Acabo de ver esta serie de comedia de la mejor forma posible, todo seguido, desde la primera temporada hasta la novena sin interrupción. Aunque alguna temporada baje el ritmo, el nivel general, en perspectiva, es superior a la media de las series que yo he visto.
Uno de los grandes protagonistas de la serie es la ciudad de Chicago y más concretamente el South Side, otros ya se han mencionado como el alcohol, las drogas, el sexo, el amor, la economía familiar, etc. Al final te sientes como si tú mismo fueras del barrio.
Cuando decae un poco el ritmo, la serie vuelve a resurgir rápidamente, siendo uno de los aspectos mas destacados de la misma la evolución de los personajes y sus idas y venidas. Frank, Fiona, Lip, Debbie, V, etc.
Merece la pena verla hasta el final gracias a una estupenda 9a temporada.

Interesante porque nos introduce el concepto de la obsolescencia programada y nos lo ilustra con ejemplos pero no son ciertas todas las afirmaciones que se realizan ni se pone de manifiesto que al estudiar los fenómenos socioeconómicos los respuestas no son siempre únicas y totalmente ciertas. Tampoco distingue entre efectos a corto y a largo plazo de los fenómenos que se analizan. No entiendo como si la industria es la responsable de implementar la obsolescencia en los artículos que se fabrican se acaban realizando comentarios despectivos sobre los economistas pero no se busquen responsables en otros ámbitos pareciendo al final que todo es fruto de una confabulación de unos pocos que dirigen el mundo.

Recomendable serie de un género que no es de mi agrado pero que engancha desde muy pronto, en cuanto empiezas a conocer a los protagonistas. Esta muy bien contada sacando el máximo provecho para que la trama te atrape. La ambientación y los movimientos de la cámara te llevan a apretar al pause en algunos momentos para tomar aliento y no se te pare el corazón. El desenlace o explicación final no me convence del todo y por eso no le pongo un 10 aunque hasta llegar ahí ¡vaya si lo disfrutas!

Una peli que trata el tema siempre actual de la marginalidad social, con una música pegadiza y filmada en el NY de finales de los 60 que para mí ya es un buen motivo para verla. Te enganchas por la curiosidad de ver el desenlace que tendrá el inocente protagonista y cuánto tardará en derrumbarse. Hoffman no es de mis actores favoritos pero el peso de la peli lo lleva el testarudo de Voight espléndidamente.

Esta serie tiene un arranque excelente pero 18 capítulos de 40’ son demasiados para mantener el nivel inicial. A partir del duodécimo te das cuenta que la historia avanza muy lentamente con pocas sorpresas y los he visto con el mando en la mano dándole al avance de vez en cuando para ir más rápido. Me ha resultado sobretodo poco creíble y cansino el personaje de Toby.