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Comedia
Signe y Thomas mantienen una relación de pareja malsana y competitiva, que toma un giro pernicioso cuando Thomas obtiene cierta notoriedad como artista contemporáneo. La reacción de Signe consistirá en inventarse un nuevo personaje y tratar a la desesperada de llamar la atención y suscitar la compasión para recuperar su estatus. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2023
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sátira social que ataca a la yugular de lo woke.
No deja títere con cabeza. Embiste sobre el postureo de ser inclusivo, la adicción a las redes sociales y su consecuente narcisismo galopante, la superficialidad en las relaciones actuales, el animalismo llevado al absurdo inhumano, los terapeutas sacacuartos que acaban generando enfermos crónicos, y hasta un tema poco manoseado como la transcapacidad. Y si bien, son problemas del primer mundo, éstos son abordados con deliciosas puntadas de mordacidad y mal gusto. Tal asquerosidad ingeniosa haría mearse de la risa hasta a los mismísimos John Waters, Lars von Trier o Cronenberg.
Al final acabas riéndote por no llorar, porque todos somos un poco la protagonista.
Como dice Debord en "La sociedad del espectáculo": "En un mundo realmente invertido lo verdadero es un momento de lo falso."
Así pues, ¿qué podemos esperar de un sistema enfermo? ¿acaso hay escapatoria?
Aunque a nadie le gusta que le vomiten en la cara, no se la pierdan.
No deja títere con cabeza. Embiste sobre el postureo de ser inclusivo, la adicción a las redes sociales y su consecuente narcisismo galopante, la superficialidad en las relaciones actuales, el animalismo llevado al absurdo inhumano, los terapeutas sacacuartos que acaban generando enfermos crónicos, y hasta un tema poco manoseado como la transcapacidad. Y si bien, son problemas del primer mundo, éstos son abordados con deliciosas puntadas de mordacidad y mal gusto. Tal asquerosidad ingeniosa haría mearse de la risa hasta a los mismísimos John Waters, Lars von Trier o Cronenberg.
Al final acabas riéndote por no llorar, porque todos somos un poco la protagonista.
Como dice Debord en "La sociedad del espectáculo": "En un mundo realmente invertido lo verdadero es un momento de lo falso."
Así pues, ¿qué podemos esperar de un sistema enfermo? ¿acaso hay escapatoria?
Aunque a nadie le gusta que le vomiten en la cara, no se la pierdan.