Media votos
6.8
Votos
617
Críticas
29
Listas
14
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Lulú:
9
6.0
519
Drama
Durante el período de la Restauración en una sociedad dominada por la hipocresía, por el peso de las apariencias y el dinero, la intriga relata los sobresaltos de una historia de amor sin esperanza, mezcla de pasión y rencor entre el general de Montriveau y la duquesa de Langeais. Adaptación de la novela "La Duchesse de Langeais" de Honoré de Balzac. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2008
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayer fui a ver esta película sin demasiado convencimiento a pesar de que ya Historia de Marie y Julien, del mismo director, me encantó. Pero es que desconfío de las ambientaciones de época, de las estancias recargadas y manieristas, de la artificiosidad de los diálogos... Aquí se invoca el artificio para encontrar la verdad emocional. La película me atrapó, me parece una auténtica obra maestra, es el cine en estado puro, pausado, con reminiscencias teatrales. Belleza formal pero al servicio de una historia que se siente como próxima, que engancha y fascina, es decir, violento desgarro interior que convive con una madura y adulta serenidad formal. Elegancia en la forma, estilización de diálogos, pura evolución en los personajes, buenísimos actores. Los personajes se despliegan en violento desafío con el vestuario y la ambientación de su época. Me pareció, mientras la veía, que no iba a saber encontrar las palabras para describir semejante película. No voy a estar a la altura
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Basada en la novela homónima de Balzac, cuenta la historia de Armand de Montriveau (Guillaume Depardieu) y Antoinette de Langeais (Jeanne Balibar). Ella es una joven duquesa que se siente cómoda en el mundo hipócrita de apariencias en el que le ha tocado vivir, es un mundo en el que hay que conciliar los intereses con los sentimientos, y ella hace uso de la coquetería y la vanidad al no conocer aún la verdadera estima, resistiéndose a Montriveau y provocando en él, a causa de su juego displicente, la obsesión. Y cuando siente el amor se produce la desincronización amorosa, puesto que él ya no quiere saber nada de ella, conduciendo la historia a un fatalismo recíproco a causa de los constantes rechazos y afectos, y la inconsciencia por parte de ambos. De todas formas Rivette nunca subraya nada, el espectador se va introduciendo en la película y descubriendo las cosas por sí mismo