El doctor Arrowsmith
6.1
569
Drama
Martin Arrowsmith es un joven e idealista doctor que, tras graduarse, se ve obligado a renunciar a un puesto como investigador con el prestigioso Dr. Max Gottlieb para casarse con la enfermera Leora Tozer. Regresa a su hogar natal en el campo, estableciendo una pequeña consulta, y en su tiempo libre desarrollará un suero para detener una mortal plaga del ganado. (FILMAFFINITY)
11 de junio de 2023
11 de junio de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de Ford de 1931. Con toda su carga Fordiana, esa épica tan suya, el hombre frente al mundo, frente a la sociedad, frente a todos, frente a sí mismo.
No hay en el Doctor la más mínima muestra de clasismo o de elitismo. Con ideas propias, aunque no sean precisamente las imperantes en la sociedad. El fracaso al que se enfrenta le forja en el carácter
La historia es sencilla, no tiene efectos dramatúrgicos tan en boga en el cine actual. Martin Arrowsmith (Ronald Colman) es un joven e idealista doctor que aunque pretende dedicarse a la investigación con un prestigioso doctor decide ejercer la medicina para poder casarse con la enfermedad de la que está enamorado, la señorita Leora Tozer (Helen Hayes). La novela es del premio novel Sinclair Lewis, y el guión de Sidney Howard. El estudio es Samuel Goldwyn Company y la música de Alfred Newman.
Se instala en el campo y ejerce de médico, aunque en su tiempo libre se dedica a la investigación, abordando la fórmula para solventar una peligrosa enfermedad que está afectando al ganado.
El 'veneno' de la investigación le vuelve a infectar tras oro una conferencia de un médico famoso. Un canto a los soldados médicos, a los héroes de la medicina. Como siempre en Ford es el hombre corriente que, sometido a una presión extraordinaria, se convierte, de forma natural, no forzada, en un hombre providencial, al que se estaba esperando. Pero su transformación no es traumática o forzada. Es natural e incluso esperada. Pero el hombre no pretende que se le agradezca lo que hace, es su trabajo, es su ser, su forma de vivir, su natural ubicación en el mundo. Su forma de ser es esa: podría ser un médico normal y corriente, incluso vulgar, o un gran investigador científico, pero siempre, siempre, sometidos a la normalidad de la vida. El hombre extraordinario se encuentra en el hombre corriente, y esa es su grandeza. Las mujeres de Ford son fuertes y abnegadas, con carácter pero dúctiles, que tienen claro sus objetivos y que no renuncia a ellos. A mi parecen son mujeres muy femeninas, del mundo en el que les ha tocado vivir. Juegan en la subordinación al marido, al hermano. Su proyecto propio es ser parte del engranaje en el que se incrustan, sin pretensiones propias pero viviendo las del grupo, las del marido, aquellos para los fueron creadas. Lógicamente es una visión que puede ser sometida a crítica, naturalmente, pero no tienen un rol vicario o secundario. Son protagonistas de la historia, en su rol específico.
Obviamente te tiene que gustar este tipo de historias, aquellas que surgen de la normalidad de la vida.
No hay en el Doctor la más mínima muestra de clasismo o de elitismo. Con ideas propias, aunque no sean precisamente las imperantes en la sociedad. El fracaso al que se enfrenta le forja en el carácter
La historia es sencilla, no tiene efectos dramatúrgicos tan en boga en el cine actual. Martin Arrowsmith (Ronald Colman) es un joven e idealista doctor que aunque pretende dedicarse a la investigación con un prestigioso doctor decide ejercer la medicina para poder casarse con la enfermedad de la que está enamorado, la señorita Leora Tozer (Helen Hayes). La novela es del premio novel Sinclair Lewis, y el guión de Sidney Howard. El estudio es Samuel Goldwyn Company y la música de Alfred Newman.
Se instala en el campo y ejerce de médico, aunque en su tiempo libre se dedica a la investigación, abordando la fórmula para solventar una peligrosa enfermedad que está afectando al ganado.
El 'veneno' de la investigación le vuelve a infectar tras oro una conferencia de un médico famoso. Un canto a los soldados médicos, a los héroes de la medicina. Como siempre en Ford es el hombre corriente que, sometido a una presión extraordinaria, se convierte, de forma natural, no forzada, en un hombre providencial, al que se estaba esperando. Pero su transformación no es traumática o forzada. Es natural e incluso esperada. Pero el hombre no pretende que se le agradezca lo que hace, es su trabajo, es su ser, su forma de vivir, su natural ubicación en el mundo. Su forma de ser es esa: podría ser un médico normal y corriente, incluso vulgar, o un gran investigador científico, pero siempre, siempre, sometidos a la normalidad de la vida. El hombre extraordinario se encuentra en el hombre corriente, y esa es su grandeza. Las mujeres de Ford son fuertes y abnegadas, con carácter pero dúctiles, que tienen claro sus objetivos y que no renuncia a ellos. A mi parecen son mujeres muy femeninas, del mundo en el que les ha tocado vivir. Juegan en la subordinación al marido, al hermano. Su proyecto propio es ser parte del engranaje en el que se incrustan, sin pretensiones propias pero viviendo las del grupo, las del marido, aquellos para los fueron creadas. Lógicamente es una visión que puede ser sometida a crítica, naturalmente, pero no tienen un rol vicario o secundario. Son protagonistas de la historia, en su rol específico.
Obviamente te tiene que gustar este tipo de historias, aquellas que surgen de la normalidad de la vida.
1 de noviembre de 2022
1 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia empieza y acaba a lo Ford, pero se deja entre medias lo que pudo haber sido por el pecado de su despegue en la industria que le hizo pasar por el aro con un guión arrebatado y perfectamente filmado, dentro de lo que cabe.
El inicio engancha si se obvian los acelerones de guión y las pocas explicaciones. Sabemos que el doctor es un luchador idílico, ajeno de las injusticias que el mercado hace en sus víctimas. El propio Ford, en esta película, es víctima de lo voraz de la industria.
El inicio engancha si se obvian los acelerones de guión y las pocas explicaciones. Sabemos que el doctor es un luchador idílico, ajeno de las injusticias que el mercado hace en sus víctimas. El propio Ford, en esta película, es víctima de lo voraz de la industria.
29 de marzo de 2020
29 de marzo de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film que no está mal, que se sigue con interés y que está protagonizado por el gran Ronald Colman, aunque aquí no presenta su mejor versión.
Pero lamentablemente, en el momento culminante, en su parte final, la historia queda atropellada, con la inverosímil aparición del personaje de Myrna Loy y una sensación bastante agria.
Una película ambiciosa en sus premisas pero discreta en resultados.
Poco rastro de Ford.
Pero lamentablemente, en el momento culminante, en su parte final, la historia queda atropellada, con la inverosímil aparición del personaje de Myrna Loy y una sensación bastante agria.
Una película ambiciosa en sus premisas pero discreta en resultados.
Poco rastro de Ford.
21 de mayo de 2023
21 de mayo de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es fácil sentirse identificado con un hombre como el doctor Arrowsmith. Todos hemos tenido crisis existenciales en algún momento.
Todos nos hemos visto frente a muchas puertas por la que sólo una tendremos que entrar. A veces hay más puertas aún. A veces nos toca regresarnos y entrar por una diferente. Y en la búsqueda de esa satisfacción interior está nuestro deber de satisfacer a los seres queridos y a quienes esperan que nos desempeñemos lo mejor que podamos. Tener contentos a todos no es nada fácil. El doctor tuvo esa lucha interna por descubrirse a si mismo mientras cuidaba de quienes lo rodeaban. Su historia es la de todo hombre que busca cuál es su lugar en el mundo.
El personaje tiene una personalidad muy bien dimensionada.
Es impetuoso y apasionado por su trabajo. Su impulsividad lo llevan a tomar decisiones de las que después se arrepentirá. Es bondadoso y compasivo. Aunque su pasión por su trabajo lo lleva a descuidarse a si mismo y su esposa por momentos.
No me fue posible pensar en un crítica sin hacer una disección de todos los giros argumentales que mueven la historia de la vida del Dr. Arrowsmith. Los dejo en la zona spoiler.
A nivel técnico debo decir que Ford contó la historia mucho mejor que las dos últimas películas que vi de él.
La ambientación en una isla tropical de las Antillas está muy bien conseguida.
Me agrada que Ford haya contado la historia del doctor sin hacer excesivo énfasis es su situación familiar, que no era la mejor dado el mucho tiempo que le dedicaba a su trabajo. Se notan los conflictos, pero se resuelven rápido y la historia avanza. Su esposa, aunque parezca tener poca importancia para la trama, está ahí para hacer de conciencia del doc y para apoyarlo.
Todos nos hemos visto frente a muchas puertas por la que sólo una tendremos que entrar. A veces hay más puertas aún. A veces nos toca regresarnos y entrar por una diferente. Y en la búsqueda de esa satisfacción interior está nuestro deber de satisfacer a los seres queridos y a quienes esperan que nos desempeñemos lo mejor que podamos. Tener contentos a todos no es nada fácil. El doctor tuvo esa lucha interna por descubrirse a si mismo mientras cuidaba de quienes lo rodeaban. Su historia es la de todo hombre que busca cuál es su lugar en el mundo.
El personaje tiene una personalidad muy bien dimensionada.
Es impetuoso y apasionado por su trabajo. Su impulsividad lo llevan a tomar decisiones de las que después se arrepentirá. Es bondadoso y compasivo. Aunque su pasión por su trabajo lo lleva a descuidarse a si mismo y su esposa por momentos.
No me fue posible pensar en un crítica sin hacer una disección de todos los giros argumentales que mueven la historia de la vida del Dr. Arrowsmith. Los dejo en la zona spoiler.
A nivel técnico debo decir que Ford contó la historia mucho mejor que las dos últimas películas que vi de él.
La ambientación en una isla tropical de las Antillas está muy bien conseguida.
Me agrada que Ford haya contado la historia del doctor sin hacer excesivo énfasis es su situación familiar, que no era la mejor dado el mucho tiempo que le dedicaba a su trabajo. Se notan los conflictos, pero se resuelven rápido y la historia avanza. Su esposa, aunque parezca tener poca importancia para la trama, está ahí para hacer de conciencia del doc y para apoyarlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Motivado por su padre, se inicia en el estudio de la medicina.
Motivado por su mentor, el Dr, Gottlieb decide que su verdadera vocación es la de ser investigador científico.
Este le aconseja que se especialice como médico antes de dar el salto a la investigación.
Pero sus planes son de pronto truncados por una enfermera de la que se enamora.
Decide entonces ejercer en una comunidad rural. Algunos fracasos le hacen replantearse su situación.
Después de una conferencia dictada por un famoso galeno Sueco, retoma su labor con nuevas fuerzas.
Por pura casualidad, decide hacer unas investigación con animales, lo que resulta en un nuevo descubrimiento.
Es entonces invitado por el Dr. Gottlieb a un prestigioso centro de investigación en Nueva York donde recibe todo lo necesario para dedicarse enteramente a la investigación. Luego de dos decepcionantes años, por fin logra un nuevo descubrimiento. Pero este es robado y publicado en un instituto francés.
Sin embargo, cinco años después una nueva oportunidad se le presenta en el caribe donde se han reportado casos de peste bubónica.
Arrosmith se embarca, pero tiene problemas con los médicos de la isla que se niegan a un experimento que consiste en dejar a la mitad de los pacientes sin administrarles el suero.
Un medico local, el Dr. Marchand, le ayuda a realizar el experimento en un isla cercana.
Pronto las cosas se complican cuando los dos doctores que lo ayudan y su esposa mueren.
Destrozado, manda todo al demonio y decide administrar el suero a todos los enfermos.
Es recibibo en Nueva York como un héroe. Pero harto de el desmedido interés del director del centro por la publicidad, decide irse con un amigo a instalar su propio laboratorio en los bosques de Vermont.
Motivado por su mentor, el Dr, Gottlieb decide que su verdadera vocación es la de ser investigador científico.
Este le aconseja que se especialice como médico antes de dar el salto a la investigación.
Pero sus planes son de pronto truncados por una enfermera de la que se enamora.
Decide entonces ejercer en una comunidad rural. Algunos fracasos le hacen replantearse su situación.
Después de una conferencia dictada por un famoso galeno Sueco, retoma su labor con nuevas fuerzas.
Por pura casualidad, decide hacer unas investigación con animales, lo que resulta en un nuevo descubrimiento.
Es entonces invitado por el Dr. Gottlieb a un prestigioso centro de investigación en Nueva York donde recibe todo lo necesario para dedicarse enteramente a la investigación. Luego de dos decepcionantes años, por fin logra un nuevo descubrimiento. Pero este es robado y publicado en un instituto francés.
Sin embargo, cinco años después una nueva oportunidad se le presenta en el caribe donde se han reportado casos de peste bubónica.
Arrosmith se embarca, pero tiene problemas con los médicos de la isla que se niegan a un experimento que consiste en dejar a la mitad de los pacientes sin administrarles el suero.
Un medico local, el Dr. Marchand, le ayuda a realizar el experimento en un isla cercana.
Pronto las cosas se complican cuando los dos doctores que lo ayudan y su esposa mueren.
Destrozado, manda todo al demonio y decide administrar el suero a todos los enfermos.
Es recibibo en Nueva York como un héroe. Pero harto de el desmedido interés del director del centro por la publicidad, decide irse con un amigo a instalar su propio laboratorio en los bosques de Vermont.
25 de junio de 2017
25 de junio de 2017
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por John Ford, fue interpretada por Ronald Colman, Helen Hayes y Richard Bennett en los principales papeles. Fue nominada en cuatro categorías (película, Guión: Sidney Howard, fotografía: Ray June y diseño de producción:Richard Day) no ganando ninguna.
La película cuenta la historia de Arrowsmith (Ronald Colman), un estudiante de medicina con prometedora carrera como investigador médico, que lo deja todo para irse a vivir con su esposa (Helen Hayes) a su pueblo natal y trabajar como médico allí.
Un epidemia en el ganado le hará volver a la investigación, y, gracias al éxito obtenido, puede trabajar en el instituto donde trabaja su antiguo profesor (A.E. Anson).
Una epidemia de peste bubónica en el Caribe lo traslada allí donde experimentará con la mitad de sus habitantes un suero para curar la enfermedad.
La película me parece fallida por el hecho de que trata de abarcar mucho en un metraje relativamente corto, haciendo que la historia esté demasiado apresurada y no entendiéndose por momentos.
Sin embargo tiene puntos que la hacen interesante y curiosa. El que más me llama la atención es el del doctor Marchand (Clarence Brooks), médico negro que permite que pruebe el suero con los habitantes de su isla, al negarse los habitantes de raza blanca a que experimenten con ellos. Es interesante el hecho de que un actor negro interprete por primera vez un personaje de raza negra con carrera universitaria y respetado médico sin caer en los estereotipos típicos de la época.
También resulta interesante la introducción del personaje de Mirna Loy con la que sugerirán, no quedando claro (al menos para mí) un posible adulterio.
Ya no tan interesante, pero si graciosa, es la escena donde Arrowsmith le saca una muela careada a un niño mediante un sistema, por el cual hoy en día no le dejarían volver a ejercer la medicina.
Se estreno el 26 de diciembre de 1931 en USA, siendo la premiere el 9 de diciembre de ese mismo año en Nueva york.
La película cuenta la historia de Arrowsmith (Ronald Colman), un estudiante de medicina con prometedora carrera como investigador médico, que lo deja todo para irse a vivir con su esposa (Helen Hayes) a su pueblo natal y trabajar como médico allí.
Un epidemia en el ganado le hará volver a la investigación, y, gracias al éxito obtenido, puede trabajar en el instituto donde trabaja su antiguo profesor (A.E. Anson).
Una epidemia de peste bubónica en el Caribe lo traslada allí donde experimentará con la mitad de sus habitantes un suero para curar la enfermedad.
La película me parece fallida por el hecho de que trata de abarcar mucho en un metraje relativamente corto, haciendo que la historia esté demasiado apresurada y no entendiéndose por momentos.
Sin embargo tiene puntos que la hacen interesante y curiosa. El que más me llama la atención es el del doctor Marchand (Clarence Brooks), médico negro que permite que pruebe el suero con los habitantes de su isla, al negarse los habitantes de raza blanca a que experimenten con ellos. Es interesante el hecho de que un actor negro interprete por primera vez un personaje de raza negra con carrera universitaria y respetado médico sin caer en los estereotipos típicos de la época.
También resulta interesante la introducción del personaje de Mirna Loy con la que sugerirán, no quedando claro (al menos para mí) un posible adulterio.
Ya no tan interesante, pero si graciosa, es la escena donde Arrowsmith le saca una muela careada a un niño mediante un sistema, por el cual hoy en día no le dejarían volver a ejercer la medicina.
Se estreno el 26 de diciembre de 1931 en USA, siendo la premiere el 9 de diciembre de ese mismo año en Nueva york.
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