Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)
1992 

6.7
23,247
Terror. Comedia
Un científico descubre en Skull Island un ejemplar muy extraño de mono rata al que acompaña una terrible maldición, según los nativos. El ejemplar es trasladado a Nueva Zelanda para su estudio. Por otra parte, Lionel es un joven que vive con su insoportable madre, que no aprueba la relación que acaba de comenzar con Paquita, la hija del tendero. Cuando los dos enamorados realizan una visita al zoológico, ella les vigila en secreto, y ... [+]
23 de junio de 2008
23 de junio de 2008
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Exacto, estamos hablando de Peter Jackson, el mismo director al que medio mundo puso en un pedestal gracias a su trilogía sobre ‘El Señor de los Anillos’. Sí, antes de convertirse en un aclamado y distinguido cineasta, el Sr. Jackson se movía por círculos mucho menos glamorosos. Así lo demuestran sus dos primeros largometrajes. ‘Bad taste (mal gusto)’ y ‘El delirante mundo de los Feebles’. Para hacernos a la idea, la primera trata sobre una invasión de alienígenas empeñados en construir en la Tierra una hamburguesería intergaláctica en la que se sirva carne humana. La segunda habla de los oscuros entresijos del mundo del espectáculo: miseria, sexo, drogas, muerte… todo ello contado a través de unas simpáticas marionetas.
Las dos primeras experiencias cinematográficas “serias” del director neozelandés no pueden considerarse completamente satisfactorias. Ambas acaban pagando la falta de medios y un aire excesivamente amateur, que las acaba acomodando en los peligrosos territorios de lo irritante. No obstante, se puede rescatar de ellas un incontenible espíritu gamberro y desenfadado, aparte de un innegable buen ofici dentro del género gore. Con ‘Braindead’, el en aquel entonces joven cineasta afrontó este nuevo proyecto no sólo con más recursos económicos, sino también -y esto es mucho más importante- sabiendo dónde falló en las anteriores ocasiones. Rectificar es de sabios, y Peter Jackson ciertamente lo es.
La coletilla en el título (que sólo se puso en España) puede echar para atrás a más de uno, pero a la vez es el mejor indicativo de por dónde van los tiros. Así que digámoslo bien, ‘Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)’ es una desternillante película que hace de las entrañas su única razón de ser. Pero eso sí, lo hace paradójicamente con una clase muy difícil de ver en este tipo de cintas. Buena parte del mérito es del tono auto-paródico que irradia la historia. La trama es absurda, pero en este caso es algo que juega a favor del filme. No hay que olvidar que el objetivo de Jackson es hacer pasar un buen rato a todo aquel que disponga de un estómago a prueba de balas.
El transcurrir de los sucesos (a cada cual más disparatado y deliciosamente asqueroso), nos lleva a la inigualable recta final: apoteosis total del “splastick”. La fiesta en casa del protagonista acaba -como no podía ser de otra forma- en una orgía de intestinos bañada en sangre, en la que cualquier objeto y situación acaba convirtiéndose en la excusa perfecta para desmembrar al personal. Entre carcajada y carcajada, hay escenas -como la del cortacésped- que quedan para siempre en la memoria de los más entusiastas del “buen mal gusto”. Y no sólo estas determinadas y mágicas escenas, sino toda la película como conjunto. Respecto a ello, Peter Jackson afirmó que hasta que no se rodase una película más gore que ‘Braindead’, no volvería familiarizarse con el género. Obviamente, aún no lo ha hecho.
Las dos primeras experiencias cinematográficas “serias” del director neozelandés no pueden considerarse completamente satisfactorias. Ambas acaban pagando la falta de medios y un aire excesivamente amateur, que las acaba acomodando en los peligrosos territorios de lo irritante. No obstante, se puede rescatar de ellas un incontenible espíritu gamberro y desenfadado, aparte de un innegable buen ofici dentro del género gore. Con ‘Braindead’, el en aquel entonces joven cineasta afrontó este nuevo proyecto no sólo con más recursos económicos, sino también -y esto es mucho más importante- sabiendo dónde falló en las anteriores ocasiones. Rectificar es de sabios, y Peter Jackson ciertamente lo es.
La coletilla en el título (que sólo se puso en España) puede echar para atrás a más de uno, pero a la vez es el mejor indicativo de por dónde van los tiros. Así que digámoslo bien, ‘Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)’ es una desternillante película que hace de las entrañas su única razón de ser. Pero eso sí, lo hace paradójicamente con una clase muy difícil de ver en este tipo de cintas. Buena parte del mérito es del tono auto-paródico que irradia la historia. La trama es absurda, pero en este caso es algo que juega a favor del filme. No hay que olvidar que el objetivo de Jackson es hacer pasar un buen rato a todo aquel que disponga de un estómago a prueba de balas.
El transcurrir de los sucesos (a cada cual más disparatado y deliciosamente asqueroso), nos lleva a la inigualable recta final: apoteosis total del “splastick”. La fiesta en casa del protagonista acaba -como no podía ser de otra forma- en una orgía de intestinos bañada en sangre, en la que cualquier objeto y situación acaba convirtiéndose en la excusa perfecta para desmembrar al personal. Entre carcajada y carcajada, hay escenas -como la del cortacésped- que quedan para siempre en la memoria de los más entusiastas del “buen mal gusto”. Y no sólo estas determinadas y mágicas escenas, sino toda la película como conjunto. Respecto a ello, Peter Jackson afirmó que hasta que no se rodase una película más gore que ‘Braindead’, no volvería familiarizarse con el género. Obviamente, aún no lo ha hecho.
27 de marzo de 2009
27 de marzo de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Pues no! Jackson vivía en Nueva Zelanda, haciendo pelis de serie z -como Braindead- y atiborrándose a Risketos (o sucedáneo comercializado en el país austral) para perfilar su estilizada figura.
Primero; atención a la traducción al castellano: Tu madre se ha comido a mi perro, ¡Genial! Si Jackson se entera a tiempo, paraliza el estreno y le pone el mismo nombre a la versión original. Como si lo viera: My dog has been eaten by your mother; magistral... Lo único que ensombrece tan creativo nombre es que jode uno de los mejores puntos de la pelí (sí, puede que esto sea un spoiler, pero en el fondo el propio nombre de la película lo es). Por lo menos es mejor que la versión sudamericana: Muertos de miedo.
Después; si, Jackson logra desconcertar al mas pintado. La primera reacción del no prevenido: What the f***ng shit is this? Acto seguido, la cinta va tomando un ritmo deliciosamente surrealista. Por desgracia, la trama va enrevesándose cada vez más y, quizá, de una forma absolutamente innecesaria. A pesar de ello, Jackson hace de Brainhead, sin el más mínimo alarde técnico, no se confundan, una cinta correcta.
En el reparto cuenta con actores completamente desconocidos -por lo menos fuera de Nueva Zelanda- y con la actriz española Diana Peñalver.
Primero; atención a la traducción al castellano: Tu madre se ha comido a mi perro, ¡Genial! Si Jackson se entera a tiempo, paraliza el estreno y le pone el mismo nombre a la versión original. Como si lo viera: My dog has been eaten by your mother; magistral... Lo único que ensombrece tan creativo nombre es que jode uno de los mejores puntos de la pelí (sí, puede que esto sea un spoiler, pero en el fondo el propio nombre de la película lo es). Por lo menos es mejor que la versión sudamericana: Muertos de miedo.
Después; si, Jackson logra desconcertar al mas pintado. La primera reacción del no prevenido: What the f***ng shit is this? Acto seguido, la cinta va tomando un ritmo deliciosamente surrealista. Por desgracia, la trama va enrevesándose cada vez más y, quizá, de una forma absolutamente innecesaria. A pesar de ello, Jackson hace de Brainhead, sin el más mínimo alarde técnico, no se confundan, una cinta correcta.
En el reparto cuenta con actores completamente desconocidos -por lo menos fuera de Nueva Zelanda- y con la actriz española Diana Peñalver.
24 de enero de 2010
24 de enero de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí es la cúspide de cine gore. No he visto nada parecido ni tan cutre ni tan simpático en el mundo del gore, y si bien la película es lo mas penco y cutre que he visto, se nota la magistralidad, el buen hacer y el encanto de Peter Jackson por este género en la progresiva e inteligente presentación de personajes, vísceras y derroches de ingenio y originalidad, para terminar con la colosal fiesta final.
Evidentemente no se puede valorar como una "película comercial", se tiene que valorar como lo que es, una gore de serie "B" con un presupuesto ínfimo. Cualquier película de zombies actual y comercial (Zombieland y recientes) de hoy en día se queda en bragas en comparación con ésta.
Lástima que el señor Jackson haya tomado otros derroteros. :-´(
Absolutamente recomendable.
Evidentemente no se puede valorar como una "película comercial", se tiene que valorar como lo que es, una gore de serie "B" con un presupuesto ínfimo. Cualquier película de zombies actual y comercial (Zombieland y recientes) de hoy en día se queda en bragas en comparación con ésta.
Lástima que el señor Jackson haya tomado otros derroteros. :-´(
Absolutamente recomendable.
18 de noviembre de 2010
18 de noviembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normalmente las películas gore son catalogadas como de segundo nivel, por el festival de violencia irracional que proponen, mutilaciones gratuitas, muertes por doquier, a veces sin sentido... no estamos ante el caso. Esta película ofrece esto, sí, pero aderezado con un buen argumento, que no es poco (el mono-rata infecta a la madre de Lionel y por una sucesión de acontecimientos, van infectándose vecinos del pueblo, pero cada uno de forma divertida, hasta que Lionel debe hacer frente a las hordas de zombies y a su propia madre); esa es la primera virtud de este filme, pero tiene otras muchas. Las escenas destilan una comicidad propia de la más absurda de las comedias, a pesar de las toneladas de vísceras que se desperdigan por la pantalla, uno no puede dejar de reir a carcajadas, por las muertes tan cómicas, los propios zombies que aparecen. (menciones especiales y delirantes del cura, el macarra, la cabeza del fotógrafo, o el bebé) también hay hueco para el amor entre los protagonistas y entre los zombies.... Las cámaras mareantes en este caso ayudan a la acción, aunque el desarrollo de la trama prácticamente se resuelva en la mansión, pero este único escenario da para mucho, y la música clásica otorgan el aroma definitivo para convertirlo en film de culto. En definitiva, película extraordinaria para troncharse de risa durante todo su metraje, tal vez incluso se haga corta.
15 de agosto de 2011
15 de agosto de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gore sin igual, que compila todos los ingredientes del género de modo magistral: terror, comedia, efectos especiales asquerosos y surrealismo. Peter Jackson, aún desconocido prácticamente, demuestra bien cómo se realiza una película de horror desternillante, mejor incluso que muchísimas de sus hermanas más serias. Sólo apta para estómagos resistentes, varias de sus escenas son memorables para los amantes de este estilo. La cinta respira tensión a través de sus planos subjetivos y de sus litros y litros de sangre ficticia. Una sorpresa muy agradable, esta vez, la presencia de la actriz española Diana Peñalver.
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