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Luxemburgo Luxemburgo · Nacido en Barcelona
Voto de Yuee12:
8
Terror. Thriller Jesse es una chica que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar. (FILMAFFINITY)
11 de junio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aprecio mucho a Nicolas Winding Refn por varios de su film que, a mi entender, están por encima de la media, pero si hay uno que llega al nivel de lo mucho que me gustó Drive (2011) en su momento, ése es The Neon Demon; y he de decir que me sorprende lo extremadamente infravalorada que está esta película (5,6 de media en Filmaffinity), tanto que me ha recordado a lo incomprendida que, de nuevo, a mi entender, estaba Spring Breakers (Harmony Korine, 2012) en su día.

Vayamos por partes: una de las (pocas) cosas malas que le veo a The Neon Demon es la duración. En lo personal habría reducido un poco el tiempo que se toma en contar lo que quiere contar. Hay momentos de repetición, de tender a ser aburrida y sosa y no dejar que el resto funcione como debería de forma rotunda. Bajo mi punto de vista, se debe a un deseo ambicioso que tal vez se excede y llega un poco lejos, pero que mayoritariamente le sienta bien a la película.

Para definir cómo veo The Neon Demon en pocas palabras, diré que me parece un espectáculo audiovisual, una hermosa pero terrorífica metáfora que te hará soñar, pero también te provocará pesadillas. The Neon Demon es una idea, un concepto que no hay que verse de manera literal. Es simbólica, profunda, soñadora, y la coherencia y el realismo no son precisamente sus objetivos.

Difícilmente lo consideraría cine de mal gusto: puede ser fuerte, puede ser sádica, pero la visión de Nicolas Winding Refn es compacta y le permite crear un producto cinematográfico muy sólido, hermoso de ver. El Neón es uno de los tantos utensilios de los que la película presume: el juego de colores y luces es brillante, y sirve en más de una ocasión para dejar algún que otro incentivo al guión.

Pensando en The Neon Demon, pienso en El renacido (Alejandro González Iñárritu, 2015): películas cuyo objetivo no es escribir un guión sólido, un texto pretencioso, sino un portento audiovisual que cuente las cosas de manera independiente. Aunque ambas películas no son comparables en contextos, para mí lo son en propósitos: servirse del apartado técnico para contar una historia. El renacido lo hacía con especial ayuda de su fotografía, del maravilloso trabajo que conseguía con su sonido e imagen, mientras que The Neon Demon simplemente crea una metáfora visual, una pesadilla que vives en todo momento.

En fin, me parece muy triste que un film tan potente como éste esté, en mi opinión, infravalorado. Creo que merece mucho mayor respeto y reconocimiento. Hace falta más cine así en el día a día: menos películas sin sustancia y más cine hecho con amor, cariño y conocimiento.
Yuee12
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