Acabo de ver esta película por segunda vez, y como la primera, sigo pensando que es deplorable el comportamiento de los cazadores furtivos que, secundados por la irresponsabilidad de algunos gobernantes quienes anteponen el interés lucrativo a lo que supone la extinción de ciertas especies, en este caso los gorilas, actuan con extrema crueldad.
La interpretación de Sigourney Weaver es tan creible...tan perfecta...que parece que sea la verdadera protagonista de esta historia tan conmovedora como real.

Pues a mi por el contrario, no me ha decepcionado en absoluto esta película. Me ha gustado...principalmente por la forma tan sencilla y entrañable con la que se trata un tema tan delicado como es esta tan temible enfermedad. Imposible tratar este tema sin retratar el sufrimiento y el drama personal...pero hete aquí que estos chicos, los llamados "los pelones" intentar evadirse como pueden del drama que les supone la enfermedad y hasta de la mismísima muerte acechándoles a cada momento de su vida, haciendo las mil y una travesuras dentro del hospital donde se ven condenados a vivir mientras dura el tratamiento. ¿Estopa? pues me parece fantástica su intervención...es algo más con lo que amenizar el dia a dia de esos chicos.

Tal como digo en el título: a mi parecer se trata de una película excelente. La recreación del ambiente minero es perfecta. El problema de Billy en la película sería adaptable a cualquier otro tipo de afición, de lo que se trata es de ver como el protagonista se enfrenta a una especie de encrucijada donde choca la rudeza del ambiente donde vive, con su verdadera afición: en este caso, el ballet.
El final: precioso y verdaderamente emotivo.

...Pensamos que fué una lástima el dinero que invirtieron en la realización de esta película. Realmente la idea de este guión daba para muchísimo más. El final, nos ha resultado incomprensible. Definitivamente, no nos ha gustado.

He visto esta película dos veces. La primera vez confieso que no entendí demasiado su significado y me quedé con ganas de volver a verla. Hoy, la he visto otra vez y con su final he llorado. Es magnífica, fascinante...