Bienvenido a Farewell-Gutmann
2008 

6.0
505
Drama
Ruiz ha muerto. El departamento de Recursos Humanos de la empresa farmacéutica Farewell-Gutmann ha perdido a su abnegado director, pero Lázaro, Adela y Fernando no lo echarán en falta. Todavía caliente el cuerpo del difunto, sus sacrificados subordinados inician la carrera por la sucesión. La llegada de un excéntrico ejecutivo procedente de la central cambiará para siempre las relaciones entre ellos. (FILMAFFINITY)
6 de julio de 2008
6 de julio de 2008
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un subgénero que hasta el momento aún no ha llegado a decepcionarme, y que conecta muy directamente con las inquietudes contemporáneas, es el de las películas que abordan el tema de las relaciones y la conflictividad laboral. En los últimos años hemos podido disfrutar de varios ejemplos que nos presentan el entorno del trabajo como un microcosmos muy particular y un caldo de cultivo excepcional donde observar ciertos límites éticos en las relaciones personales.
Películas brillantes como El Método, la mordaz El Jefe de Todo Esto, la inquietante Arcadia o, incluso, Casual Day (la más floja de todas éstas); exploran de manera muy interesante preocupaciones, situaciones y obsesiones muy identificativas del homo sapiens del siglo XXI, y, a la vez, suelen dejar al descubierto diversas posibilidades de análisis moral en actitudes totalmente reconocibles en variopintos individuos de nuestro entorno, para demostrar, así, cómo en muchos casos, pese a la teórica evolución de las especies, debido a un gran número de rasgos seguimos siendo una manada de monos.
En este caso en concreto, Bienvenido a Farewell-Gutmann sigue esta interesante línea de interpretación y crítica sociológica, cumpliendo una muy necesaria función de reflexión moral y de revisión de toda una serie de valores, que, vistos desde fuera siempre resultan más significativos e, incluso, dependiendo del receptor, efectivamente hirientes.
La película funciona a manera de ácida fábula con moraleja; con un guion y unos diálogos que no tienen desperdicio y un desarrollo in crescendo que, pese a un torpe arranque inicial, posteriormente acaba enganchando el interés del espectador. Aparte de este aspecto mejorable, quizás lo único achacable sea un cierto descuido formal, manifestado en un desaliño visual que nos hace añorar el impecable estilo de la descomunal Concursante, cuyo lenguaje cinematográfico sigue pareciéndome ideal para abordar con gancho asuntos de esta temática.
En definitiva, sin ninguna duda ésta es una de las poquísimas opciones inteligentes y estimulantes (también inadvertidas, por desgracia para quienes se la pierdan) entre el mar de bazofia al que las carteleras estivales nos suelen castigar ya por tradición.
Por otra parte el film confirma el muy buen momento creativo de la más reciente cinematografía española, cuya crisis es, fundamentalmente, de gestión y promoción.
Películas brillantes como El Método, la mordaz El Jefe de Todo Esto, la inquietante Arcadia o, incluso, Casual Day (la más floja de todas éstas); exploran de manera muy interesante preocupaciones, situaciones y obsesiones muy identificativas del homo sapiens del siglo XXI, y, a la vez, suelen dejar al descubierto diversas posibilidades de análisis moral en actitudes totalmente reconocibles en variopintos individuos de nuestro entorno, para demostrar, así, cómo en muchos casos, pese a la teórica evolución de las especies, debido a un gran número de rasgos seguimos siendo una manada de monos.
En este caso en concreto, Bienvenido a Farewell-Gutmann sigue esta interesante línea de interpretación y crítica sociológica, cumpliendo una muy necesaria función de reflexión moral y de revisión de toda una serie de valores, que, vistos desde fuera siempre resultan más significativos e, incluso, dependiendo del receptor, efectivamente hirientes.
La película funciona a manera de ácida fábula con moraleja; con un guion y unos diálogos que no tienen desperdicio y un desarrollo in crescendo que, pese a un torpe arranque inicial, posteriormente acaba enganchando el interés del espectador. Aparte de este aspecto mejorable, quizás lo único achacable sea un cierto descuido formal, manifestado en un desaliño visual que nos hace añorar el impecable estilo de la descomunal Concursante, cuyo lenguaje cinematográfico sigue pareciéndome ideal para abordar con gancho asuntos de esta temática.
En definitiva, sin ninguna duda ésta es una de las poquísimas opciones inteligentes y estimulantes (también inadvertidas, por desgracia para quienes se la pierdan) entre el mar de bazofia al que las carteleras estivales nos suelen castigar ya por tradición.
Por otra parte el film confirma el muy buen momento creativo de la más reciente cinematografía española, cuya crisis es, fundamentalmente, de gestión y promoción.
31 de diciembre de 2017
31 de diciembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver su última cinta, A PUERTA FRÍA, busco antecedentes de este director y encuentro esta película, de 2008, en la que redunda en el cruel paso del tiempo, la falta de compañerismo, la competencia desleal y todo lo amargo que resulta el complejo mundo laboral. En esta película, de forma mucho más explícita y, sobre todo, con parábolas y sobreentendidos que resultan, en muchos casos, demasiado artificiales. Se apoya en una situación límite, se apoya en un magnífico reparto que redondean sobre todo una espléndida Ana Fernández y un gran y mefistofélico Héctor Colomé, magnífico en su papel de cruel y decisivo directivo que debe purgar y elegir entre una terna de compañeros de trabajo que se relacionan entre sí como nos relacionamos todos con los nuestros, con esa mezcla de odio y amor que puede resultar terrible y salpicar, casi siempre, a nuestras vidas familiares, como aquí es el caso. Buen planteamiento, buenos duelos interpretativos y exceso de artificio en las formas y en algunos diálogos. Interesante película, nunca aburre.
29 de noviembre de 2008
29 de noviembre de 2008
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante segundo largo del catalán Xavi Puebla, tras haber debutado hace seis años con Noche de Fiesta.
La peli está francamente bien, no es redonda, pero tiene unas cuantas cosillas interesantes, como supieron apreciar en festivales como el de Montreal, donde se llevó el premio al mejor guión, o Málaga (premio a Ana Fernández y a la música de Mikel Salas).
La trama tiene cierto punto onírico, como de juego perverso e irreal, desarrollado en el departamento de Recursos Humanos de una empresa multinacional, en el cual, tras el fallecimiento del anterior director, un inquietante personaje, Lúger, es enviado con el cometido de llevar a cabo un proceso de selección entre tres candidatos, Martín, Lázaro y Adela. Esto sirve para que esas personas interactúen, revelando sus cualidades y sus miserias, sus miedos y sus esperanzas; al mismo tiempo, cada uno de ellos tiene su particular "víctima", su aspirante a trabajador (Santiago, Nadia y Fernando). Todo esto conforma una pirámide atractiva, en la que los actores están realmente bien, sobre todo un Héctor Colomé en estado de gracia. La peli es austera y con ciertas aspiraciones trascendentales, pero me parece que está bien logrado el objetivo, es decir, mostrar a esos ratones a expensas de lo que el gato quiera hacer con ellos. En este sentido, la ambientación está realmente bien, apenas salen de ese despacho de la última planta, y , si lo hacen, es para meterse en otros ambientes que acentúan la claustrofobia, como el garaje o unos pasillos en los que hay muchas puertas que parecen estar siempre cerradas.
Lo malo, que lo más seguro es que esta peli pase desapercibida para la mayoría de los espectadores potenciales, y esto es una verdadera lástima, porque merece la pena.
La peli está francamente bien, no es redonda, pero tiene unas cuantas cosillas interesantes, como supieron apreciar en festivales como el de Montreal, donde se llevó el premio al mejor guión, o Málaga (premio a Ana Fernández y a la música de Mikel Salas).
La trama tiene cierto punto onírico, como de juego perverso e irreal, desarrollado en el departamento de Recursos Humanos de una empresa multinacional, en el cual, tras el fallecimiento del anterior director, un inquietante personaje, Lúger, es enviado con el cometido de llevar a cabo un proceso de selección entre tres candidatos, Martín, Lázaro y Adela. Esto sirve para que esas personas interactúen, revelando sus cualidades y sus miserias, sus miedos y sus esperanzas; al mismo tiempo, cada uno de ellos tiene su particular "víctima", su aspirante a trabajador (Santiago, Nadia y Fernando). Todo esto conforma una pirámide atractiva, en la que los actores están realmente bien, sobre todo un Héctor Colomé en estado de gracia. La peli es austera y con ciertas aspiraciones trascendentales, pero me parece que está bien logrado el objetivo, es decir, mostrar a esos ratones a expensas de lo que el gato quiera hacer con ellos. En este sentido, la ambientación está realmente bien, apenas salen de ese despacho de la última planta, y , si lo hacen, es para meterse en otros ambientes que acentúan la claustrofobia, como el garaje o unos pasillos en los que hay muchas puertas que parecen estar siempre cerradas.
Lo malo, que lo más seguro es que esta peli pase desapercibida para la mayoría de los espectadores potenciales, y esto es una verdadera lástima, porque merece la pena.
24 de diciembre de 2008
24 de diciembre de 2008
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de actores, con ambiente excesivamente hermético, presentada en todo momento bajo un prisma de ficción y centrada su justiciera conducta en torno a un personaje, tan atractivo en su singularidad, como fallido en su irreal omnisciencia.
Deviene su transcurso con un titubeo constante entre la genialidad y el absurdo, aunque consigue con creces que, a pesar de ello, no decaiga el interés, aunque este hecho no oculte la decepción de haber podido escalar a un nivel superior.
Actuaciones que aparentan solvencia con algún que otro altibajo, para un producto que apunta al centro de la diana, pero carece de la sensación de autenticidad que afinaría, sin duda, la puntería.
Lástima, es interesante, pero daba para más.
Deviene su transcurso con un titubeo constante entre la genialidad y el absurdo, aunque consigue con creces que, a pesar de ello, no decaiga el interés, aunque este hecho no oculte la decepción de haber podido escalar a un nivel superior.
Actuaciones que aparentan solvencia con algún que otro altibajo, para un producto que apunta al centro de la diana, pero carece de la sensación de autenticidad que afinaría, sin duda, la puntería.
Lástima, es interesante, pero daba para más.
20 de enero de 2009
20 de enero de 2009
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tema parece muy atractivo, los actores creibles.
La película arranca bien, pero en diez minutos se viene abajo, mejor dicho, se llena de naftalina. Todo parece teatro, del bueno, pero teatro.
No hay ritmo, al argumento se ve venir, y eso que la historia parece interesante con sus trapos sucios de cualquier empresa, pero se estanca y todo queda en una magnífica obra de teatro. pero sin hilo, solo un fondo conductor.
Un lástima, porque después de ver "El Método" me las prometía felices con una película española de actualidad sin entrar en comedietas sobre la realidad laboral de muchos en España.
Los actores son excepcionales pero faltan secundarios, faltan otros escenarios, falta dinamismo. La dirección es lenta, la música pesada, el guión demasiado efectista. ¿Trabajan en un laboratorio médico o en una morgue?
Otra vez será.
La película arranca bien, pero en diez minutos se viene abajo, mejor dicho, se llena de naftalina. Todo parece teatro, del bueno, pero teatro.
No hay ritmo, al argumento se ve venir, y eso que la historia parece interesante con sus trapos sucios de cualquier empresa, pero se estanca y todo queda en una magnífica obra de teatro. pero sin hilo, solo un fondo conductor.
Un lástima, porque después de ver "El Método" me las prometía felices con una película española de actualidad sin entrar en comedietas sobre la realidad laboral de muchos en España.
Los actores son excepcionales pero faltan secundarios, faltan otros escenarios, falta dinamismo. La dirección es lenta, la música pesada, el guión demasiado efectista. ¿Trabajan en un laboratorio médico o en una morgue?
Otra vez será.
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