Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
6
Drama. Comedia. Intriga Estado de Nueva York, años setenta. Irving Rosenfeld (Christian Bale), un brillante estafador, y su inteligente y seductora compañera Sydney Prosser (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un tempestuoso agente del FBI, Richie DiMaso (Bradley Cooper), que sin querer los arrastra al peligroso mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, el primer plano de American Hustle es sintomático de lo que ocurre después con toda la película. En este plano, la cámara de David O. Russel se fija en la barriga de Christian Bale y el objetivo se va abriendo hasta que vemos al actor en su completa (e imperiosa) transformación física. Pero, ¿qué cuenta ese plano al margen de la integridad profesional de su intérprete? ¿Qué aporta a la historia? ¿Qué significa en cuanto a todo lo que vamos a ver durante las dos horas siguientes? Para mí la respuesta es nada.

Hay dos corrientes claras con el cine de O. Russell. O le aman, o le odian. Personalmente, sin detestar ninguna de sus películas, éstas tampoco me apasionan. Y la muy laureada American Hustle me ha dejado más bien frío. Tiene el -aparente- estilo improvisado, espontáneo, de casi todo el cine de su realizador, pero en este caso opino que esa divagación en las genialidades de sus actores (que efectivamente, son geniales) lo que provoca es una tremenda dispersión en una historia que nunca se centra, la destemporización (estilismos y música aparte) de una época icónica, la pérdida de una trama interesante, y el desperdicio de los muy probables y oportunos paralelismos sobre la corrupción pública y el desfalco general que estamos viviendo ahora. La pretensión de hablar del sueño americano a cualquier precio se queda en eso, una pretensión, porque muy poco se ve en el guión (que ni es un drama, ni una comedia, ni una sátira, ni una farsa… y todo eso pasa factura) sobre el sufrimiento de unos personajes que son, en realidad, parias de la sociedad que les ha tocado vivir.

No es, aclaro, American Hustle una película horrorosa. Su puesta en escena y diseño de producción son brillantes, luminosos, juguetones. Su selección musical está repleta de clásicos. Y sus actores están fantásticos. Pero me resulta insulsa, sin garra, tocada por la gracia de que su director esté de moda, y, evidentemente, por el talento de un grupo de actores que confían ciegamente en él.

Y son ellos los que salvan a esta película del olvido momentáneo (un olvido inevitable, ya que a ver quien se acuerda de American Hustle cuando pasen 20, 10, 5 años…). Las intervenciones de Jeremy Renner, Michael Peña y Robert De Niro, aunque menos lucidas desde el texto, son fantásticas. Bradley Cooper da rienda suelta al carisma y el histrionismo controlado que le ha hecho una estrella (donde sí estaba excepcional era en El lado bueno de las cosas); Christian Bale, como he dicho, hace de nuevo una prodigiosa transformación física y se convierte de nuevo en otra persona: un conmovedor perdedor con suerte; nadie duda del talento descomunal de Amy Adams, aunque creo que su gran papel aún está por llegar. Aquí sabe conmover y divertir, es el verdadero hilo de la película, está excepcional en cada gesto y en cada plano de los muchos que se fijan en su rostro; y la que se lleva el gato al agua es una desatada Jennifer Lawrence, quizá el papel mejor escrito de todos porque es el que más se ajusta a un estilo, el de una insoportable, ostentosa, quisquillosa y entrometida mujer, que esta actriz, con su fiereza y talento natural, convierte en un auténtico torbellino cómico sometido al paroxismo emocional. La gran joya de una película entretenida pero indudablemente sobrevalorada.
jaly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow