Pocas películas como Ink dejan al espectador reflexionando. Pocas películas como Ink dejan en la mente una enseñanza filosófica. Pocas películas como Ink son tan metafísicas. Pocas películas como Ink hacen que después de verla sientas paz, alegría y una increíble armonía, sintiendo un afecto por el ser humano en general y comprender que no sólo somos carne y hueso, sino algo más que eso, somos multidimensionales, somos una esencia que ocupa diferentes tipos de planos y que actuando de cierta forma en nuestra tercera dimensión, afectará a los próximos, en éste caso en el plano de los sueños(4ta dimensión) , de cierta manera que se reflejará en esa densidad los actos (sean bondadosos o maléficos) en formas mentales o ideales como una expansión de nuestro Yo.
El director Jamin Winans, tiene una excelente técnica y visión para reflejar éste tipo de historias, que no son tan fáciles de contar por su complejidad ya que suele ser confusa e incomprensible para muchos.
La técnica es interesante porque cuida conscientemente y muy bien el guión, es compacto e impecable, y gracias en la mayor parte a los planos acertados, la textura de la fotografía, que hace la diferencia entre la tercera y cuarta dimensión, la música está muy bien plasmada y logra dar las sensaciones deseadas. Los personajes son extraordinarios, especialmente Ink, fuera de lo común, con mucha personalidad y muy completo en la historia, además de estar bien caracterizado, logrando ganarse el corazón del espectador a las finales, y sobre todo poder recordarlo por un largo tiempo en la mente.

Es por todo esto, y por su propia naturaleza que nos encontramos ante excelente film que con todo honor y justicia merece ser conocido y difundido en los cines a nivel mundial, el mundo debe enterarse que existe una película tan maravillosa y genial, que será un verdadero placer verla, sentirla, alegrarse, reflexionar sobre la vida y sobre todo tener esa satisfacción de sentir una armonía espiritual que recorre todo nuestro ser.