Nos hemos informado demasiado bien y el título en japonés es "Gūzen to Sōzō" que sería "Coincidencia e imaginación", que está bien, lo podrían haber dejado así, ¿no? en fin.

Hemos ido a verla porque ha ganado premios y en FilmAffinity salen todos los punticos en verde (en el momento en que escribo) y no son pocos, 18. Vamos que gusta a todos los críticos cual baptisterio romano. Eso sí, el ínclito Boyero aún no se ha pronunciado, veremos a ver si no decepciona y da la nota acostumbrada.

Dicho esto, en realidad la película es fácil que no guste al público más ávido de acción pero los críticos son gente de letras y letras tiene. Son tres historias vagamente relacionadas por sus temáticas conversativas de sexo, amor y amistad y soledad divino tesoro. Nos ha recordado a la coreana "La mujer que escapó" (2020 también) más que por el tema por la forma así rohmeriana.

Refleja muy bien el hecho de que generalmente es más fácil abrirse y conectar con desconocidos que con conocidos porque las dinámicas ya están muy fijadas. Cosa que debe ser exagerada hasta el límite en Japón, donde la expresión de las emociones está muy controlada socialmente. El señor Hamaguchi baraja bien sus cartas y deja la mejor historia para el final y con un final realmente conmovedor.

Gustará a: Richard Linklater, gente que se afeita los huevos, Jacob Levy Moreno
No gustará a: superficiales, Carmen Mola, gente que va a reuniones de ex-alumnos