Me costó cuatro capítulos enamorarme de LOST. Cuando terminó la primera temporada, supe que tenía que ver la segunda. Y todas. No me defraudaron. LOST funciona por sus personajes: El argumento está muy bien, claro, salvo porque es una mala excusa. Algunos de los misterios no se resuelven, y la respuesta de otros queda poco explicada o confusa. El final de la serie fue polémico, y con razón. Personalmente, creo que el final fue injusto. Para los espectadores, claro. Pero eso no quita que el último episodio me pareciese el mejor de la serie. Ofreció una conclusión. Que fuese justa o no justa no debería afectar a la calidad del episodio, que tuvo todo lo que tuvo la serie en sus seis temporadas: drama, acción, misterio... y todo eso, como decía antes, solo funcionaba porque tenía esos personajes. Los misterios eran una excusa para mostrar a los personajes; la isla era solo el lugar que caminaban. LOST es LOST por personajes tan geniales como Ben Linus, Locke, Hurley, Jack, Sayid, Sawyer, etc. Todos los personajes eran geniales, no solo los protagonistas. Era una serie con muchos personajes, pero todos eran necesarios y geniales a su manera. Y gran parte del mérito era de los actores, de la talla de Michael Emerson o Terry O'Quinn. Gracias a los flashback podíamos conocer el pasado de los personajes, lo cual les daba todavía más profundidad. Realmente los personajes de LOST son estereotipos: el héroe, la chica dura, el chulito sexy con buen corazón, el malo retorcido, el gordito adorable, la pija, el hombre de fé que busca su destino locamente, el drogata, el moro soldado, el científico loco... pero de todos los gorditos adorables que haya habido en la historia del cine y la TV, no habrá ninguno como Hurley, puedo garantizarlo. Y lo mismo con los demás. Porque no se quedan en el estereotipo, si no que lo rompen y lo convierten en algo mejor: el "héroe" resulta ser demasiado heróico, buscando siempre algo por lo que luchar; el chulito resulta ser un personaje complejo (que alcanza su máximo en la quinta temporada), el hombre de fé es un tipo perdido en su vida que es capaz de ayudar a cualquiera salvo a si mismo; el malo retorcido es, simplemente, Benjamin Linus (el mejor personaje de todos), y todos tienen una filosofía oculta compleja que les distingue de cualquier otro personaje. Destacaré un personaje que, aunque no es el mejor, destaca por su originalidad, ya que no está nada estereotipado: el gran Desmond Hume, un tipo carismático donde los haya. No voy a hablar mucho de él porque lo mejor es verse la serie entera (especialmente "La constante") y darse cuenta de por qué le destaco. Todos eran, sencillamente, únicos. Los mejores personajes de la televisión, en el lugar más misterioso de la tierra, protagonizando la mejor serie de la historia.

Nunca he sido un gran fan de Tim Burton. Si alguien me hubiese preguntado por qué, no habría sabido responder, porque lo cierto es que desarrollé hacia él un prejuicio sin sentido, y nunca me presté a ver ninguna de sus películas. Hasta que decidí ver Tim Burton, una película que parece la explicación a Tim Burton; el por qué de esa absurda locura que tienen todas sus películas. Y es que hay veces que la realidad supera a la ficción, pero, el resto de veces, la realidad es algo aburrido, soso, y las historias reales no suelen ser tan fascinantes como las que surgen de la cabeza del protagonista de Big Fish, o del propio Tim Burton. Efectivamente, la película es un delirio tras otro, un chorreo de imaginación y originalidad. Pero Big Fish es mucho más. Es la historia de un padre con su hijo, de un hijo que está harto de que su padre se esconda detrás de sus fantasías ocultando alguna verdad sospechosa; de un padre que cree que la realidad no es nada sin un poco de imaginación. Big Fish es una historia sin lógica, sin coherencia, imposible, pero lo que la hace tan grande es el subtexto, lleno de metáforas, metáforas en forma de peces que no se dejan cazar y pueblos utópicos con zapatos colgando de un cable representando la inocencia de la infancia. Gracias a esta pedazo de pelicula entiendo mejor las obras de Tim Burton. Quizás el también haya visto su final en el ojo de una bruja.

Situación: en vez de verla en soledad o con gente que esté callada, decidí ver la película con unos amigos. Resultado: me enteré de la mitad. La peli empieza con la escena del parque y con la tía esa atravesándose el cuello por no se qué motivo absurdo. De momento, empieza bien. Entonces aparece la clásica familia soporífera y repelente y sus problemas que no le interesan a nadie. De pronto ¡Zasca! un montón de albañiles tirándose de un edificio. Un tigre comiéndose los brazos de un extra. Un tío atropellado por una segadora, un coche estrellado, unos cuantos ahorcados... y, de fondo, la historia de una familia unida por la tragedia. Creo que era eso, porque la verdad es que yo no me enteré. Por un simple motivo: me daba igual. Atendí en todas esas escenas de arriba y, desde luego, en la parte final, con la ancianita Mrs. Zidane. No voy a contar qué pasa con ella ni voy a ponerlo en el spoiler porque es demasiado esfuerzo. Decir solo que nos estuvimos riendo de sus escenas hasta que terminó la película, y más. En serio, es la leche. La vieja, nada más. Y pensar que esto es del tío que hizo El Sexto sentido...

En inglés sin subtítulos y con 9 colegas alrededor, haciendo el bestia. Asi es como vi yo Las colinas tienen ojos. Gritando, riéndonos de todo el que aparecía y sin enterarnos de lo que estaba pasando. No me enteré de ninguna línea de diálogo, pero tampoco fue demasiado importante: la pusimos para ver deformes matando gente de la forma más macabra posible. Y, ey, cumplió su objetivo. Una adorable familia (que nos repelió desde el primer momento) aparece en mitad del desierto sin que ninguno de los presentes supiese a santo de qué, con el coche sin gasolina o alguna movida de esas y con un viejo penosísimo estilo Popeye con un acento hilarante dando vueltas por ahí. Y, por supuesto, la familia de zombies mutantes (que no son zombies pero como si lo fueran), formada por el deforme de los Goonies; por Freddy Krueger con el labio partido; Voldemort con prismáticos y una versión ligera de Jabba el Hutt. No dan mucho miedo, la verdad, pero, mientras haya sangre...
Seguimos gritando y desquiciándonos sin atender a la película hasta que llegó la parte interesante: Popeye se vuela los sesos. ¿Por qué? Pues, obviamente, ni nos enteramos. Pero, realmente, ¿a quién le importa?
La peli sigue con algunos diálogos aburridos hasta que llega la parte final, donde se desata todo el gore. En ese sentido, la peli es la leche, si. Los protagonistas son inmortales, el padre es Rambo y el perro salva el día. Surrealista, sangrienta, gore, bestia, con buena música, buena fotografía y buenos actores... vamos, la típica peli para ver con 9 amigos más.

Si, los efectos especiales son impresionantes, de eso no hay duda. El 3d no vale una mierda (estar dos horas y media con unas gafas incómodas para que un par de veces en la pelicula te pase al lado una florecilla que parece que la tienes cerca, ¿en serio? Anda ya), pero aun así está genial hecha. Ahora bien, ahí termina todo. Hay un término llamado "plagio inconsciente" que consiste en (wait for it) que alguien haga algo sin darse cuenta de que ya existe. ¿Veis por donde voy? ¿Un soldado en busca de un material valioso que viaja a un mundo desconocido y se infiltra en una tribu pacifista que vive en comunión con la naturaleza y que habla con los árboles? Esta es solo una de las muchas coincidencias entre Pocahontas y Avatar. Pero, claro, es del director de "Titanic" y "Alien" (por cierto, se ve que en Pandora los alienígenas son más majos que en El octavo pasajero), y además prometía ser la película del siglo y ser una revolución total. Bueno, pues no. La verdad es que las dos horas y media se vuelven soporíferas y se salva por la espectacularidad de los paisajes y estas movidas. En fin, me voy al spoiler para seguir con las "coincidencias" entre ambas películas: