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Rep. Dominicana El hombre quieto
30,894
Comedia. Romance
Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)
22 de marzo de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda cualquier nostálgico se sentirá identificado con la morriña que el realizador norteamericano John Ford imprime en todos los planos de El hombre tranquilo. Innisfree, un idílico pueblo de Irlanda, es el lugar donde se desarrolla la trama de esta película. Un valle que sigue siendo verde y al que no ha llegado la revolución industrial; es más, toda modernidad queda abandonada en la estación de ferrocarril, cuando Sean Thornton (John Wayne) se baja de su caballo de hierro y se sube a la rudimentaria carroza de Michaleen Flynn (Barry Fitzgerald).
Se nos muestran los sentimientos de un inmigrante que regresa a su patria, al pueblo donde nació, después de “hacer las américas”. Esta morriña de la que hablábamos al principio es una sensación en la que los directores de las películas suelen recrearse e imprimir su sello autobiográfico. Tornatore, por ejemplo, en su mejor obra, Cinema Paradiso, enseña la desilusión de Totó al regresar de la mili y ver que todo está cambiado, y treinta años después siente nostalgia al darse cuenta que en realidad todo sigue igual, que los pueblos no cambian, las que cambian son las personas.
Si para Ford los personajes sólo tienen que hablar cuando lo que van a decir es imprescindible, en esta cinta, además, lo que sale de sus labios siempre va con doble sentido o se toma como si así fuera. Así, nuestro cochero interroga a Thornton de manera concienzuda haciendo aproximaciones sobre su altura, lugar de procedencia o lo qué venía a hacer a la pequeña localidad y éste, que conoce el carácter irlandés, le responde con evasivas para mantener su curiosidad y la nuestra.
El hombre tranquilo es, a mi parecer, la mejor película de John Ford y ello es gracias al sentimiento y la nostalgia que se percibe en cada plano consiguiendo que, como dice Eastwood en Million Dollar Baby, todos queramos ser irlandeses.
Se nos muestran los sentimientos de un inmigrante que regresa a su patria, al pueblo donde nació, después de “hacer las américas”. Esta morriña de la que hablábamos al principio es una sensación en la que los directores de las películas suelen recrearse e imprimir su sello autobiográfico. Tornatore, por ejemplo, en su mejor obra, Cinema Paradiso, enseña la desilusión de Totó al regresar de la mili y ver que todo está cambiado, y treinta años después siente nostalgia al darse cuenta que en realidad todo sigue igual, que los pueblos no cambian, las que cambian son las personas.
Si para Ford los personajes sólo tienen que hablar cuando lo que van a decir es imprescindible, en esta cinta, además, lo que sale de sus labios siempre va con doble sentido o se toma como si así fuera. Así, nuestro cochero interroga a Thornton de manera concienzuda haciendo aproximaciones sobre su altura, lugar de procedencia o lo qué venía a hacer a la pequeña localidad y éste, que conoce el carácter irlandés, le responde con evasivas para mantener su curiosidad y la nuestra.
El hombre tranquilo es, a mi parecer, la mejor película de John Ford y ello es gracias al sentimiento y la nostalgia que se percibe en cada plano consiguiendo que, como dice Eastwood en Million Dollar Baby, todos queramos ser irlandeses.
29 de abril de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda otro ejemplo más del gran maestro para contarnos una historia que quizás, resulta un poco alejada en el tiempo y en el costumbrismo rural, pero que logra atravesar la barrera de la época con unos personajes conseguidos, sinceros y en los que destacan la naturalidad y simpleza para ser felices.
Todos en general están muy bien en sus papeles y los diálogos no tienen desperdicios. Y siempre contando con el objetivo privilegiado de un Ford que hace estampas de cada plano. Muy recomendable y para mi gusto después de El Hombre que mató a Liberty Valance es su película más completa.
Todos en general están muy bien en sus papeles y los diálogos no tienen desperdicios. Y siempre contando con el objetivo privilegiado de un Ford que hace estampas de cada plano. Muy recomendable y para mi gusto después de El Hombre que mató a Liberty Valance es su película más completa.
Los campeones
15 de octubre de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
! Es tan grande esta película!, que nunca, nunca, se le podrá hacer justicia.
Innisfree. Una aldea perdida de Irlanda en los años 30 del siglo XX.
Ford lanza su mirada romántica e idealizada, pero increíblemente certera a la tierra de sus antepasados.
No graba con sus ojos, graba con su corazón y por lo tanto, hace nuestra esa tierra tanto como lo es suya.
Innisfree no existe. Probablemente, no ha existido nunca. Y sin embargo todos la reconocemos con naturalidad como si fuera más real que la propia realidad.
Pero Ford, no es Irlanda ni su pueblo lo que quiere retratar sino lo hermoso de Irlanda y de su pueblo.
Por lo tanto, entre hermosos paisajes, preciosos riachuelos, puentes y casitas de piedra, altos árboles y verdes montañas, nos presentará a sus habitantes...Una también idealizada descripción. Un pueblo pobre pero orgulloso, testarudo, tradicional, católico, juerguista, noble...Son sus compatriotas y les quiere y, en consecuencia, nosotros les queremos también.
! Qué bien retrataba Ford a sus personajes!. Perfectamente definidos, cada uno con su propia personalidad, nadie sobra o está de figurín, todos tienen un papel primordial en su cine. El mediador, el cura, el reverendo, la viuda y hasta los compañeros de la taberna...Todos son importantes para Ford y todos dan fuerza al relato.
Amor y humor. ! Qué sabia combinación y Ford lo sabía!. Toda la historia está impregnada de estas dos cualidades manejadas con tal exquisito gusto que no se puede por menos que caer rendido.
Y por supuesto, siempre desde la verdad. Si Ford conseguía estos maravillosos climas era porque, como todos los grandes, en su idealización no perdía de vista la realidad. Aquí hay verdad. Mucha verdad. Embellecida pero verdad. Prescindiendo de lo feo, pero verdad al fin y al cabo. Por eso nos parece auténtica aunque no lo sea.
Creo que a eso de extraer la belleza de la verdad le llaman poesía o arte. Pues eso.
Un americano ( John Wayne) llega a Innisfree dispuesto a establecerse en la casa de sus antepasados. Conocerá a una preciosa muchacha ( Maureen O´Hara) de la que quedará prendado, pero un encontronazo con su hermano, unido a sus dificultades para comprender la cultura de su nuevo pueblo le va a provocar bastantes sinsabores.
Una gran comedia romántica. De las mejores de la historia del Cine.( spoiler)
Innisfree. Una aldea perdida de Irlanda en los años 30 del siglo XX.
Ford lanza su mirada romántica e idealizada, pero increíblemente certera a la tierra de sus antepasados.
No graba con sus ojos, graba con su corazón y por lo tanto, hace nuestra esa tierra tanto como lo es suya.
Innisfree no existe. Probablemente, no ha existido nunca. Y sin embargo todos la reconocemos con naturalidad como si fuera más real que la propia realidad.
Pero Ford, no es Irlanda ni su pueblo lo que quiere retratar sino lo hermoso de Irlanda y de su pueblo.
Por lo tanto, entre hermosos paisajes, preciosos riachuelos, puentes y casitas de piedra, altos árboles y verdes montañas, nos presentará a sus habitantes...Una también idealizada descripción. Un pueblo pobre pero orgulloso, testarudo, tradicional, católico, juerguista, noble...Son sus compatriotas y les quiere y, en consecuencia, nosotros les queremos también.
! Qué bien retrataba Ford a sus personajes!. Perfectamente definidos, cada uno con su propia personalidad, nadie sobra o está de figurín, todos tienen un papel primordial en su cine. El mediador, el cura, el reverendo, la viuda y hasta los compañeros de la taberna...Todos son importantes para Ford y todos dan fuerza al relato.
Amor y humor. ! Qué sabia combinación y Ford lo sabía!. Toda la historia está impregnada de estas dos cualidades manejadas con tal exquisito gusto que no se puede por menos que caer rendido.
Y por supuesto, siempre desde la verdad. Si Ford conseguía estos maravillosos climas era porque, como todos los grandes, en su idealización no perdía de vista la realidad. Aquí hay verdad. Mucha verdad. Embellecida pero verdad. Prescindiendo de lo feo, pero verdad al fin y al cabo. Por eso nos parece auténtica aunque no lo sea.
Creo que a eso de extraer la belleza de la verdad le llaman poesía o arte. Pues eso.
Un americano ( John Wayne) llega a Innisfree dispuesto a establecerse en la casa de sus antepasados. Conocerá a una preciosa muchacha ( Maureen O´Hara) de la que quedará prendado, pero un encontronazo con su hermano, unido a sus dificultades para comprender la cultura de su nuevo pueblo le va a provocar bastantes sinsabores.
Una gran comedia romántica. De las mejores de la historia del Cine.( spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
21 de noviembre de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ejem Ejem empecemos esta película es una obra maestra de nuestro querido director John Ford que supo resaltar los paisajes paradisiacos de las hermosas tierras Irlandesas a base de planos y secuencias muy bien logradas.
Por parte de el gran actor John Wayne falsamente encasillado en los Westerns aunque tenga una gran versatilidad y rango actoral, interpretativo y expresativo la cual muestra con gran ímpetu en esta pieza cinematográfica junto a su compañera de reparto Maureen O'Hara la cual se llevó un merecido Oscar debido a su magistral actuación.
He leído muchos comentarios sobre este filme refiriendose a su contenido falsamente tachado como machista lo cual me parece una soberana tonteríá ya que al hombre se le agrede tanto físico(bofetadas,puñetazos...) y mentalmente(decir que no es propio de hombres no dar la cara) pero por supuesto también sufre la mujer por eso no creo que deba ser tachada como una película machista ya que eso ocurre por ambas partes y es relativamente "normal" debido a la época en la cual esta filmada.
En conclusión esta película hace brillar el lado mas alegre y divertido de la vida combinandose con una serie de contratiempos que pasan nuestros personajes.
Por parte de el gran actor John Wayne falsamente encasillado en los Westerns aunque tenga una gran versatilidad y rango actoral, interpretativo y expresativo la cual muestra con gran ímpetu en esta pieza cinematográfica junto a su compañera de reparto Maureen O'Hara la cual se llevó un merecido Oscar debido a su magistral actuación.
He leído muchos comentarios sobre este filme refiriendose a su contenido falsamente tachado como machista lo cual me parece una soberana tonteríá ya que al hombre se le agrede tanto físico(bofetadas,puñetazos...) y mentalmente(decir que no es propio de hombres no dar la cara) pero por supuesto también sufre la mujer por eso no creo que deba ser tachada como una película machista ya que eso ocurre por ambas partes y es relativamente "normal" debido a la época en la cual esta filmada.
En conclusión esta película hace brillar el lado mas alegre y divertido de la vida combinandose con una serie de contratiempos que pasan nuestros personajes.
29 de septiembre de 2011
81 de 157 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decidí ver esta película de John Ford no por su condición de clásico, ni por estar considerada una obra maestra de su director, ni siquiera por ver el paisaje irlandés que tanto me fascina, aunque confieso que esto último sí influyó un poco; decidí verla fundamentalmente porque leí algunas críticas feroces sobre el machismo imperante en el film. Hay por ahí hasta quien, en el colmo del paroxismo, la cataloga dentro de la apología de la "violencia de género". Y yo cuando veo tanto "indignado" reconozco que me pico, así que fui irremisiblemente turbopropulsada hacia Innisfree.
Pues como me temía, falsa alarma; otra paranoia de los forofos de la tontería de género. En todo caso, si alguna violencia de ese tipo se ve en la película es contra el género masculino, porque el pobre John Wayne se pasa todo el tiempo recibiendo bofetadas, empujones, desplantes, miradas furibundas e insultos de cobarde y pocomacho por parte de una Maureen O'Hara en estado de memez absoluta. Para colmo O'Hara interpreta a una dama que considera que antes de practicar el sexo conviene jugar un rato al pilla pilla, por lo que se pasa toda la película correteando de un lado a otro con el pobre Wayne todo desesperado persiguiéndola y haciendo maratones con el sano propósito de retozar con ella a posteriori. Eso sí es maltrato y lo demás es tontería.
Dice Carlos Boyero que, junto con "El apartamento" y "El buscavidas", ésta es una de sus tres películas favoritas. En fin, yo ya de Boyero me lo espero todo; no me extrañaría que fuera también uno de esos individuos que necesita hacer los 3.000 metros vallas antes del refocile. Sólo así se explica ese entusiasmo incomprensible por esta historia de cartón piedra que provoca más sopor y estupor que otra cosa. Yo a la gente cada vez la comprendo menos; que esto sobrepase el 8 de nota media me deja completamente patidifusa. En serio hemos visto todos la misma película?
Pues como me temía, falsa alarma; otra paranoia de los forofos de la tontería de género. En todo caso, si alguna violencia de ese tipo se ve en la película es contra el género masculino, porque el pobre John Wayne se pasa todo el tiempo recibiendo bofetadas, empujones, desplantes, miradas furibundas e insultos de cobarde y pocomacho por parte de una Maureen O'Hara en estado de memez absoluta. Para colmo O'Hara interpreta a una dama que considera que antes de practicar el sexo conviene jugar un rato al pilla pilla, por lo que se pasa toda la película correteando de un lado a otro con el pobre Wayne todo desesperado persiguiéndola y haciendo maratones con el sano propósito de retozar con ella a posteriori. Eso sí es maltrato y lo demás es tontería.
Dice Carlos Boyero que, junto con "El apartamento" y "El buscavidas", ésta es una de sus tres películas favoritas. En fin, yo ya de Boyero me lo espero todo; no me extrañaría que fuera también uno de esos individuos que necesita hacer los 3.000 metros vallas antes del refocile. Sólo así se explica ese entusiasmo incomprensible por esta historia de cartón piedra que provoca más sopor y estupor que otra cosa. Yo a la gente cada vez la comprendo menos; que esto sobrepase el 8 de nota media me deja completamente patidifusa. En serio hemos visto todos la misma película?
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