Viola Davis protagoniza una película ambientada en el África de 1820, en el actual de Benín, antiguo reino de Dahomey. En ella, la actriz lidera un elenco que hace un buen trabajo con sus papeles.

Basado en hechos reales, el film refleja la lucha de la mujer en el país africano, donde gana un puesto en la batalla que merece respeto y honor. A lo largo del metraje, se representan vivencias con valores como el heroísmo, el trabajo en equipo, la capacidad de servicio, la disciplina, el liderazgo y la lealtad. Algunas de estas virtudes se resaltan en las correcciones de Nanisca (Viola Davis) a Nawi (Thuso Mbedu). Con unas comandantes muy exigentes, florecen también la amistad, subsisten las dudas y no están ausentes los temores.

La trama transcurre en un ambiente donde existen guerras ente grupos, tráfico de esclavos, pago de tributos, etc. No obstante, la cinta es fría y frívola en cuanto a las escenas bélicas que aparecen constantemente a lo largo del relato. De hecho, el exceso de violencia probablemente desalentará a ciertos públicos.

De todas maneras, es una propuesta de mucha acción donde se puede entrar en la cultura africana y, aunque es dura, merece la pena verla por ciertos valores que reflejan las Agojie. Además, está a la orden del día en una sociedad donde la mujer reivindica su lugar.

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