En esta película, se vuelve a ver como Roger Moore es un buen James Bond; pero aquí sólo se centra en una señorita, a la que intenta proteger de sus enemigos. Y su cercanía a ella, crea momentos muy buenos; pero también hay otros, en que ella le acarrea algún que otro problemilla; pero aquí demuestran que tanto ella, como él coordinan muy bien sus papeles.

Esta es una buena película de Bond, pero no es la mejor. Pero hay algo que todo 007 debe hacer; y es que en el peor momento presentarse. Eso es lo que hace que Bond, siga siendo Bond.