No la película más original de Disney pero sí la que me hubiera gustado ver de pequeño. Aventuras fantásticas herederas de Julio Verne y viajes alucinantes ochenteros (con música que parece de John Williams) de inspiración pulp de los 50. Todo ello con mensajes colaborativos de más actualidad, y aunque ciertamente Ghibli ya hacía fábulas ecologistas hace 40 años, nunca es tarde si los dólares son buenos para el monstruo Disney.

Como veis, varias generaciones implicadas. Como en la película, que tenemos abuelo, padre e hijo, ergo los clásicos conflictos asociados que esta vez se resuelven buscando el bien común y no el individual. ¿Se ha vuelto comunista Disney? No creo, ¿será para vender en China?

También se agradece que, por una vez, una megaproducción de animación no se pase el tercio final en acción desenfrenada. Vamos, que me da igual la originalidad cuando me lo paso bien.

Por cierto, las quejas sobre "inclusión forzada", agendas, progresía y demás milongas son más tontas que pichote. Superadlo, amigos.

Gustará a: Mr Jägger, manos locas, bioquímicos
No gustará a: granjeros, pilotos, álamos