Glauber Rocha para algunos un completo desconocido en la actualidad, pero no obstante, pieza fundamental en lo que poco después fuere el Nuovo Cinema y referencia para muchos directores más conocidos como Scorsese, entre otros, filma una película, que para algunos puede provocar un cierto desconcierto o sentimiento de ridiculez en ciertos momentos. Aunque desde mi punto de vista es un error, ya que muestra lo que va a ser una de sus grandes preocupaciones en su filmografía que seguirá, la ancestral y primitiva Brasil, anclada en sus ritos y costumbres, una mezcla entre documental y ficción, o más bien acaba siendo más ficción que documental… o al revés, no lo acabo de tener claro aún, aunque es una mezcla que siempre me ha fascinado. Un montaje rupturista, aunque ni de lejos tan arriesgado como lo serán sus propuestas futuras (buen ejemplo es Tierra en Trance), una música igual de ancestral y violenta, se podría decir lo mismo de la fotografía o algunos encuadres que no terminan de situar-se en el lugar dónde deberían pero que crean una desgarradora sensación que se adhiere muy bien al sentimiento interior de los personajes. Un desconcierto vacío y abrumador, las ganas de romper con lo establecido por parte del hombre que viene de la ciudad, o más bien dicho esa lucha entre lo establecido y el cambio, en eso se fundamenta el film, entre una eterna lucha, la de la civilización “moderna” que quiere absorber al reducto que aún permanece en sus raíces, unas raíces, todo hay que decirlo, un tanto involucionadas, que también mantienen un encanto místico y enigmático difícil de entender.
Al ser su opera prima en el ámbito del largometraje, Glauber sigue mostrando “cositas”, que ira desarrollando, como su estilo “feista” que , al igual que Pasolini por ejemplo, pueblan el cine del director brasileño, aunque de este término ya hablaré en alguna otra crítica futura que haga de películas de Glauber o Pasolini. Me gustaría recomendar a otro director brasileño del mismo período llamado Nelson Pereira Dos Santos y que participa en dicha producción y que también indaga sobre temas muy parecidos a los de Glauber.
Espero que mi escrito haya servido para interesar-se un poco por este gran director, del que yo de buen seguro no menospreciaría, y que creó un cine poblado de enigmas sin resolver y costumbres y ritos que nunca habíamos presenciado.

Voy a extrapolar mi valoración sobre Magical Girl para extenderlo al cine español en general, considero, haciendo una valoración muy básica, que es una película muy interesante cuyo análisis daría mucho de qué hablar, pero me gustaría no tanto analizar como película Magical Girl, aunque también mencionare algunos aspectos, sino más bien en cómo este film puede ser un ejemplo a seguir para lo que en estos momentos desde mi punto de vista es una industria mediocre, aunque no más que la media europea. Entiendo que Magical Girl es una buena mezcla entre un cine que viene de un creador con una realidad propia y apartada de convencionalismos y que a la vez es una propuesta cinematográfica de fácil acceso para el público en general, un equilibrio muy difícil. Es también un arriesgo para los productores, todo hay que decirlo, haber apostado por un guión que debió ser difícil de aceptar en su momento, y es que me parece un buen ejemplo, ya que las películas españolas que salen en el cine en estos momentos son esclavos de las producciones americanas o simplemente su mediocridad hace que tengan una buena taquilla, tampoco se alejan demasiado de la media europea, no solo es un problema a nivel español. Me parece que sobretodo este film tiene una identidad propia, incluso una metáfora del ánimo y la desesperación que se vive en la actualidad y que “toca” determinados tabúes que estando en el momento en el que estamos no entiendo porque el cine español evita, dando una realidad superficial, banal o irreal (como quieras llamarlo, de lo ocurre, refiriéndome a otros films) Creo que es un camino por el que se tendría que indagar con más esmero y seguir haciendo propuestas arriesgadas ya que hay gente para poder llevar a cabo dicho cine, te puede salir mejor o peor, pero como mínimo la intención esta allí, y eso a mi parecer, ya es mucho.
Respecto a la película, recordándome en algunas secuencias al cine de Cronenberg o de Lynch, sin llegar, eso si, a niveles tan altos, me parece una película muy bien estructurada argumentalmente, por otro lado las elipsis están muy bien elegidas, no mostrando momentos que es mejor no ver, ya que el hecho de imaginarlo es mucho más potente que otra cosa. Incluso el planteamiento de iluminación para Bárbara, mostrando su parte oscura y enigmática (que me recordó un poco salvando las distancias, a la femme fatale de RETORNO AL PASADO, a parte de su gran actuación con bastantes capas que se van desarrollando a medida que transcurre la película, observad también la primera vez que entra a esa habitación en la mansión, para conseguir el dinero que necesita, en el siguiente plano, un sonido desgarrador (y se siente más en cine) expresa el sentimiento de Bárbara.
Cinematográficamente supera a muchas otras películas del panorama actual, como por ejemplo a PERDIDA, ya que se ha hecho algún paralelismo que he leído en alguna revista o por internet, supongo que el título, se refiere a como se debe sentir el espectador al ver semejante obra, no tengo una opinión muy favorable de Fincher, pero eso es otra cuestión.
La historia se basa en una mezcla de distintas almas en pena que se van cruzando creando una amalgama de desesperación y posterior muerte. Aunque no me parece ni de lejos una obra maestra, muestra, no solo que tenemos chicas mágicas, sino que también, guardamos aún un cine mágico para mostrar.