Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Illanes:
7
Drama Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
10 de febrero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Recordáis las fotografías mágicas que salían en Harry Potter, ésas que contenían paisajes y personajes con vida que entraban y salían del encuadre a su antojo? ‘Ida’ parece estar formada por muchas de esas fotos mágicas.

La cámara no se mueve ni un centímetro en toda la película: siempre está posicionada para sacar el mejor retrato de una Polonia triste, oscura y devastada. Ni un travelling ni una panorámica, sólo cuadros fijos meticulosamente construidos y con un blanco y negro que quita el hipo. A través de los contrastes entre luces y sombras, Ida viaja en busca de su pasado entrando en el encuadre, saliendo y colándose en el siguiente.

Las imágenes son hipnóticas, pero esa cámara distante vaticina el que, para mí, es el principal problema de la película: es difícil empatizar con los personajes. Esto es grave cuando estamos ante una historia que claramente busca conmover al espectador. Es un relato corto, simple y directo sobre la pérdida de la fe y el vacío de la vida de dos personajes aparentemente opuestos: una joven novicia y su tía alcohólica. Son dos mujeres frías que apenas hablan, son apáticas, casi no parecen humanas. Es difícil encontrar algo por lo que sentirse identificado son ellas. En consecuencia, los eventos que ocurren en la película, por muy dramáticos que sean, me son indiferentes.

Se me vienen a la cabeza dos películas que también tratan el tema de la pérdida de fe, ‘Viridiana’ y ‘El séptimo sello’, ambas visualmente geniales. La diferencia es que los protagonistas de estas historias son más completos, tienen motivaciones y te invitan a reflexionar o a implicarte en lo que les pasa. Sufro más por una vajilla rota en ‘Viridiana’ que por el desenlace de los padres de Ida.

Por otro lado, el tema de los nazis es casi anecdótico en vez de ser el eje central del argumento, como prometía la sinopsis. Al final, ‘Ida’ acaba convirtiéndose en un retrato de pérdida de fe que visto desde fuera que, eso sí, conduce a un final bastante interesante.

En conclusión, ‘Ida’ es una historia decente (no conmueve pero no aburre) que está rodada de forma maravillosa. Sencillamente, es para coger cualquier plano, enmarcarlo y colgarlo en el salón de tu casa. Sólo por eso ya merece la pena verla.

6.5/10
Illanes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow