Son de estas películas que si no te encuentras con ellas por casualidad nunca las verás, Hoy me he encontrado con ella y me he encontrado con una maravilla.

Empezaré por la excelente actuación de Tom Hardy. Si es difícil clavar el personaje de Stuart, una persona con problemas con el alcohol de drogas y una enfermedad, el lo ha bordado. Los gestos, los andares, la voz...

Un guión superlativo, donde de principio a fin te hace te hace estar sumiso en la pantalla. No pierdes el hilo en ningún momento. Te hace meterte en la historia como si tu fuera la voz de Alexander, como cuando eres pequeño y te cuentan tus padres un cuento antes de irte a dormir. Unos diálogos claros que te hacen ponerte en la piel de Stuart y de Alexander.

El cine es un tipo de arte y en esta película lo combinan con otro tipo de arte, como son las ilustraciones, y por ello hacen a esta película un poco mas especial de lo que ya es.

La banda sonora sencilla pero apropiada para cada momento de la película, un gran acierto.

Mi opinión es que es una película que todo el mundo debería de ver. Una película con bastante ética, que te hace recapacitar sobre ciertas cosas de la vida. Que si ponemos un poco de nuestra parte, podríamos cambiar muchas vidas.

"¿ Una cosa que cambiaría? No haber conocido la violencia"

La calle puede ser monótona, aburrida y húmeda, pero si te sientas en una esquina sobre unos cartones a pasar la noche se convierte en un medio absolutamente hostil y despiadado.

La historia de Stuart, como la de tantos otros sin techo, es a de una vida torcida por las circunstancias, nadie pidió que le pasara nada malo en la niñez o en la adolescencia, la resultante tras tener malas compañías tiene siempre dos apellidos … drogas y alcohol.

Brillantísimo el papel de Tom Hardy en el papel de Stuart, sus movimientos, su forma de hablar le ponen al ciento por ciento en la piel de alguien que quemó su vida hace mucho y del que ahora solo quedan las cenizas.