Hace unos meses, una amiga, me regaló un DVD. Había una colección de películas cuyo título era: “Películas para sentir”. Entre la recopilación audiovisual se encontraban cintas que aún no había visto; una de ellas era una desconocida película francesa llamada “El hombre del tren”.

“El hombre del tren” narra muchísima vida. Tiene un guión prodigioso lleno de grandes diálogos y emotivos momentos. Construye dos personajes a la perfección, sin fisuras. Es más fácil apreciar el papel que hace magistralmente Jean Rochefort que el protagonizado por Johnny Hallyday, pero eso se debe a que Jean Rochefort interpreta un papel mucho más agradecido y al que todos nos es simpático, mientras que Hallyday, se mete en un personaje más rudo y menos agradecido por lo que su actuación no despierta las mismas simpatías, a pesar de realizar un trabajo tan sobresaliente como su compañero. Es más, será su personaje, el que más evolucione conforme transcurre la trama.


Desde el 2002, no sabemos nada del talento de su guionista Claude Klotz, lo que me produce una honda pena.