Guillaume Canet suele elegir tanto para sus trabajos como actor temas que intentan no dejar indiferentes al espectador y en su tercera película como Director sigue esa senda, remitiendo a un tema tan común en muchas filmografías como es la radiografía de la amistad de un grupo de amigos entre los treinta y los cuarenta y tantos.

Para ello utiliza el accidente de uno de los miembros de un grupo tan igual y a la vez tan diferente al resto.

En realidad, Canet, bebe la filmografía de habla inglesa de forma muy directa, e incluso copiando, a títulos como “Reencuentro” o “Los amigos de Peter”, especialmente está última a la cual en varios momentos recuerda de una forma muy clara.

Los amigos que no lo son tanto y que se esconden sus miserias para no mostrar su debilidad. Para ello utiliza el recurso ya visto de amores no correspondidos, vidas que parecen perfectas y no lo son tanto, hechos que hacen plantearse su propia sexualidad, frustraciones, etc.

Con moraleja final incluida y con una muy buena actuación de actores y actrices franceses del momento (incluida la omnipresente Marion Cotillard) y sobresaliendo François Cluzet, la única pega que se le puede poner es su excesiva duración y el que su BSO sea toda en inglés (lo cual no quita para que sea magnifica).

Es interesante de visionar esta película que ha sido una de las más taquilleras en el país vecino el pasado 2010.