Malos todos, los viejos y los jóvenes, los actores, el director, los guionistas, etc. Me pasa como a Corpitas, que no entiendo la aprobación de los "entendidos", ni a quienes les parecen buenas las actuaciones del reparto. No salvaría a ninguno: la adolescente es mala a rabiar (ya lo era en Cuéntame), pero es que los padres son tal para cual, y el novio... ¡Ay, Señor, qué pésimos todos! Apenas se les entiende lo que dicen; susurran y pasan de vocalizar (algo común en todos los actores españoles actuales), interpretan mal, reaccionan mal... No hay por dónde cogerlos. No te crees la película en ningún momento.

Últimamente se registra la vejez en escenarios muy pobres, muy tristes, muy feos, muy malignos... y es verdad en un tanto por ciento (espero no muy alto), pero también hay una ancianidad independiente que cuida de sí misma y de su entorno, alegre y responsable. Me gustaría verla más a menudo en el cine (sin tópicos ni clichés, por favor), porque creo que esa proyección sería mucho más constructiva para la juventud, de cara a su propio futuro.

A su favor diré que la vi del tirón (buscando el porqué); en su contra diré todo lo demás... Es increíble que a pesar del ardor de sus escenas, en las que vemos a dos animales poco racionales sin la menor conciencia, esta serie no despierte ninguna pasión... Me dejó tan fría como estaba, y tan solo di algo de verosimilitud al personaje de la madre (pobre mujer), y a su reacción ante el desenlace (aunque yo habría sido más salvaje).

La protagonista resulta antipática y absurda, el protagonista es poco más que un perrito instintivo y pesado, el novio es demasiado mirlo blanco para ser real, y la hermana cree en los unicornios rosa, visto lo visto. Mejor no hablamos del resto de personajes, tan sobrantes como sosos.

Sin misterio (todo es previsible), sin intriga, sin credibilidad, y con mucho sexo explícito. Si os gusta esto, podéis verla tranquilamente.

Como actores, que como personitas en la historia no sé ni contesto. La madre sigue siendo una actriz pésima (menudos enchufes debe tener), inexpresiva y aburrida como ella sola. El padre tampoco da pie con bola, y solo podemos salvar a la monja, a mi pesar (me educaron en un colegio con unas cuantas de ellas, y tendría para un libro...).

Lástima de película porque con otra pareja protagonista adulta podría haber resultado incluso buena, ya que la infantil cumple con creces y engancha mucho a la pantalla. Es lo único junto a Teresa Rabal, diría yo.

No se entiende el comportamiento materno en casi ningún momento (salvo cuando pierde a los bebés); no se explica el paterno (bipolaridad máxima), no ayuda el constante silencio entre ambos y la falta de ritmo narrativo, y dudo que incluso en los 80 se pudieran adoptar niños yendo a un convento, sin más...

Finalizaré diciendo que tampoco comprendo cómo termina la película, y si alguien (no he visto que nadie lo explique) lo sabe, le agradeceré su aportación eternamente. Amén.

Puede que sea una de esas películas que horrorizan por el simple hecho de acercarse a la realidad que negamos... Aun así, el despropósito en su guion es obvio (en spoiler), y no merece más que un aprobado. Película que entristece y asusta a partes iguales, no apta para personas en situación de ánimo bajo, o en plena lucha/convivencia con un "mayor" cabezota y malhumorado (que los hay y bastante). El final desmerece y casi hace suspender.

Antes de mi crítica, quisiera referirme a ese profesor de minorías que ha calificado esta película como "mierda". Creo que su alejamiento de la realidad es asombroso, pues subestima al menor en su posibilidad de actuar mal. Rara es la persona de más de 40 años que no se ha topado en su vida con una "manadilla" del mismo o parecido color que el de la que protagoniza esta cinta... ¿o no? Pues eso: gamberros y sinvergüenzas hay y muchos, de todas las edades (sobre todo juveniles), y bastantes responden a la moraleja reflejada (el palo y la astilla). Una desgracia para los demás, sí.

La película es una maravilla del género de terror. A mí no me dan miedo los fantasmas, los monstruos desfigurados, los vampiros, el tío del saco y demás invenciones... a mí me da pánico encontrarme con una patulea como esa, sin conocimiento del respeto, la vergüenza, la educación y la empatía, criados y amparados por unos padres que debieron nacer estériles. Eso me da pavor, y las he conocido -por suerte para mí- con algo de menos virulencia que la vista aquí.

La pareja protagonista -pobrecita- es un acierto, así como el desarrollo de toda la cinta, y el nombre del lago maldito sugeriría el paraíso si no fuera por el género al que pertenece la película: TERROR.

Si no son "buenistas", profesores, padres o tutores de minorías conflictivas, ni "bienquedas", véanla. Sufrirán, pero les gustará.