Puede que no hable de cosas nuevas, puede que las resoluciones de los conflictos de pareja nos suenen a ya vistas, pero "Cuestión de sexo" posee algo muy difícil de lograr en cualquier comedia: FRESCURA. "Cuestión de sexo" es fresca, ágil y muy divertida, evita caer en el mal expresado costumbrismo español que impregna las inmundas Los Serrano o Aída. Los actores, y sobre todo las actrices están muy bien. Pilar Castro, Carmen Ruiz (que ha mostrados en 37 capítulos de esta serie más registros que en los tropecientos capítulos que estuvo en "Yo soy Bea") y la revelación de Valeria Alonso, portentosa actriz argentina que clava las perversas líneas de su personaje. Guillermo Toledo tira de su papel en la saga de Emilio Martínez Lázaro pero aún así está divertido, Xulio Abonjo y Alfonso Lara están muy bien. Y las estupendas intervenciones de actores como Santi Millán, Laura Pamplona, Asier Etxeandia o Llum Barrera aumentan la calidad del asunto. Las tramas de la hija de Alba y Diego me aburren mucho, aunque la actriz Ana Fernández me gusta mucho. Pero lamentablemente en la segunda temporada los guiones se han debilitado -aunque las réplicas son más divertidas-, las tramas son más flojas y la calidad ha bajado. Aunque los fichajes de Diego Peretti, Sandra Collantes, Sabrina Garciarena, Alejandro Tous, Mariam Hernández y Ana Rayo han sido un acierto. En la tercera y última temporada algunos actores se fueron y vinieron remplazos. Los guionistas introdujeron nuevas tramas que no quedaron nada mal (el lesbianismo, cómo empezar una relación). ¿Fue irregular y algo incongruente? Sí, pero los capítulos 3x09 y 3x10 demuestran que esta serie estaba escrita con mucho talento.