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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Ciencia ficción. Thriller Una misteriosa interferencia entre dos tiempos provoca que Vera, una madre felizmente casada, salve la vida de un niño que vivió en su casa 25 años antes. Pero las consecuencias de su buena acción provocan una reacción en cadena que hace que despierte en una nueva realidad donde su hija nunca ha nacido... (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los guionistas de esta “Durante la tormenta” son más tramposos que un trilero haciendo un solitario en una película de chinos, y el giro argumental que culmina su monumento al subterfugio se ve venir desde que entra en escena ese improbable inspector de policía encarnado por un Chino Darín que de lo que de verdad tiene pinta es de estudiante de tercero de Publicidad. Con todo, se trata de una cinta muy disfrutable, rabiosamente entretenida y protagonizada por una Adriana Ugarte ciertamente convincente. Ni que decir tiene que contar con Javier Gutiérrez, tan anti-glamuroso como eficaz, supone apostar sobre seguro
“Durante la tormenta” parte de unas premisas siempre sugestivas: la viabilidad de los viajes en el tiempo y las consiguientes paradojas —en rigor, imposibles lógicos la mayoría de ellas— y tramas biográficas alternativas. Efectivamente, a poco que uno le de un par de vueltas a las implicaciones del bucle originario, inmediatamente se nos caen los palos del sombrajo. Ello no resulta privativo de la película que nos ocupa, sino que es un mal bastante común —por inevitable, o casi— en buena parte de las obras de similar pelaje. El mérito de sus responsables estriba, precisamente, en esos dos minutos, o cinco o diez, de reflexión “a posteriori”. De haber estado peor resuelta, no invitaría a la menor meditación, constituyendo un mero objeto de consumo rápido y olvido inmediato.
La sobria puesta en escena —los medios de que dispone la industria patria no dan para pirotecnias formales excesivas— logra, sin embargo, reproducir la inquietante atmósfera que acarrearía, primero, una tormenta eléctrica de varios días y, segundo y especialmente, verse de pronto sumido en una vida que no es la propia, con sus insoportables alienación y extrañamiento —puesto en términos marxistas, porque yo lo valgo—. Además, que el portal espacio-temporal se abra a través una televisión analógica, culona como una Kardashian, y una videocámara de modelo similar, si no el mismo, al de la utilizada por Marty McFly en “Regreso al futuro” ("Back to the Future", 1985), la preciosa JVC GR-C1 rojinegra, constituye una feliz ocurrencia, guiño curioso ajeno a efectismos gratuitos.
Carorpar
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