1- Carlos Areces.
2- Carlos Areces.
3- El director controla perfectamente los mecanismos del humor y el ritmo.
4- El reparto coral está estupendo. Alexandra Jiménez se revela como una gran cómica, de Silvia Abril ya lo sabíamos. Joaquín Reyes, aunque sin posibilidad para lucirse, consigue mantenerse dignamente en un papel que, todo sea dicho, no daba para más.
5- El guión, sin ser brillante, es efectivo. Aunque decae hacia la mitad, la película remonta. Claro que, para ser sincero, ni siquiera "Aterriza Como Puedas", la mejor del género, me parece redonda: también es irregular. Creo que la spoof movie sin altibajos aún no se ha inventado. Al final se valoran por la calidad de sus gags: Spanish Movie aprueba con nota, aunque algunos son más divertidos que otros.
6- Las colaboraciones, en general, tienen nivel y resuelven con gracia sus cometidos. A destacar, por supuesto, la escena de Berto y Andreu, pero sin desmerecer a Leslie, Joselito o Luis Zahera.
7- España también tiene derecho a tener un cine comercial y a importar fórmulas americanas.
8- Ver a Chiquito y a Leslie juntos, aunque sea en los créditos, supone un antes y un después en la historia del cine.
9- La música, con ecos dabadabas y yeyés, está llena de guiños que pillarán los espectadores más cinéfilos.
10- Aunque tiene algunos efectos infográficos bastante cutres, seña de identidad de la mayoría de las spoof movies, la fotografía está muy conseguida y no tiene nada que envidiar a la media de las películas americanas.
11- La posibilidad de ver a Carlos Areces haciendo de Hypatia en una posible "Spanish Movie 2".
12- No es Berlanga, es cierto. Pero es divertida, y no engaña a nadie. Si a alguien le sirve de algo, yo pasé una hora y media muy entretenido.
Los argumentos tipo "es una vergüenza que esté subvencionado con el dinero de todos los españoles" ya huelen. También pago con mis impuestos carreteras que no uso, ferias que no me interesan, sectores agrarios cuyos productos no consumo y fiestas taurinas a las que nunca iré.

Ver una película como Balada triste de trompeta es como dar un paseo por un recinto ferial con el ánimo de subirse a un tiovivo con los frenos desbocados, viajar en el tren de la bruja, entrar al túnel de los horrores, asistir a una excitante representación circense, pasear entre el bullicio volando globos de colores, comiendo manzanas confitadas rojo sangre o saboreando algodón de azúcar, y acabar la jornada exhausto de sensaciones estimulantes, borracho de emociones, espoleado en tus sentidos y en tus instintos, abandonado al embeleso que producen todos esos descubrimientos excitantes de nuestra infancia.

Estoy plenamente de acuerdo con todo el mundo en que Carlos Areces merece una mención especial por su lucidísimo trabajo, entrañable o terrible según la ocasión.