Una auténtica película de su género, errática, chocante, auténtica y arriesgada.

Muestra el lado frívolo que el poder desata en el humano y enseña que el amor de un padre no tiene fronteras. Con una gran actuación general por parte de los personajes, interpretados por un reconocido elenco, el espectador recibe casi dos horas de acción intensa salpicada con trazos de confusión, que nos mantienen en vela hasta el final de la cinta.

La fotografía es, si cabe, lo mejor del filme y la escenografía está concienzudamente trabajada. La cronología de las secuencias es sinceramente original, aportan la esencia que hacen de esta película probablemente uno de los mejores thrillers que el cine español nos ha regalado en mucho tiempo.

IMPORTANTE: para el final, en el que la película da un giro de 180 grados, deberás estar atento a los detalles.

Esta película resbala en el fino hilo que separa el humor y los sentimientos, con un trasfondo muy real y una hazaña inspiradora.

Una narración de superación que nos muestra que no somos intocables en esta vida y que “rendirse no es una opción, no es una opción”. Que todos te dirán que no puedes y que, aunque al principio te cueste, debes saber que eres el único que necesita confiar en ti. Una película que es, en toda su esencia, una lección de vida y que para el entretenimiento del espectador se disfraza con trazos cómicos.

El rodaje permite contemplar la lucha en este tipo de enfermedades y la fuerza necesaria para vencerla, y creo que consigue reflejar con habilidad la realidad a la que estas familias se enfrentan.

El filme logra, además, arrastrar otras historias secundarias que le aportan realismo a la escena. El papel de Karra está lleno de sabiduría y nos regala frases tan míticas como “Todos tenemos una enfermedad degenerativa e incurable, que es la vida.” Su personaje nos muestra que el daño del tiempo puede ser tan doloroso como la esclerosis múltiple. Lo que intento decir es que esta historia no se centra únicamente en el personaje diagnosticado, porque los demás también presentan problemas, como en la vida misma.
Cabe destacar la producción técnica, que arrasa con los escenarios. Además, la interpretación por parte de tales iconos de nuestro cine fortalece aún más la historia: Dani Rovira, Karra Elejalde y Alexandra Jiménez dan vida a los protagonistas con una actuación "de película".

Es increíble pensar que este proyecto no es solo una invención más con fines lúdicos sino la verdadera lucha de un hombre, Ramón Arroyo, que tras ser diagnosticado se propuso en 2013 cruzar la meta del Ironman Barcelona. Increíble y necesaria de contar, así es su historia.

“The Midnight Gospel” es, sin duda alguna, el nuevo proyecto de animación más prometedor en lo que va de este 2020. Partiendo desde una idea simplista, aunque atractiva de por sí, se transforma en una completa locura conforme avanza la serie.

Un presentador de podcasts espaciales viaja, a través de un simulador, a distintos planetas donde entrevista a personajes de lo más alocados, desde el presidente de lo que parecen los Estados Unidos hasta la misma Muerte. Entre provocativos juegos de color, cada capítulo se va desarrollando en torno a extensas conversaciones arrítmicas que contrastan con la velocidad de la trama del capítulo. Esto es quizá lo más chocante de la serie, lo que la diferencia de otras animaciones como Rick y Morty, que ya cuentan con el atractivo de los personajes y los multiversos que presenta.

Por otro lado, esta serie no presenta su humor a través del diálogo (como puede ocurrir en la mayoría de producciones del estilo), sino en lo que ves a través de él. De esta forma, lo que ocurre de fondo es quizás igual de importante que la propia entrevista, lo que otorga mucha más complejidad al capítulo.

Termino resaltando de nuevo el formato de la serie, que avanza a través de complejas conversaciones sobre la vida, la muerte, el tiempo, la realidad, el amor, etc; conversaciones en las que el protagonista habla de sus emociones y sentimientos mientras debate temas tabúes con el entrevistado, cuyo planeta está en pleno caos.

Quizá no sea una serie que pueda gustar a todo el mundo, pero sinceramente le daría una oportunidad.
En su disfraz de psicodélica serie de animación, “The Midnight Gospel” es, al fin y al cabo, un “reminder” a todos sus espectadores de lo que significa estar vivo y tener sentimientos.

Esta nueva realización de Black Mirror ha cosechado desde su lanzamiento una fama precoz, siendo una innovación tanto para la plataforma de Netflix como para la forma de consumir cine que hasta ahora hemos conocido. Pero pasando a los detalles cinematográficos, ¿podríamos considerarla un nuevo éxito?

Primeramente, debo decir que esta película no puede ser juzgada como todas las demás, empezando por el hecho de que no existe una única trama que la defina. Así, cada uno deberá juzgar según lo que haya visto y yo, que me he tragado casi un 90% de los finales posibles, pienso que Bandersnatch retiene su encanto en su singularidad y no particularmente en la elaboración de los hechos. Con esto aclaro de nuevo que cada final es independiente y por tanto distinto, sin embargo me ha parecido que todos mantenían cierto punto de incoherencia.

Por otro lado, lo que gana al espectador es sin duda el carácter macabro que la envuelve en todo momento y quizá sea esto lo que consigue paliar la incongruencia. Esto es lo que, según mi opinión, atrapa a su público, incluyéndome a mí. De hecho, el planteamiento es bastante original y tiene ese punto que sólo Black Mirror podría conseguir: un joven programador queda prendado por un libro y decide convertirlo en un videojuego que, tomes la decisión que tomes, cambiará su vida. Un planteamiento que se mantiene fiel a la esencia de Black Mirror: deja al espectador espacio para reflexionar sobre las consecuencias de la tecnología en la sociedad en que vivimos. Otra cosa que me ha puesto los pelos de punta es la participación que el espectador toma en la película, siendo mencionado como un personaje más de la historia.

En definitiva: salvando su falta de coherencia, Bandersnatch no es una película que deba ser obviada, simplemente por la novedad que supone.

Aunque históricamente deja mucho que desear, esta serie de The CW me ha sorprendido gratamente desde un principio. Contando con la música que acompaña la producción desde el primer momento es, irónicamente, una serie actual y moderna. La ambientación es increíble; entre el escenario, maquillaje y vestuario, destaca notablemente el armario del que dispone la producción. De hecho, creo que este es el punto más fuerte de la serie.

Si bien en un principio he insinuado que los datos históricos de la serie estaban a kilómetros de la realidad, el nuevo enfoque que la dirección ha perseguido, consigue convertir la historia en una ficción mucho más atractiva para los espectadores. En mi caso, empaticé rápidemente con el personaje principal y viví intensamente su evolución desde la inocencia hasta el poder, la influencia y, ante todo, una incesable fuerza. En este aspecto, la serie consigue reflejar cuidadosamente bien los problemas de la antigua realeza que ignoramos o nos parecen imposibles y nos recuerda la constante lucha que todo lo valioso conlleva.

Otro tema que "Reign" consigue reflejar con maestría es el complicado rol de una mujer en la corona y las incesantes amenazas a las que se veía sometida por el simple hecho de haber nacido de otro sexo. Esto, entre otras cosas, me hacen sentir una tremenda admiración por todas las que, como la protagonista, se vieron encerradas en esta lucha y tuvieron que lidiar, no sólo con el peso de un país, sino con el peso de su condición de inferioridad en una sociedad patriarcal.

Un consejo, si tienes nivel de inglés y estás pensando ver esta serie, no dudes ni un momento en ver la versión original, o si hace falta con subtítulos. Con lo poco que escuché de la versión en español, enseguida vi que los doblajes eran horribles. Los protagonistas pierden toda la seriedad y el peso de su personaje.

Otra pega que le pondría a la serie son las dos últimas temporadas, que me hicieron perder el enganche que había tenido en las dos primeras, acabando con un trágico final que me pareció demasiado repentino. Creo que dejaron muchos subtramas sin resolver que podrían haber exprimido aun más.

Salvando esos defectos, es una serie que merece la pena ver: entretiene, enseña y, sobre todo, emociona.
Además, creo que cumple con su principal objetivo: sacar a la luz la dramática lucha de la reina de Escocia, María Estuardo y nos enseña, una vez más, que incluso la vida de una reina no siempre puede ser perfecta.


PARA ACABAR
A todos los que parecen ignorar estos detalles y únicamente se centran en la intriga sexual (o como otros dicen "conspiración uterina"), siento deciros que si no tenéis el sentido cínico que cualquier crítico standard necesita, no tenéis derecho, como consecuencia, a hacer una opinión formal de forma pública. No se puede tachar una serie entera justificando que "esa basura" (llamada así por incluir la pizca de amoríos que toda serie actualmente incluye), está hecha para un grupo de adolescentes (llamados también ignorantes por tener unos gustos que los adultos no comparten) que sólo actúan para y por su apetito sexual.
A todos estos, simplemente decirles que no pueden generalizar a un grupo de personas PORQUE NO CONOCEN A LOS INDIVIDUOS. Por tanto, no conocen sus motivos ni sus gustos.