al igual que en su ópera prima con Luis María Delgado, aunque en esta ocasión se debió a razones de salud- suponiéndole un soporte tan afín a él por coetáneo como por serle parejo en planteamientos estilísticos y temáticos (incluso en algunas décadas de la carrera de ambos) como José Luís García Sánchez.
Ahora sí, por cierto, y sin que me importe el tiempo que pudiesen llegar a trabajar juntos en esta película, sí que estamos ante un pretexto apropiado para meter -aunque fuese de forma tan puntual como Nuria Gallardo- a Beatriz Rico en el mismo saco de musas (la que podría haber seguido siendo) que trabajaron para Fernán-Gómez, con un papel a la misma altura que los que Analia Gadé, Lina Canalejas o Emma Cohen desempeñaron antes.
No sería ésta la última película en la que actuase Francisco Rabal, aunque afortunadamente tampoco iba a serlo 'Dagon: La secta del mar' (2001, Stuart Gordon).
Un cierre perfecto, idóneo y digno para la más que reivindicable trayectoria de Fernán-Gómez dirigiendo desde 1954 con un paréntesis cualitativo (en cine) de los años 90.
5 de julio de 2022
5 de julio de 2022
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225/04(04/07/22) Fallido film dirigido en principio por Fernando Fernán Gómez y posteriormente por José Luis García Sánchez, que retomó la dirección tras la enfermedad del primero, esto además provocó que Paco Rabal tuviera que hacer el rol del ciego que era originalmente de Fernán Gómez. La historia es una revisión libre de la obra seminal de la picaresca “La vida de Lazarillo de Tórmes” que es anónimo, apareciendo publicado en 1554 en Alcalá de Henares, Burgos y Amberes, pero en distintas versiones, obra considerada la mejor de la literatura española (no hace falta decir cuál es la primera). Esta es una versión secuela en la que conocemos al Lázaro adulto, encarnado por (el gran, aunque aquí no) Rafael Álvarez ‘El Brujo’, en un papel que ya había interpretado en el teatro, y me resulta su actuación demasiado enfática e intensa para lo que requiere su pícaro, lo hace suyo con sus constantes monólogos, en vez de adaptarse al personaje, demasiado serio y adusto, lo siento, pero quería que me gustase y ha sido que no. El espíritu agit-pro de la novela (y por lo que seguramente es anónima) está ahí, describiendo a un protagonista mísero que por las circunstancias se ve a bocado a su mal sino, donde son los demás los que lo mangonean e intentan aprovecharse de él, aquello del entorno es el que moldea, y Lázaro solo es un superviviente, ello ante los poderes opresores como la Iglesia, las autoridades o las clases altas (en este caso nobleza).
Lo vemos a Lázaro frente a un tribunal acusado de consentimiento de adulterio y para justificarse relata su cruel vida. Siendo varios con este sentido, los flash-backs, siendo los más sustanciosos los que todos conocemos (por la cultura popular) de sus andanzas de niño (Manuel Lozano, el pequeño actor que actuó con Fernán Gómez en “la lengua de las mariposas”, y que ya entonces demostró ser un error de casting, y aquí lo reafirma).
afirma) con el ciego, aunque esto prácticamente son tres escenas (el golpe a la figura de piedra, la longaniza, y el salto al ‘riachuelo’); Tras ello con el ávaro clérigo que esconde viandas en un cofre cual tesoro. Pero desgraciadamente cuando saltamos al presente todo me resulta tedioso, sin chispa, sin gracia, e incluso confuso en como saltamos por las elipsis y los flash-backs.
La sensación de frustración se acentúa cuando tenemos a grandiosos intérpretes en liza, como un penoso (puede ser sacrilegio decirlo, pero es la vez primera que lo veo mal) Agustín González; Karra Elejalde en un rol que simplemente da para cumplir; Juan Luis Galiardo da su clásico rol de pícaro mujeriego sin poner alma en el personaje; Álvaro de Luna en un papel insípido para él; Manuel Alexandre más parece que pasaba por allí y lo cogieron como cuasi-figurante; Francisco Algora otro que pone rostro y poco más; Tenemos a una sexy Beatriz Rico, pero que como actriz es entre cero y nada, desorientada; El único que da su carisma es el gran Paco Rabal que demuestra no hay papeles pequeños.
Un film que no me mueve a sensación alguna, no empatizo con los personajes, no conecto con su narración episódica sin gracia alguna, igual la falla está en el cambio de director, y es que José Luis García Sánchez sería gran amigo de Fernán Gómez, pero eso no le hacía poseedor de la clase del nacido en lima.
Esta novela clásica de “La vida del Lazarillo de Tórmes” ha sido adaptada varias veces: una versión muda, 1925, de Florian Rey con José Nieto, Conchita Montenegro y Pitusin. La version clasica : Lazarillo de Tormes 1959 de Cesar Fernandez Ardavin y gano el Oso de Oro en el Festival de Berlin, interpretada por Juanjo Menendez, Paeoletti, Carlos Casaravilla, Antonio Molino, Margarita Lozano, aquí Lazarillo trata de un ciego, finalmente parece encontrar un buen lugar entre una pícara compañía errante de titiriteros, pero justo cuando su carruaje se aleja alegremente con él como su aprendiz recién adquirido, se nos informa que antes de cumplir los catorce años, Lazarillo sin duda será ahorcado por su vida de crimen. Dado el carácter subversivo de Lazarillo, y su abierta crítica a la Iglesia católica, esta película fue fuertemente censurada por las autoridades franquistas.
La película se rodó en el Monasterio de Lupiana (Guadalajara), Talamanca de Jarama (Madrid) y Toledo.
Decepcionante film, con mucho desaprovechado. Gloria Ucrania!!!
Lo vemos a Lázaro frente a un tribunal acusado de consentimiento de adulterio y para justificarse relata su cruel vida. Siendo varios con este sentido, los flash-backs, siendo los más sustanciosos los que todos conocemos (por la cultura popular) de sus andanzas de niño (Manuel Lozano, el pequeño actor que actuó con Fernán Gómez en “la lengua de las mariposas”, y que ya entonces demostró ser un error de casting, y aquí lo reafirma).
afirma) con el ciego, aunque esto prácticamente son tres escenas (el golpe a la figura de piedra, la longaniza, y el salto al ‘riachuelo’); Tras ello con el ávaro clérigo que esconde viandas en un cofre cual tesoro. Pero desgraciadamente cuando saltamos al presente todo me resulta tedioso, sin chispa, sin gracia, e incluso confuso en como saltamos por las elipsis y los flash-backs.
La sensación de frustración se acentúa cuando tenemos a grandiosos intérpretes en liza, como un penoso (puede ser sacrilegio decirlo, pero es la vez primera que lo veo mal) Agustín González; Karra Elejalde en un rol que simplemente da para cumplir; Juan Luis Galiardo da su clásico rol de pícaro mujeriego sin poner alma en el personaje; Álvaro de Luna en un papel insípido para él; Manuel Alexandre más parece que pasaba por allí y lo cogieron como cuasi-figurante; Francisco Algora otro que pone rostro y poco más; Tenemos a una sexy Beatriz Rico, pero que como actriz es entre cero y nada, desorientada; El único que da su carisma es el gran Paco Rabal que demuestra no hay papeles pequeños.
Un film que no me mueve a sensación alguna, no empatizo con los personajes, no conecto con su narración episódica sin gracia alguna, igual la falla está en el cambio de director, y es que José Luis García Sánchez sería gran amigo de Fernán Gómez, pero eso no le hacía poseedor de la clase del nacido en lima.
Esta novela clásica de “La vida del Lazarillo de Tórmes” ha sido adaptada varias veces: una versión muda, 1925, de Florian Rey con José Nieto, Conchita Montenegro y Pitusin. La version clasica : Lazarillo de Tormes 1959 de Cesar Fernandez Ardavin y gano el Oso de Oro en el Festival de Berlin, interpretada por Juanjo Menendez, Paeoletti, Carlos Casaravilla, Antonio Molino, Margarita Lozano, aquí Lazarillo trata de un ciego, finalmente parece encontrar un buen lugar entre una pícara compañía errante de titiriteros, pero justo cuando su carruaje se aleja alegremente con él como su aprendiz recién adquirido, se nos informa que antes de cumplir los catorce años, Lazarillo sin duda será ahorcado por su vida de crimen. Dado el carácter subversivo de Lazarillo, y su abierta crítica a la Iglesia católica, esta película fue fuertemente censurada por las autoridades franquistas.
La película se rodó en el Monasterio de Lupiana (Guadalajara), Talamanca de Jarama (Madrid) y Toledo.
Decepcionante film, con mucho desaprovechado. Gloria Ucrania!!!
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