Leo algunas de las últimas críticas (negativas) anteriores a la mía, y me sorprende ver tanto intelectual, tanta referencia nostálgica (en algún caso infundada) y a tantos "guerrilleros del buen cine" armados con sus puntuaciones bajísimas (1/10) que, llevadas por su disconformidad, no son las que esta cinta merece.

De espectador a espectador les diré: Personajes complejos que evolucionan durante el film, trama inteligente y poco predecible, acción cuando se la necesita, una historia que contar, mucho dinamismo y todo ello sin olvidar el cine espectáculo de Hollywood...

Que más puedo decir. Los números de taquilla cantan y la crítica coincide así que: o algo falla, o va a ser que es una gran película

Si sumamos oficinistas de frenopático que sólo se escuchan a si mismos, un guión en bruto (muy genuíno), unos encuadres ahogadísimos y menos planos fijos que "el proyecto de la bruja de blair", tenemos esta gran película social donde el espectador siente que son las 7, está fichando para trabajar y por los pasillos la metralla le salta al cruzado del smoking room.
Hay que verla

Viendo a María Valverde te sientes como Luis Tosar.
Observando a Luis Tosar acabas compartiendo su sociopatía.

Y ese el fin de cualquier buen filme: Transmitir e implicar al espectador.

Estás Zapeando con el mando a distancia.
Un desfile de programación horrorosa se pasea ante tí.
Aparece esta película.
Dejas de zapear.

Mi fallo fue comenzar a verla esperando un "Hermanos de Sangre" y claro: a esta serie, una guerra teledirigida donde las coordenadas vía satélite valen más que toda la 101 Aerotransportada cruzando Bastogne, le pasa mucha factura.

Pocas "batallitas" que contar (para mi gusto) y un escenario un tanto limitado.

No obstante, si ya se cansaron de las viejas guerras sabor siglo XX, aquí pueden asomarse al flamante conflicto armado siglo veintiuno.