Elizabethtown
5.4
9,825
Romance. Comedia
Horas depués de su calamitoso debut como diseñador industrial, Drew Baylor se entera de la repentina muerte de su padre y viaja a Elizabethtown, en Kentucky, para asistir al funeral. Durante el vuelo, conoce a Claire, una azafata que le ayudará a superar los momentos difíciles que le esperan y que le demostrará que las cosas más asombrosas suceden cuando uno menos lo espera. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2007
12 de noviembre de 2007
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se entra a un sitio pretendiendo encontrar algo debemos tener en cuenta si es el lugar adecuado para obtenerlo, ya que como dice el refrán "es inútil pedirle peras al olmo".
Ahora bien, cuando entramos a un lugar sin saber con certeza lo que nos ofrece tenemos algunas opciones validas: retirarnos porque no encontramos lo que buscabamos, valorar positiva o negativamente lo que encontramos... o disfrutar lo que el sitio nos ofrece.
Por el contrario, defenestrar al sitio porque no tiene lo que estábamos buscando es al menos una gran muestra de estupidez, prepotencia y desubicación.
Estupidez porque entramos en el sitio equivocado, Prepotencia por pretender que el sitio debe de estar a nuestra disposición y agrado ignorando si es del agrado de los demás, y desubicación por pretender obtener lo que "el dueño del circo" no esta interesado en ofrecer.
Cuando "el sitio" en cuestión es un ámbito artístico esto puede ser hilarante, trágico, grotesco, incomprensible, enervante y muchas cosas mas. Hoy día, por ejemplo, aún hay multitud que ante una exhibicion de arte cubista se indignan porque no encuentran perspectiva, realismo..."ni nada"!. Es aún peor: aunque hubiesen leído el cartel a la entrada, tampoco les habria servido de mucho.
Cuando "entramos" a un filme, estamos en la misma situación. Con el agravante de que muchas veces el "cartel" que nos motivó a entrar es mentiroso y ha sido manipulado mas allá de la realidad .
Ahora bien: CUANDO ENTRÉ A "ELIZABETHTOWN", tuve la suerte de hacerlo sin haber leído los carteles, y me encontré de pronto tratando de identificar "donde habia entrado". Los indicios aparecieron rápidamente: Había entrado en "el mundo de nunca jamas" el de la diáfana y pura fantasía, donde alguien puede tener a su disposicion un avión de 500 plazas casi como único pasajero y una hermosa azafata que le echa el ojo y decide conquistarlo con gracia y picardía. Un mundo donde la muerte es una sonrisa, un montón de risas, cantos, bailes, chistes, reencuentros, reconciliaciones, e inicios.
"ELIZABETHTOWN" (el filme) es un "lugar" sin violencia, sin sexo, sin villanos, sin persecuciones automovilisticas, sin desastres, sin casas fastuosas, sin paisajes deslumbrantes, sin miles de extras, sin efectos especiales....sin el cartel de Hollywood sobre las montañas, sin Las Vegas, Nueva York ni Chicago, ...sin playas, mar ni nieve.
Realmente es un "oasis" dentro del fárrago de hollywood, y allí es donde entramos. Habiendo comprendido esto, podemos disfrutar lo que encontremos allí... o retirarnos y buscar otra cosa.
Personalmente disfruté esta película como hacía mucho no lo hacía, tanto como se disfruta una bocanada de aire fresco cuando uno está afiebrado.
Ahora bien, cuando entramos a un lugar sin saber con certeza lo que nos ofrece tenemos algunas opciones validas: retirarnos porque no encontramos lo que buscabamos, valorar positiva o negativamente lo que encontramos... o disfrutar lo que el sitio nos ofrece.
Por el contrario, defenestrar al sitio porque no tiene lo que estábamos buscando es al menos una gran muestra de estupidez, prepotencia y desubicación.
Estupidez porque entramos en el sitio equivocado, Prepotencia por pretender que el sitio debe de estar a nuestra disposición y agrado ignorando si es del agrado de los demás, y desubicación por pretender obtener lo que "el dueño del circo" no esta interesado en ofrecer.
Cuando "el sitio" en cuestión es un ámbito artístico esto puede ser hilarante, trágico, grotesco, incomprensible, enervante y muchas cosas mas. Hoy día, por ejemplo, aún hay multitud que ante una exhibicion de arte cubista se indignan porque no encuentran perspectiva, realismo..."ni nada"!. Es aún peor: aunque hubiesen leído el cartel a la entrada, tampoco les habria servido de mucho.
Cuando "entramos" a un filme, estamos en la misma situación. Con el agravante de que muchas veces el "cartel" que nos motivó a entrar es mentiroso y ha sido manipulado mas allá de la realidad .
Ahora bien: CUANDO ENTRÉ A "ELIZABETHTOWN", tuve la suerte de hacerlo sin haber leído los carteles, y me encontré de pronto tratando de identificar "donde habia entrado". Los indicios aparecieron rápidamente: Había entrado en "el mundo de nunca jamas" el de la diáfana y pura fantasía, donde alguien puede tener a su disposicion un avión de 500 plazas casi como único pasajero y una hermosa azafata que le echa el ojo y decide conquistarlo con gracia y picardía. Un mundo donde la muerte es una sonrisa, un montón de risas, cantos, bailes, chistes, reencuentros, reconciliaciones, e inicios.
"ELIZABETHTOWN" (el filme) es un "lugar" sin violencia, sin sexo, sin villanos, sin persecuciones automovilisticas, sin desastres, sin casas fastuosas, sin paisajes deslumbrantes, sin miles de extras, sin efectos especiales....sin el cartel de Hollywood sobre las montañas, sin Las Vegas, Nueva York ni Chicago, ...sin playas, mar ni nieve.
Realmente es un "oasis" dentro del fárrago de hollywood, y allí es donde entramos. Habiendo comprendido esto, podemos disfrutar lo que encontremos allí... o retirarnos y buscar otra cosa.
Personalmente disfruté esta película como hacía mucho no lo hacía, tanto como se disfruta una bocanada de aire fresco cuando uno está afiebrado.
14 de febrero de 2009
14 de febrero de 2009
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena comedia romántica donde no nos ofrecen esa visión de amor desmesurado, si no de vida pura y dura. Una vida tan de la calle que hasta duele. Bloom se sale de los márgenes que tenía para meterse en la piel de una persona de la calle como se puede ver en la portada. Quizás, el segundo mejor trabajo de toda su carrera hasta el momento.
La película es una sorpresa de principio a fin. Una sorpresa acompañada de una banda sonora espectacular y de una dirección magistral.
Merece la pena verla, y se sale del cine con la sensación de que no estamos solos.
La película es una sorpresa de principio a fin. Una sorpresa acompañada de una banda sonora espectacular y de una dirección magistral.
Merece la pena verla, y se sale del cine con la sensación de que no estamos solos.
27 de julio de 2008
27 de julio de 2008
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia romántica que narra el significado del éxito y el fracaso, más allá de lo que la palabra en sí conlleva. Explora con delicadeza el mundo interior del protagonista hasta hacer que nos pongamos en su propia piel.
Este film nos enseña algo tan dificil como creer que el mundo no se acaba por muchos problemas que te encuentres en el camino. Kirsten Dunst, en su papel de co-protagonista, hará ver al dulce Orlando Bloom que hay caminos más allá de la tristeza que nos enseñan a valorar el verdadero sentido de la vida.
Sin duda, una comedia mezclada con algo de drama que será capaz de humanizar incluso al corazón más duro.
Este film nos enseña algo tan dificil como creer que el mundo no se acaba por muchos problemas que te encuentres en el camino. Kirsten Dunst, en su papel de co-protagonista, hará ver al dulce Orlando Bloom que hay caminos más allá de la tristeza que nos enseñan a valorar el verdadero sentido de la vida.
Sin duda, una comedia mezclada con algo de drama que será capaz de humanizar incluso al corazón más duro.
21 de septiembre de 2014
21 de septiembre de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He estado pensando un rato si me ha gustado "Elizabethtown" o no, decantándome finalmente por la segunda opción. Esta obra entre la comedia y el drama romántico, que trata de reflexionar sobre el éxito, el fracaso y el fiasco, tiene un buen comienzo y para ser sinceros una continuación pasable. Lo malo es que llegada la hora comienza uno a cansarse ante tanta lentitud, un argumento divagante, no se sabe por dónde va a salir, y un final excesivamente ñoño. Además, se enfade o no Drew Baylor (Orlando Bloom), sus zapatillas diseñadas son feas. A propósito que con esta película hemos aprendido que el nombre de "Drew" vale tanto para hombres como para mujeres, como pasa en el caso de Drew Barrymore.
El punto fuerte de un largometraje definitivamente extenso, 138 minutos son demasiados para lo poco que se cuenta, es ese punto de vista irónico y algunas situaciones en las que se envuelto el protagonista. Sin embargo ni el contraste entre ciudad-campo, ni las ganas de vivir, ni el previsible romance que si dibuja consiguen darle un empujón definitivo. Ahora bien, al menos nuestro director y también guionista se hace con Kirsten Dunst, a la que por fin veo en una película tranquilita, en el papel de una azafata muy agradable aunque un poco loca. Sin embargo, empieza con fuerza y termina algo empalagosa con su filosofía de mercadillo. Eso sí, entre Kirsten y Jessica Biel, a guapa, gana de sobra la primera.
El punto fuerte de un largometraje definitivamente extenso, 138 minutos son demasiados para lo poco que se cuenta, es ese punto de vista irónico y algunas situaciones en las que se envuelto el protagonista. Sin embargo ni el contraste entre ciudad-campo, ni las ganas de vivir, ni el previsible romance que si dibuja consiguen darle un empujón definitivo. Ahora bien, al menos nuestro director y también guionista se hace con Kirsten Dunst, a la que por fin veo en una película tranquilita, en el papel de una azafata muy agradable aunque un poco loca. Sin embargo, empieza con fuerza y termina algo empalagosa con su filosofía de mercadillo. Eso sí, entre Kirsten y Jessica Biel, a guapa, gana de sobra la primera.
14 de noviembre de 2005
14 de noviembre de 2005
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una pelicula de la que la gente sale diciendo que es un poco rara, pero a mi personalmente me gustó, lo mejor de la peli es que la música va acompañando todo el proceso de la película y se adapta a las situaciones que surgen en la historia. La interpretación de Orlando Bloom es buena, se le ve una vena triste y alegre muy bien conseguida, la actriz principal no me ha gustado tanto, la veo un poco tonta y ñoña.
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