Película curiosa y original. Lo cierto es que la idea inicial me resulta muy interesante, con esas vacas que no hacen sino juzgar a las distintas generaciones de hombres con mirada penetrante e inquietante. En el plano visual es también muy recomendable, con una bella fotografía y un estilo propio que permite identificarla como una película de Medem. Más virtudes, por ejemplo, un halo extraño, frío, que otorga un aire desazonador a la película. Una música que no hace sino reforzar la extraña atmósfera que envuleve al film.

Defectos, unos cuantos, empezando por el guión, deslabazado, a trompicones, diálogos algo empaquetados, sucesos bastante poco creíbles, ni siquiera como licencia. El director trata de contar demasiadas cosas, sin que ningún personaje llegue a desarrollarse bien. Alguna escena roza el ridículo, algo habitual en las pelis de Medem. Un final, desde mi punto de vista, poco acorde con el tono de la película y, dicho sea de paso, poco inspirado.

En fin, bien por la intención de Medem. Se agradece que hayan directores que prueben a hacer un cine tan distinto y personal. Además, llega a conseguir algunos resultados muy interesantes, pero la película en sí es poco consistente.

"Diario íntimo de Adela H." constituye una más de las numerosas incursiones de Truffaut en el drama romántico, suponiendo, además, una película poco citada cuando se habla de la trayectoria del autor. Sin embargo, en mi humilde opinión, constituye una de sus mejores películas, lo que paso a explicar brevemente.

En primer lugar, Truffaut demuestra maestría a la hora de tratar el amor joven, inocente y apasionado. Si bien en la saga de Antoine Doinel ya se ve su habilidad para analizar el enamoramiento, la dependencia emocional, el adulterio, etc, el director francés logra sus mejores resultados al tratar amores apasionados y con un gran punto de ingenuidad, casi siempre de la mano de actores en estado de gracia (Adjani está aquí realmente impresionante).

No obstante, cabe destacar algunos avances que hacen esta película, en mi opinión, superior. El lenguaje de Truffaut se hace más formal, incluso clasicista. No hay rastro de los irritantes y pedantes jueguecillos cinematográficos que tanto me hicieron detestar, por ejemplo, "Jules y Jim", y que no hacían sino eliminar cualquier atisbo de sutilidad, elemento muy poderoso para transmitir, como se pretendía en aquella, sentimientos y emociones. No obstante aquí el relato es contado con sensibilidad, sin apenas violencia ni secuencias de gran impacto. La película indaga en la constante melancolía en la que vive Adèle, en su autodestrucción y pérdida de contacto con la realidad. Y, por último, los personajes secundarios resultan creíbles y muy enriquecedores, con pequeñas pero valiosas aportaciones a la trama, y que subrayan, además, el alejamiento paulatino del mundo de la protagonista.

No quisiera terminar sin resaltar otra vez la interpretación de Isabelle Adjani, capaz de transmitir el tormento de Adèle sin recurrir a la sobreactuación ni al histerismo habitual en otras actrices. En conclusión, una película triste y apasionada, que deja un gran poso.

Es una película muy interesante. No entiendo a quienes solamente se dedican a exaltar la diferencia cualitativa entre el libro y la película, no tiene sentido. Es evidente que el libro resulta mucho más evocador y profundiza en muchas más cuestiones, algo lógico porque:

1º: Orwell es un excelente narrador, con gran capacidad de análisis social y psicológico.
2º: Un libro permite explayarse a gusto. Por convención, no es posible realizar una película que dure más de 2 o dos horas y media, salvo que seas un director muy consagrado (no es el caso).

Por tanto, esta película, con sus muchos defectos, aporta elementos curiosos e interesantes, como una logradísima ambientación y una visión en ocasiones casi onírica de la libertad y la felicidad, que cuestiona el actual estado de las cosas y de cómo algunos han renunciado a la felicidad.

Con todo, tiene defectos también evidentes, como un tono muy exagerado en algunos momentos, fallido a la hora de transmitir sentimientos, o una protagonista femenina de nula expresividad, así como un ritmo a veces tedioso.

En conclusión, película irregular pero interesante.

Imagino que no es sólo cosa mía, pero 'Ons' me ha recordado mucho a las geniales y austeras películas que Bergman hizo en la isla de Farö. Una película en apariencia sencilla, pero poética y profunda, en la que el paisaje va penetrando poco a poco tanto en el espectador como en los personajes, que van evolucionando de modos casi opuestos. Y bien es cierto que el paisaje de la isla de Ons es ya de por sí espectacular, pero el trabajo de fotografía, incluso en interiores, es perfecto. La peli gallega que más me ha gustado hasta ahora.

Lo primero que debo decir es que la publicidad que ha recibido 'La vida de Adèle' ha sido tan machacona y tenaz que aún ahora sigo desconfiando de la excelente impresión que me ha causado. Pero admitiendo por mi parte un mínimo de independencia de criterio, trataré de añadir (si es posible) algo a lo ya dicho por los demás usuarios.

'La vida de Adèle' es, sin duda, una película profundamente humana. Kechiche planta la cámara tan cerca de los protagonistas de la historia que a veces uno tiene la sensación de que hace trampas. Me explico: ante una interpretación tan conmovedora y potente como la de la joven protagonista, el trabajo del director parece simple: explotemos al máximo la bella expresividad de la sorprendente Adèle Exarchopoulos.

Sin embargo, la película va mucho más allá. Retrata de forma veraz, sin maniqueísmos ni propaganda, la frágil y pasional personalidad de Adèle; habla del amor joven (mucho más que de la homosexualidad) de una forma tan cercana y llena de matices que desgarra, y el sexo cumple aquí una función clave como muestra definitiva de pasión sentimental, sin concesiones a la gratuidad.

Conclusión: sensible y desgarradora obra maestra, que posiblemente marcará tendencia en los próximos años.