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Comedia. Acción. Fantástico. Terror
Un sacerdote cree haber descifrado el mensaje secreto del Apocalipsis según San Juan: el Anticristo nacerá el 25 de diciembre de 1995 en Madrid. Para impedir el nacimiento del hijo de Satanás, el cura se alía con José María, un joven aficionado al death metal. Ambos intentan averiguar en qué parte de Madrid tendrá lugar el apocalíptico acontecimiento. Con la ayuda del profesor Cavan, presentador de un programa de televisión de carácter ... [+]
4 de septiembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y digo Madriz con zeta porque los que somos madrileños hasta la médula sabemos que Madrid es demasiado compleja como para contarla en una película. No es Nueva York, el "plató" por excelencia del cine, tampoco es París y su cine romántico ni la Roma de la dolce vita.
Madriz se merecía a alguien que la contara. Y ese alguien es, y siempre será, Alex.
Paradójico que sea bilbaino; pero qué coño, a veces a Madrid se la ve mejor con ojos de extraño.
"El día de la Bestia" es una película que se disfruta de principio a fin, una bofetada en el cine de su tiempo que todavía sigue siendo refrescante pasados 15 años. Hay que tenerlos muy bien puestos para parir una historia así de retorcida y dotarla de semejante corpus de personajes y lugares sin convertirla en un sinsentido sino en una obra de arte del género, si es que pudiera tener género semejante peliculón.
Angulo, excelente, Segura completamente creíble en su papel -y si no, os invito a conocer a los heavys que paran en los bajos de Karabanchel- , Terele, como siempre, magnífica, oscura, temible, y el resto del elenco -que suelen ser habituales de los films de Alex, otra cosa que me encanta- un rosario de personajes que cada uno en su sitio y en su lugar encajan como untados en vaselina en la historia.
El cartel de Schweppes, espectacular. Los planos de la Gran Vía, de las Torres Kío o de la sala Infierno, absolutamente magistrales. No hace falta que sean monumentales, el director consigue ir más allá y convertir lo obsceno, lo cutre, lo decadente de Madrid, en símbolos que perdurarán en la memoria colectiva: así, pasé mi infancia sin poder pasar bajo las Torres Kio y mi adolescencia mirando hacia arriba cuando pasaba por los caballos de la Carrera de San Jerónimo.
Por no hablar de Balada Triste de Trompeta; la única obra que ha dado un uso digno al despropósito del mausoleo franquista del Valle de los Caídos.
En fin, un retrato brutal del Madrid noventero, que ya estaba de vuelta de todo; una vuelta de tuerca al cine fantástico, de terror, o vaya usted a saber, el comienzo de una carrera que sólo ha podido ser ascendente, y la madre de dos joyas como son La Comunidad y 800 balas, y por supuesto, Balada Triste.
Madriz se merecía a alguien que la contara. Y ese alguien es, y siempre será, Alex.
Paradójico que sea bilbaino; pero qué coño, a veces a Madrid se la ve mejor con ojos de extraño.
"El día de la Bestia" es una película que se disfruta de principio a fin, una bofetada en el cine de su tiempo que todavía sigue siendo refrescante pasados 15 años. Hay que tenerlos muy bien puestos para parir una historia así de retorcida y dotarla de semejante corpus de personajes y lugares sin convertirla en un sinsentido sino en una obra de arte del género, si es que pudiera tener género semejante peliculón.
Angulo, excelente, Segura completamente creíble en su papel -y si no, os invito a conocer a los heavys que paran en los bajos de Karabanchel- , Terele, como siempre, magnífica, oscura, temible, y el resto del elenco -que suelen ser habituales de los films de Alex, otra cosa que me encanta- un rosario de personajes que cada uno en su sitio y en su lugar encajan como untados en vaselina en la historia.
El cartel de Schweppes, espectacular. Los planos de la Gran Vía, de las Torres Kío o de la sala Infierno, absolutamente magistrales. No hace falta que sean monumentales, el director consigue ir más allá y convertir lo obsceno, lo cutre, lo decadente de Madrid, en símbolos que perdurarán en la memoria colectiva: así, pasé mi infancia sin poder pasar bajo las Torres Kio y mi adolescencia mirando hacia arriba cuando pasaba por los caballos de la Carrera de San Jerónimo.
Por no hablar de Balada Triste de Trompeta; la única obra que ha dado un uso digno al despropósito del mausoleo franquista del Valle de los Caídos.
En fin, un retrato brutal del Madrid noventero, que ya estaba de vuelta de todo; una vuelta de tuerca al cine fantástico, de terror, o vaya usted a saber, el comienzo de una carrera que sólo ha podido ser ascendente, y la madre de dos joyas como son La Comunidad y 800 balas, y por supuesto, Balada Triste.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y luego, como siempre ocurre con sus películas, están los detalles, esos que te hacen creer que toda la película destila realismo dentro de su caos, esos guiños a quienes saben mirar: los discos de la tienda de Jose Mari. El retrato de Berlusconi en los estudios del profesor Cavan. Los carteles de UK SUBS y Soziedad Alcohólica en los baños del Infierno. El hilo musical navideño de la FNAC. Los neones que había en los bajos del Windsor, las pintas de los asistentes al concierto de Satannia, la pintadas del water o la brillante banda sonora de los que luego fueran un mito musical madrileño, los Def Con Dos. Los de "Limpia Madrid" y su pinta de guerrilleros de Cristo Rey demodé. La cabra que duerme junto a la familia bajo las torres Kío.
La escena del mendigo quemándose frente al cura en la parada del autobús. Momento Catársis total.
Me quito el sombrero señor de la Iglesia.
La escena del mendigo quemándose frente al cura en la parada del autobús. Momento Catársis total.
Me quito el sombrero señor de la Iglesia.