Por qué Takeshi es negro. Por qué, yo no entiendo por qué. ¿Pero no era una de japoneses? ¿Por qué salen Wesley Snipes y Dennis Hopper? Me da pena que se vayan de putillas y que engañen a la gente. Es una verguenza. Y Aragorn un matón a sueldo, qué triste, y qué joven parecía. Pero en el fondo no está mal, es como cuando uno vomita y después se queda muy tranquilo y con una sensación placentera de haberlo echado todo. Es de esas películas que volvería a ver una y otra vez al mediodía para poder dormir un poco, o no, porque la trama es súper interesante y basada en la realidad.

Estoy viéndola y no puedo parar, salto, hago punto, calculo raíces cuadradas y matrices, y con la cabeza hago movimientos espasmódicos, un mono entra con su tanque a través de la pared y me roba los libros de Stephen Hawking. Goran Breogovic toca la trompeta y caen las bombas alrededor. Las trompetas se apoderan de la tierra y cae una lluvia de ausonia con y sin alas. Tragedia. Se rompen los vasos del Ikea que acabo de comprar y timbran a la puerta. Es Calimero. Dice que le molestan las trompetas y se va al sótano. Llora porque lo han engañado los de Jazztel y le han puesto un adsl de tres megas. Llega un Negro y le explica que esto no es una película, que es el mundo real, y que Gran Hermano solo tiene en común con la vida real que Mercedes Milá es igual de humana que Rajoy. Calimero se hace del servicio secreto para así poder espiar a Kusturica y saber qué desayuna para poder patentarlo. Calimero lo averigua y se suicida. Fin.

El Mono borracho y el ojo del tuerto, El tigre meón y la bruja del valle y La Polinesia de los marajautas cojos son películas mucho más entretenidas. Va, un 2 lo merece porque uno aguanta hasta el final por el morbo de averiguar cuál será la siguiente deposición de Amenábar, si la rosa o la rojo sangre brillante. La colonoscopia revela que Eduardo Noriega come demasiados puerros. No entiendo por qué Penélope Cruz no lo invita a acelgas, más le valdría para evitar unas digestiones tan pesadas. Deberían haberlo pensado antes de meter a Fele Martínez, al que se le ve que gusta del chocolate express, tan poco laxante. Amenábar está fuera de sí, hematúrico perdido, con un cálculo renal tan difícil de expulsar que termina defecando donde no debe. Qué asco, por dios. Un coreano hubiese manejado mejor la situación y en media hora hubiese matado a las Nurias, a las Sofías y, de propina, al francés raro que nadie sabe qué pinta, si la empresa ni siquiera es suya, que es de Colorado.
Las películas de ciencia ficción de hace 30 años tenían más chicha. Para cocido, el de Lalín. Y así llegamos al final, que le da sentido a toda la historia. De ahí que Hitler terminase de esa forma. Mejor suicidarse que despertar en el 2150 rodeado de perroflautas enmascarados y empresas de crionización low cost. Está claro que eso no debe costearlo la seguridad social y el que lo quiera que se lo pague.
El otro punto la música de Chucho. Guau.

Querido Zemeckis, o como usted se llame, soy Robinson Crusoe. No se haga el despistado que no nací ayer. Hoy después de hacer un par de apariciones fantasmagóricas a un barco de pescadores coreanos más perdidos que usted en un capítulo de MacGyver, me dispuse a ver su película. Ahora mismo mi estado de indignación me revuelve en la tumba y me entran ganas de pedirle a Nuestro Señor Jesucristo que me resucite para poder ahogarlo con una almohada. A usted y a Tom Hanks. Estoy harto. ¿Se puede ser más torpe? Espere, seguiré en el spoiler.

Todas las reseñas que he leído hablan de lo devastadora y desgarradora que es la historia. Es verdad. Pero realmente es muy entrañable y tierno ver cómo los niños se organizan en torno a un líder de su edad y sobreviven, demostrando que sus valores están por encima de lo que puedan tener o comer.

Respecto a la gente que dice que no es una obra maestra porque cinematográficamente no es nada del otro mundo, decir que a mi me parecería una frivolidad digna de la extremaunción que el director comenzase a alucinar haciendo virguerías técnicas. Al contrario, no hay planos que se recreen en las mutilaciones de los niños, sino que en la película aparecen como algo normal aunque no debiera serlo y a lo que se adaptan los niños para continuar su batalla por la supervivencia. Y punto.