Martin Scorsese nos ofrece un concierto que dieron los Rolling Stone en Nueva York para una gala benéfica.
El director nos ofrece no solo el concierto, sino que nos abre una ventana a la preparación del concierto, al detrás de las bambalinas, y nos ofrece imágenes del pasado del mítico grupo británico que vistas años después adquieren otro significado.
He de decir que no soy fan de los Rolling Stones. Me gustan algunas canciones, pero no son muchas. No obstante, tenía ganas de ver que visión daba el director de este grupo.
Sin gustarme mucho este grupo, hay que decir que para la edad que tienen dan un espectáculo único, y hace que uno disfrute. Es impresionante la energía que desprenden estos cuatro sexagenarios, que dejan tirados a cualquier jovencito.
Con esta especie de documental, uno descubrirá algunos secretos de los Rolling Stones, y se quedará boquiabierto al ver la energía que derrochan en el escenario. Con ellos uno descubrirá que su público es lo más importante.
En fin, concierto interesante de ver aunque no te guste su música (como es mi caso). Me imagino que un fan de este grupo valorará el documental mucho mejor, pero aun así he decir que no aburrió y que lo disfruté.