Como comenté al principio, esta película innova en varios aspectos, como hacer que la víctima sea el chico en vez de la chica, o que al final no logren vencer a al villano, ni si quiera con la ayuda de todos los policías de la comisaria, algo que te hace compadecerte de los hermanos.

Lo más interesante de la peli es el villano. Es un ser fascinante que vamos descubriendo poco a poco, pero sin llegar a definirlo demasiado, manteniendo el misterio. Se evitan los personajes estereotipados de aquella época, donde los villanos eran personas normales que buscaban venganza por algo que hizo un familiar del protagonista 20 años antes, siendo absurdas muchas de sus motivaciones. En Jeepers Creepers se presenta a un villano sobrenatural, con rasgos demoniacos y capacidades sobrehumanas, algo que me resulta más creíble que los otros villanos, sobre todo si está tan bien construido y rodeado de misterio como en esta película.

La motivación del villano también es original, ya que no mata por diversión o para castigar a sus víctimas, sino simplemente para conseguir las piezas que le interesan. No es que sea malvado o cruel, es que para él los humanos son bancos de órganos que necesita para mantener su inmortalidad. Es una rara especie de dios indiferente que hace lo que le da la gana porque está por encima de los mortales. Algo que también es original, ya que las víctimas no son especiales, sino ganado insignificante que se ha cruzado en su camino. En contraste con los protagonistas de otras películas de la misma época que, en teoría, si lo son (especiales), pero no despiertan tanta empatía como los insignificantes protagonistas de esta película.

Pero, y aun que me guste mucho el villano, lo que más me llama la atención son los protagonistas. Se consigue crear una relación entre hermanos creíble, divertida y natural. Cosa que en 2001 parecía imposible en las películas de terror (y ahora también…), plagado de protagonistas odiosos, estúpidos y superficiales, que soltaban chistes forzados y solo pensaban en sexo.

Lo peor que tiene la película (digo peor pero en realidad no está tan mal), es que el bajo presupuesto se evidencia demasiado en algunos momentos. Esto no siempre es malo, ya que crea cierta estética cutre que ayuda a generar terror y mal rollo, pero en algunos momentos se le “ven las costuras”. Aunque el diseño del villano es excelente, el maquillaje llega a quedar algo falso, sobre todo cuanto más le vemos. Los cuerpos de su guarida parecen de plástico, aunque en la propia película dicen que es porque el villano les hace algo a los muertos para preservar su piel, pero la verdad es que no quedan nada realistas, y seguramente con un presupuesto algo mayor en efectos especiales se hubiese conseguido un tratamiento mucho más creíble.

En definitiva, Jeepers Creepers es una fantástica y original película de terror juvenil repleta de diversión, tensión y buenos personajes que recomiendo a todos.