Una adaptación de una de las novelas de Richard Stark en las que se narra la figura literaria de Parker. El problema es que la película se simplifica en acción frenética por momentos y en otros muestra un argumento que no está a la altura de las coreografías. Jason Staham no se parece ni tan siquiera al gran personaje que adaptó Darwyn Cooke en su novela gráfica ni tampoco su pasado sirve para algo más que para colocar minutos de relleno. Un filme que no llama la atención ni despierta gran interés por el universo ficticio del autor. El problema realmente sustancial es hacer de una trama de acción y suspense una película puramente de acción, en el que el argumento es tratado como si fuera algo secundario, dispuesta a pasearse por el filme hasta que llega otra escena de peleas. Como adaptación es mediocre y no aporta nada, en cambio, como simple película de acción puede ser entretenida y atractiva en gran parte de su duración.