Reflejo de una sociedad norteamericana abducida por las figuras de autoridad. Recuerda a los experimentos sobre obediencia a la autoridad de Milgram, en el que sujetos investidos con una autoridad desarrollan una adaptación a este rol sin cuestionamientos, y sin dudar en ejercer la violencia.
Nos presenta esta película esa obediencia ciega a la autoridad, sin cuestionarla, sin preguntas y evitando posteriormente las consecuencias de las propias acciones. Interesante propuesta que merece un visionado.

Tenía grandes expectativas en esta película, pero tras verla sólo puedo decir que es flojita. Las historias no funcionan demasiado bien. Los actores son fantásticos, sobre todo Ryoo Seung Beom, pero no lucen en esta película. La idea de mezclar directores para hacer películas no me acaba de cuadrar, y menos si esos directores son Kim Ji-Wooon y Yim Pil-sung que hacen un cine bastante diferente. El resultado es muy flojo y las historias no reflejan la manera de hacer de sus directores.