Supongo que ya es que se trata de cosas de la edad, pero debo reconocer que hay cosas que ya no entiendo demasiado bien. Debo confesar que ya no comprendo demasiado bien cómo esta película ha llegado a ser el éxito que ha llegado a ser. Un bebé que habla y que es un mandamás de una empresa de bebés que ha sido enviado al mundo para conseguir yo no sé qué… un galimatías con el que te quedas con una cara de “¿pero qué coño…?

Vi que todo el mundo en la sala se reía, vi a mis hijos pasar un buen rato, incluso mi mujer disfrutó de lo lindo, así que supongo que el problema es mío, será que tengo demasiada “malafollá” como decimos en mi tierra o será que me hago viejo, o quizá sean todas esas cosas a la vez. Es cierto que el cine de animación no va dirigido a personas como yo, es decir, yo no soy su público objetivo y hay que asumirlo y así es como debe ser, pero, desde una perspectiva totalmente personal, lo he pasado muy bien viendo muchas películas de animación, pero es que hay “mundos posibles” de este tipo de películas que no entiendo y algunas que me molestan profundamente (como “Madagascar” o “Turbo”)… esta pertenece a las primeras.

En definitiva, no es la mejor película del género, ni siquiera la pondría yo entre las veinte primeras porque es de esas que esconde la falta de ideas frescas en un maremágnum de escenas ruidosas y espectaculares. Eso sí, la factura técnica es impecable.

Déjate encandilar por el tráiler porqué es bueno, muy bueno, un bebé con traje y corbata al estilo James Bond, unos graciosos y monísimos ayudantes, persecuciones con cochecitos de pedales, humor y una música pegadiza prometen 97 minutos de diversión de la buena. Si a ello le sumamos el sello DreamWorks con una sólida filmografía con joyas como ‘Shrek’, ‘Madagascar’, ‘Como entrenar a tu dragón’ y ‘Wallace & Gromit’, la apuesta está asegurada.

Pues no, toda esa efervescencia preliminar se evapora frente a tus ojos a medida que vas visionándola. Posiblemente gustará a los pequeños ya que su apartado gráfico y sus personajes son los suficientemente golosos como para saciar su apetito de dibujos animados, aun así ‘The Boss Baby’ es un refresco light i sin cafeína. ¿Bebés, humor y calidad visual? Uno espera algo mucho más ambicioso que lo ofrecido, un largometraje falto de fuerza, apenas gracioso y carente del carisma que promete.

Puedes ir a verla con tus hijos, sobrinos o nietos más pequeños, la disfrutarán, pero incluso ellos se darán cuenta que ‘El bebé jefazo’ carece de esa magia envolvente de otras cintas de animación que tanto les hacen soñar. Una pena!

Lo mejor: unos simpáticos personajes y poco más.

Lo peor: carece de casi todo lo que se espera de una buena película de animación.

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Apología al capitalismo más despiadado presentado en forma de comedia infantil. Un niño de siete años sufre la merma en las atenciones de sus padres con la llegada de su hermano. El hermano, bebé jefazo, es en realidad investigador de una empresa privada que quiere averiguar el motivo por el que las familias prefieran dar más amor a las mascotas que a los bebes, con el fin de poder revertirlo. Pronto, las envidias del hermano mayor cambian para aliarse con su hermano.

La película juega muy bien con el humor, con ingenio y creatividad, y genera divertidas escenas y gags. La figura del bebé es entrañable y enseguida engancha; contrapone la ternura de un niño con su carácter de líder, un personaje hilarante muy bien acompañado por otros de carácter bien extremista y marcado pero que acompañan muy bien al protagonista.

Ahora bien, el mensaje de la película, mostrar la maternidad como una fábrica de automóviles, asemejar la responsabilidad laboral con la inocencia de la niñez, y naturalizar la competencia capitalista bajo un régimen piramidal y meritocrático hace de la cinta un producto capcioso, desnaturalizado, artificioso y engañoso para la infancia. La cantidad de frases en que se lanza este mensaje, disimuladas en la trama, puede pasar desapercibidas para la visión de la infancia, pero nunca para cualquier espectador. La intencionalidad de los productores es evidente. Miedo me da pensar que el mensaje cale en la infancia como un conocimiento más aprendido en el colegio. Basura audiovisual.

Es posiblemente la mejor puta peli que he visto en mi vida, inmejorable, la he visto hoy con dos colegas comiendo pizza y nos hemos partido el ojete mil veces, además la trama es compleja y te mantiene en vilo toda la película, aunque la Klara decía que al final flojea un poco yo creo que es porque no se puede estar arribísima todo el rato, me ha flipado, y el bebé es monísimo, y el niño gordito tambiém, nos ha encantado entera, yo estoy en un sitio de okupas donde a veces ponen pelis y voy a ver si me dejan ponerla para que lo flipen los chavales del barrio, aunque el filtro especista no lo pasa del todo.

Me gustó por su creatividad, ya que se ven los sentimientos de un hermano mayor, que ve que le van dando de lado los padres en cuanto a llamar la atención. Y cómo le va cogiendo cariño, a medida que le va ayudando a conseguir ser el jefe de todos los bebés.

Una película con gran creatividad.

Para todos los públicos.