Película injustamente tratada por la crítica y con paso discretísimo por taquilla. Convertida en posible película de culto por el boca-oreja posterior.
Más allá de la calidad técnica o interpretativa, ésta última supeditada a que se trata de una parodia voluntariamente exagerada, se ha pasado por alto la agudeza, ingenio y realismo con el que se retrata a una tribu muy extendida desde los años 80 hasta hoy: los 'pijos' e 'hijos de papá'. Aunque con algún toque soez, a mi modo de ver inocente y premeditado, no le resta simpatía, buen humor y, sobre todo, una muy buena representación de parte de la sociedad de este país (llamado España).