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Voto de Mía:
8
7.0
13,058
Fantástico
Hollywood, años veinte. Tras una desafortunada caída, un especialista en secuencias de acción es ingresado en un hospital. Allí conoce a Alexandria, una niña con un brazo roto a la que hace una promesa: si ella le consigue morfina, él le contará una historia maravillosa. El relato se extiende a todos los rincones del mundo. Remake de la película búlgara "Yo Ho Ho" (1981) de Zako Heskija. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionantes imágenes que nos cuentan un maravilloso relato épico a través de dos personajes: una niña con el brazo roto y un actor especialista que ha sufrido un accidente.
En realidad es un trueque. Yo te doy lo que quieres oír si tú me das lo que necesito. En realidad es una metáfora de la vida. Y es preciosa.
Tarsem, ejecutando una gran obra, nos muestra claramente la idea por la que surgió el arte cinematográfico. Comenzando con unas imágenes en b/n del primer cine, el mudo, pasa después al momento en el que se desarrolla la película, los años 20, pero esta vez ya en color. A continuación surge un cuento de otro cuento, a manos del protagonista masculino. Con la ayuda de una niña, esta historia va cobrando cada vez más fuerza, al tiempo en que las imágenes adquieren un color y una luz asombrosos. Finalmente, el autor vuelve al blanco y negro para concluir el círculo que comenzó con diversas secuencias fílmicas.
En realidad es un trueque. Yo te doy lo que quieres oír si tú me das lo que necesito. En realidad es una metáfora de la vida. Y es preciosa.
Tarsem, ejecutando una gran obra, nos muestra claramente la idea por la que surgió el arte cinematográfico. Comenzando con unas imágenes en b/n del primer cine, el mudo, pasa después al momento en el que se desarrolla la película, los años 20, pero esta vez ya en color. A continuación surge un cuento de otro cuento, a manos del protagonista masculino. Con la ayuda de una niña, esta historia va cobrando cada vez más fuerza, al tiempo en que las imágenes adquieren un color y una luz asombrosos. Finalmente, el autor vuelve al blanco y negro para concluir el círculo que comenzó con diversas secuencias fílmicas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La parte central, en la que se desarrolla la historia, una niña india, Alexandria, deambula por el hospital y se encuentra casualmente con un joven herido en una escena de acción, que llama la atención de la pequeña para someterla a un chantaje, pacto o llámese como se quiera. El actor comienza narrando un cuento de piratas y bandidos cuyo protagonista es un guerrero con un antifaz, que colaborará junto con otros cinco héroes (un esclavo africano, un anarquista especialista en explosivos, un chamán, un príncipe indio y Charles Darwin) que intentarán acabar con el gobernador Odio al tiempo que se suceden aventuras que irán cambiando de rumbo según la intención del narrador. Poco a poco, la historia adquiere cierto dramatismo que parece desembocar en tragedia. Es entonces cuando la niña reclama un final feliz, de esos que tanto desean los niños, esos seres tan inocentes y al mismo tiempo tan realistas.
Resulta interesante darse cuenta de que la madurez que se presupone en un adulto (en este caso el joven varón) es sin embargo una farsa, pues escoge el camino más corto, es decir, el suicidio, como resultado de un fracaso amoroso. Y en cambio, la niña, posee la madurez suficiente para darse cuenta de que él encierra un dolor incalculable, fruto de la frustración, y por ello trata de ayudarle escogiendo un final feliz, pues la vida no acaba ahí.
En definitiva, puedo afirmar que las imágenes, carentes de efectos especiales, son perfectamente compatibles con un discurso que estremece.
Resulta interesante darse cuenta de que la madurez que se presupone en un adulto (en este caso el joven varón) es sin embargo una farsa, pues escoge el camino más corto, es decir, el suicidio, como resultado de un fracaso amoroso. Y en cambio, la niña, posee la madurez suficiente para darse cuenta de que él encierra un dolor incalculable, fruto de la frustración, y por ello trata de ayudarle escogiendo un final feliz, pues la vida no acaba ahí.
En definitiva, puedo afirmar que las imágenes, carentes de efectos especiales, son perfectamente compatibles con un discurso que estremece.