Una historia que parecía en principio muy prometedora y atractiva (de manera simplificada: la paradoja de los viajes en el tiempo), se cae de bruces debido a una enorme torpeza de ejecución, comenzando por un guion a caballo entre mensajes mesiánicos muy lamidos y lenguaje cotidiano con sus palabrotas. Mal comienzo. Hay que tener mucho cuidado con los guiones pretenciosos, ante los cuales los actores hacen lo que pueden. Y digo esto porque en mi opinión lo único que se salva son las actuaciones, que no así la marabunta de personajes, en ocasiones por triplicado, que no hacen sino añadir barullo al tema.
La fotografía tiene de todo, desde un colorido ochentero sensacional hasta este rollo grisáceo post apocalíptico con sus cenizas cayendo cual copos de nieve como en Silent Hill 2.
Tengo la sensación de que la historia se ha ido haciendo a medida que se rodaba. Parece un producto amateur de alguien que ha intentado mezclar en una serie todos aquellos aspectos "molones" de películas de David Lynch y video juegos que le impactaron de joven.