Al hablar de esta pelicula hay que tenerlo muy claro: no es para todo el mundo. Película de ciencia-ficción sin efectos especiales, te ha de gustar el género y las paradojas temporales para encontrarla atractiva. Y sobretodo, has de estar dispuesto a estrujarte el cerebro, a pensar y repensar sobre lo que has visto para poder encontrar un mínimo de sentido a la pelicula. Eso, y verla 2 o 3 veces!

Evidentemente es críptica es su desarrollo, especialmente en sus útimos 15 minutos. Pero la impresión que da es que Shane Carruth quiere contar una historia en la que suceden unos hechos muy específicos, que pueden ser entendidos poco a poco tras varios visionados y conversaciones sobre la pelicula. A diferencia de las películas de David Lynch, no hay elementos dejados a la interpretación del espectador. Eso sí, es necesario un esfuerzo para poder encontrar el sentido por la especial manera de narrar esos hechos.

En definitiva, una pelicula diferente, que se queda mucho tiempo en tu memoria después de haberla visto. Fascinante.

Esta película destaca por ser técnicamente interesante: buena fotografía, magnífico montaje y buenas escenas de acción. En cuanto a los actores, Jamie Foxx está infinitamente mejor que Tom Cruise, que no acaba de convencer en su papel de asesino sin escrúpulos.
Con un tercio final de pelicula bastante peor que los dos primeros, la película deja la sensación de ser un poco fría, presentando problemas para lograr una conexión emocional con los espectadores.

Estamos tan acostumbrados a películas provenientes de los Estados Unidos dirigidas al público adolescente, que da gusto encontrarse en ocasiones con películas que parecen destinadas a personas adultas.

Aquí la cosa va de personajes creíbles y de relaciones humanas reales, a pesar de lo que pueda parecer por las dos primeras escenas de la película. A pesar de ser una comedia, el realismo es claramente un objetivo de los directores. Basta como muestra de esto la cantidad de veces que los personajes balbucean y/o empiezan una frase de una manera y se paran para empezarla de otra. Vamos, como la vida misma.

En mi opinión no es una película especialmente graciosa, ni mucho menos de carcajada...pero a medida que se va desarrollando la película, debido a las propias situaciones de la película, aparece un humor sútil, soterrado, que es muy díficil de encontrar ultimamente (más detalles en la zona spoiler).

Eso sí, la parte más drámatica de la película me parece muy apreciable, por la calidad de los personajes y, claro, por los actores que los interpretan.

Esta película presenta una extraña mezcla de géneros, ciencia ficción y película romántica que sólo funciona a ratos. Winterbottom pretende darle a la cinta un tono frío y deshumanizado, reflejo de la sociedad futurista que sirve de telón de fondo a la historia, y lo consigue de tal manera que en ocasiones se le va la mano y dicha frialdad se contagia a los espectadores.

Y lo peor del asunto es que el futuro que presenta la pelicula tiene un aspecto sospechosamente posible:dependencia del código genérico para poder obtener cobertura de seguros y posibilidad de viajes, control absoluto de entradas y salidas de las ciudades y los países...

A pesar de la frialdad, la pelicula se sigue con interés y no llega a aburrir en ningún momento. Los actores realizan una buena actuación, destacando especialmente Samantha Morton, magnética una vez más en su papel. La escena de su baile en la discoteca es un ejemplo de sensualidad y capacidad de sugestión. La banda sonora es de gran calidad, acompañando bien el transcurrir de la historia.

Además la pelicula contiene un par de secuencias que evidencian el interés de Winterbotom por rodar escenas de sexo, como haría posteriormente en "9 canciones".