La máscara del Zorro
1998 

5.8
38,563
Aventuras. Romance
México, 1821. Un enmascarado y romántico héroe popular, conocido como El Zorro, lucha valientemente contra el dominio colonial español en la Alta California. Sin embargo, la víspera de la liberación de México, el despótico gobernador don Rafael Montero descubre que el Zorro es don Diego de la Vega. Un ataque contra la casa del rebelde, se salda con su captura, la muerte de su mujer, el secuestro de su única hija Elena y la destrucción ... [+]
15 de diciembre de 2013
15 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida y con un argumento, al menos, bastante logrado. Tiene una trama bien consolidada, y eso se nota a la hora de verse. No parece sacaba del montón, aunque tampoco es que sea una genialidad, sí que es digna de ver.
Además, que las secuencias de acción se nota que están muy ensayadas, y bien preparadas.
A parte de contar con una de las mejores canciones compuestas para el cine interpretado por el cantante de moda de aquella época, Marc Anthony, con la genialísima Tina Arena. También se hizo una versión en castellano cantada por otro cantante de moda de la época, Johan Secada, a dueto con la también genialísima Ana Gabriel.
Además, que las secuencias de acción se nota que están muy ensayadas, y bien preparadas.
A parte de contar con una de las mejores canciones compuestas para el cine interpretado por el cantante de moda de aquella época, Marc Anthony, con la genialísima Tina Arena. También se hizo una versión en castellano cantada por otro cantante de moda de la época, Johan Secada, a dueto con la también genialísima Ana Gabriel.
9 de agosto de 2018
9 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se nota la mano de Steven Spielberg y la de Martin Campbell, expertos en el cine de acción y entretenimiento, en esta adaptación del famoso enmascarado, que procede de un mundo en blanco y negro.
Antonio Banderas, en la época en la que la hizo, encajaba perfectamente en el personaje.
Zeta-Jones y Hopkins completan este reparto estelar pensado para triunfar.
Realmente, todo está orquestado para ser un éxito de taquilla y volverse uno de esos clásicos de la aventura conocidos por todo el mundo, cosa que no sabría decir si la película lo llegó a conseguir.
Las coreografías de las escenas de acción están muy bien. Todo es físico, sin mucho ordenador (solo se nota en cierto retoque fotográfico o tomas como la del sol de fondo). La secuencia inicial en la plaza del pueblo o la persecución a caballo me recuerdan mucho al mismísimo Indiana Jones.
Otro guiño importante es la entradilla con la silueta marcando la "Z", que tengo claro que es una referencia a la forma en la que empezaban las de James Bond.
El diseño de producción, vestuarios, decorados, escenarios y localizaciones, nos dicen que estamos ante una superproducción bien trabajada y con muchos recursos.
La película gasta mucho tiempo en establecer la historia y las relaciones entre los personajes. Hasta que el héroe se forja por completo, hay muchas secuencias tranquilas que aunque estén muy bien contadas, rompen un poco el ritmo entre las secuencias de acción. Verdaderamente, esto solo importa cuando ya la has visto muchas veces, como es mi caso, y se puede llegar a hacer larga. Pero es un defecto que no se aprecia en los primeros visionados, la verdad.
No falta el típico trauma que le quita sentido a la vida del protagonista, para encontrarse con su mentor que le adiestrará en el camino de la venganza para convertirse en leyenda. Suena a refrito, y lo es (lo que Jung llamaría un arquetipo), pero está tan bien contado que da lo mismo.
Otro gran elemento del film es la música de James Horner, con mucha guitarra española y taconeo (aunque estemos en la frontera de Texas y Méjico). Los acordes de trompeta suenan también a música tradicional española, incluso a tauromaquia, diría yo. El tema principal (del que también hay una versión cantada espectacular con Marc Anthony y Tina Arena) es una maravilla digna de este compositor, que todavía saboreaba el éxito de "Titanic".
Antonio Banderas, en la época en la que la hizo, encajaba perfectamente en el personaje.
Zeta-Jones y Hopkins completan este reparto estelar pensado para triunfar.
Realmente, todo está orquestado para ser un éxito de taquilla y volverse uno de esos clásicos de la aventura conocidos por todo el mundo, cosa que no sabría decir si la película lo llegó a conseguir.
Las coreografías de las escenas de acción están muy bien. Todo es físico, sin mucho ordenador (solo se nota en cierto retoque fotográfico o tomas como la del sol de fondo). La secuencia inicial en la plaza del pueblo o la persecución a caballo me recuerdan mucho al mismísimo Indiana Jones.
Otro guiño importante es la entradilla con la silueta marcando la "Z", que tengo claro que es una referencia a la forma en la que empezaban las de James Bond.
El diseño de producción, vestuarios, decorados, escenarios y localizaciones, nos dicen que estamos ante una superproducción bien trabajada y con muchos recursos.
La película gasta mucho tiempo en establecer la historia y las relaciones entre los personajes. Hasta que el héroe se forja por completo, hay muchas secuencias tranquilas que aunque estén muy bien contadas, rompen un poco el ritmo entre las secuencias de acción. Verdaderamente, esto solo importa cuando ya la has visto muchas veces, como es mi caso, y se puede llegar a hacer larga. Pero es un defecto que no se aprecia en los primeros visionados, la verdad.
No falta el típico trauma que le quita sentido a la vida del protagonista, para encontrarse con su mentor que le adiestrará en el camino de la venganza para convertirse en leyenda. Suena a refrito, y lo es (lo que Jung llamaría un arquetipo), pero está tan bien contado que da lo mismo.
Otro gran elemento del film es la música de James Horner, con mucha guitarra española y taconeo (aunque estemos en la frontera de Texas y Méjico). Los acordes de trompeta suenan también a música tradicional española, incluso a tauromaquia, diría yo. El tema principal (del que también hay una versión cantada espectacular con Marc Anthony y Tina Arena) es una maravilla digna de este compositor, que todavía saboreaba el éxito de "Titanic".
20 de abril de 2019
20 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin dudas, una gran película de aventuras con la dosis justa de comedia, drama, honor, acción y romance. En ningún momento se hace pesada pese a su considerable duración. Los actores se acoplan perfectamente a los roles asignados y emanan la vibra adecuada que requiere el papel, nadie sobra, nadie se encuentra descolocado en la película. Hopkins brilla especialmente y es quien aporta el toque de seriedad y tensión junto al Capitán enemigo de Banderas/El Zorro. La vi en el cine durante el verano de 1999 y sin dudas fue la que mejores recuerdos me trae de aquellas noches cinéfilas de hace 20 años. Por su recreación de una época histórica la película no envejeció en absoluto, ergo sigue siendo totalmente recomendable en 2019, 2020 o 2025.
En definitiva, el mejor y único producto digno de El Zorro posterior a la mítica serie de Disney de 1957.
En definitiva, el mejor y único producto digno de El Zorro posterior a la mítica serie de Disney de 1957.
26 de noviembre de 2019
26 de noviembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la primera vez que la vi siempre ha sido una de mis favoritas.
Con acción, con escenas de lucha, con parte para preparar estrategia, con historia amorosa e incluso con algo de drama y humor. Aún habiendo tiempo para todo y aún a pesar de que pueda ser excesivamente larga se centra en la parte de la acción y de la heroicidad del personaje del Zorro genialmente interpretado por Antonio Banderas.
Con acción, con escenas de lucha, con parte para preparar estrategia, con historia amorosa e incluso con algo de drama y humor. Aún habiendo tiempo para todo y aún a pesar de que pueda ser excesivamente larga se centra en la parte de la acción y de la heroicidad del personaje del Zorro genialmente interpretado por Antonio Banderas.
16 de febrero de 2021
16 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El renacimiento del héroe latino más popular de todos los tiempos, y uno de los mejores ejemplos en un blockbuster contemporáneo de cómo armar sólidamente un buen relato de aventuras sin atiborrarlo de efectos especiales. Los guionistas Ted Elliott y Terry Rossio sólo volverían a acertar tan de pleno con la primera entrega de la franquicia 'Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra' (2003, Gore Verbinski), ya con un despliegue visual mucho más sustentado por los avances tecnológicos.
Don Diego de la Vega (Anthony Hopkins) -alias 'el Zorro'- ha permanecido recluido durante los últimos 20 años en una cárcel, tras ser capturado por su viejo enemigo Rafael Montero (Stuart Wilson) y separado de su amada hija Elena (Catherine Z. Jones) -en un papel para el que Steven Spielberg probó inicialmente a Emma Suárez, recomendada por Stanley Kubrick tras verla en 'La Ardilla Roja' (1993, Julio Medem)-. A su regreso de España, Montero planea apropiarse ilegalmente de las minas de oro del general Santa Anna para comprar toda California. Don Diego huirá de su injusto encierro y, con la ayuda del bandido Alejandro Murrieta (Antonio Banderas), tratará de recuperar a su hija y salvar de nuevo a su pueblo.
'La Máscara del Zorro' (1998, Martin Campbell) es una aventura romántica -esa secuencia final, tan de cuento de hadas-, un western, una cinta de capa y espada, un entretenimiento ameno y audaz, y por encima de todo, es la mejor película rodada por Antonio Banderas en Hollywood.
Martin Campbell no se parece a George Sidney o Michael Curtiz, ni aspiraba a hacer su propio 'Scaramouche' o 'Robin de los Bosques' -y de hecho, tras resucitar a 007 en 'Goldeneye', se permite el lujo de repetir, sable en mano, la secuencia de entrada en todas las películas del agente británico-, pero el asalto nocturno a la mansión de Rafael Montero, la lucha en el granero entre Elena y Alejandro y la posterior persecución a caballo son lo más cerca que he estado de ver un relato 'de espadachines' tan añejo y genuino en una producción (relativamente) reciente. Lo dicho, cine de evasión en su vertiente más pura. Lástima que luego tuviese aquella secuela tan desganada.
Don Diego de la Vega (Anthony Hopkins) -alias 'el Zorro'- ha permanecido recluido durante los últimos 20 años en una cárcel, tras ser capturado por su viejo enemigo Rafael Montero (Stuart Wilson) y separado de su amada hija Elena (Catherine Z. Jones) -en un papel para el que Steven Spielberg probó inicialmente a Emma Suárez, recomendada por Stanley Kubrick tras verla en 'La Ardilla Roja' (1993, Julio Medem)-. A su regreso de España, Montero planea apropiarse ilegalmente de las minas de oro del general Santa Anna para comprar toda California. Don Diego huirá de su injusto encierro y, con la ayuda del bandido Alejandro Murrieta (Antonio Banderas), tratará de recuperar a su hija y salvar de nuevo a su pueblo.
'La Máscara del Zorro' (1998, Martin Campbell) es una aventura romántica -esa secuencia final, tan de cuento de hadas-, un western, una cinta de capa y espada, un entretenimiento ameno y audaz, y por encima de todo, es la mejor película rodada por Antonio Banderas en Hollywood.
Martin Campbell no se parece a George Sidney o Michael Curtiz, ni aspiraba a hacer su propio 'Scaramouche' o 'Robin de los Bosques' -y de hecho, tras resucitar a 007 en 'Goldeneye', se permite el lujo de repetir, sable en mano, la secuencia de entrada en todas las películas del agente británico-, pero el asalto nocturno a la mansión de Rafael Montero, la lucha en el granero entre Elena y Alejandro y la posterior persecución a caballo son lo más cerca que he estado de ver un relato 'de espadachines' tan añejo y genuino en una producción (relativamente) reciente. Lo dicho, cine de evasión en su vertiente más pura. Lástima que luego tuviese aquella secuela tan desganada.
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