Kioto, finales del siglo XVI. Un rico empresario acusa a uno de sus empleados (Kazuo Hasegawa) de mantener relaciones con su esposa (Kyôko Kagawa). La pareja no tendrá más remedio que huir de la ciudad, pues el adulterio se paga con la crucifixión.
Uno de los filmes más exitosos de Kenji Mizoguchi, concebido a partir de una obra de teatro de Chikamatsu Monzaemon, sobre un amor prohibido que hará aflorar tanto la grandeza como las miserias del ser humano. Destacan la música, a base de flautas y percusión, y la fotografía.



"Tú ya no eres un sirviente... eres mi amante. ¡El hombre de mi vida!"