La presencia de J. McCrea llena la pantalla con su presencia poderosa y anuncia desde las primeras imágenes que la película será correosa, seria y de alto voltaje.
El versátil J. Tourneur dirige la aventura con solvencia absoluta y cada lance ofrece detalles de vigor narrativo muy meritorios.
El desarrollo de la historia posee dinamismo y fuerza expresiva de manera que la trama va gestionando sus matices con habilidad y mucha destreza.
La interpretación es excelente y la banda sonora proporciona atmósfera de inequívoco western.