Así sí. Una propuesta de cine de terror (¡español!) original, sorprendente y que da un giro de tuerca más en el manido cine de "infectados" y zombies. Y lo hace muy, pero que muy bien.
Imaginad mi sorpresa, cuando me senté a ver la película: ¿Una de terror, española? ufffff....y sin embargo, te atrapa desde el principio y no te suelta hasta el mismísimo final. Si bien es cierto que, sobre todo en su primera mitad, juega y administra muy bien sus cartas, y cambia constantemente de tercio, jugando a su vez con un espectador que, sencillamente, no las ve venir, la segunda mitad es un poco más convencional, pero no por ello menos intensa y entretenida. Es una película de detalles, que provoca que, cuanto más nos fijemos en ellos, mejor lo pasemos en la butaca. Y hace uso de una de las mejores elipsis que he visto en todo el año en el cine. No sobra ni falta ni un minuto de un metraje rápido, eficaz, intenso y que deja sin aliento cuando terminas de verla. Es más, yo personalmente me he quedado con ganas de más, de mucho más, mientras se mantenga éste nivel de calidad.
Incluso el doblaje (se nota que es profesional) está a muy buen nivel, y no desentona en absoluto.
Ésta película es un ejemplo de que, con pocos medios y presupuesto (al estilo de la grandiosa "Los Cronocrímenes", también española) pero con mucho talento, se puede hacer cine de gran calidad aquí en nuestro país.
Mi más sincera enhorabuena.